Es que no sé si es que soy bruto con bola o un incrédulo de esos que tiene que tienen esperar que le den duro por el coco para que termine de creer que hay personas que, en su afán de protagonista o de permanecer en la noticia, dicen las más grandes mentiras. Pareciera que "pajulio" está medio taranto, le fala un tornillo o sufre de un desequilibrio mental solo para joder. Hay que estar medio atolondrado, turulato y bastante fuera de control para decir tantas mentiras como si fueran verdades con la cara muy lavada y lo peor es que se las creen.
Hasta yo, como un mismo pendejo, nunca llegué a pensar que ese carajo podía llegar a tanto. Fui engañado con esa cara de "yo no fui" que vi por primera vez hace unos cuantos años en el programa "Justicia para todos". El carajo engañaba a cualquiera. Y todavía, en aquellos días de diciembre 2001 hasta el 11 de abril 2002, cuando se venía fraguando el golpe de estado, cuando el tipo pedía la renuncia del Presidente, del Fiscal, de los rectores del CNE, diputados, ministros, etc., creía que "pajulio" no estaba hablando en serio.
En un curucuteo psicológico a la vista de este personajillo me he dado cuenta que allí se esconde lo peor de la falacia, falsedad, engaño, mentira, calumnia, falsía, enredo, chisme, embrollo, chanchullo, embuste, es decir, lo peor de la hipocresía más barata. Esa mirada caída y el hablar viendo hacia otro lado es una señal de que se trata de una persona que no puede esconder ese "otro yo" que lleva por dentro: el maligno.
Ahora sí estoy convencido de que este es un personaje macabro, malintencionado, sin alma, sin entrañas, sin corazón, sin sentimientos. El perfecto engañador. Un hombre que ha perdido la ñinguita de credibilidad que tenía por sus falsedades, calumnias; al fin, a él nada le importa. Lo que le importa es que su mentira salga a otro mundo.
Ya "pajulio" me venía convenciendo. "Tienes que creerme", y yo, nada. No paso a creer tantas barbaridades. Pero cuando este cadáver insepulto comenzó a decir que en Venezuela no se estaba haciendo viviendas, que no se pasaba de 22 mil, y lo repetía una y otra vez con esa cara de falso, de la que no me había dado cuenta, comencé a darme unos cocotazos: "Cóño, Pedro, imposible que creas tan semejante barbaridad". Comencé a hablar conmigo mismo me di un buen regaño, y así fue que este pendejo comenzó a creer que estábamos delante de un embustero compulsivo. Un "pajulio" con la vista ida.
Ahora el colmo. El carajo comenzó una campaña con una de las peores mentiras. Que en Venezuela hay 3 millones de personas comienzo basura por las calles. Ya eso llega a la falta de seriedad. A una falta de respeto a la gente seria. Lo dice una y otra vez. Hasta ha tenido el descaro de desmentir, a la canciller diciéndole que es una mentirosa, que en Venezuela sí hay más de 3 millones de personas comiendo basura en la calle. El verdadero apátrida.
Mientras dice las más grandes mentiras de su propio país, no dice nada de las grandes verdades de países adorables por ellos. Ni por el carajo dice que en EE.UU., hay 94 millones de desempleados. Que más de 43 millones viven en la pobreza y necesitan cupones de comida. Tuvo que decirlo Donald Trump. Al golpista canal CNN nunca se le ocurrió decir esa gran verdad ni tampoco a "pajulio". Si vamos a lo porcentual, EE.UU. está peor que Venezuela en lo que se refiere a desempleo y pobreza, según esos últimos datos que estaban escondidos en el baúl de los noticieros de medios nacionales e internaciones.
Es para que ustedes vean a lo que había llegado yo en mi brutalidad e ignorancia. El propio "pajulio" tuvo que darme unos cocorronazos para que le creyera que es un rolistranco de embustero, un falso, un engañador de oficio. Por fin me convenció de que le creyera que es un hipócrita, un ser de una doble personalidad peligrosísima. Me disculpan por haber sido el último convencido de que "pajulio" es un embustero del tamaño de su maligna imaginación.
