¿Por que la Misión Barrio Adentro y el Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria?

En la cultura occidental capitalista, la medicina, desde el estudio hasta sus beneficios, esta orientada hacia cierto sector de la misma sociedad: La minúscula clase rica y la clase media alta, esencialmente blanca. Esta misma clase ve con pavor la perspectiva de ver subir en la escala social a la gente de color, cobriza o negra, que aquí, como en toda América Latina, ocupa los lugares inferiores de la sociedad.

En este sentido, la perspectiva de la Misión Barrio Adentro y el Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria, cambió entonces la relación del médico con el paciente y con la vida. Entender al médico como un servidor, no como alguien que puede aportar económicamente al negocio, ya que esto está muy institucionalizado en toda la lógica de la formación de los estudiantes de medicina normal.

En esta perspectiva, los médicos eran formados bajo un modelo médico curativo que prestaba poca atención a la prevención, a las necesidades del sector público de salud y la salud de la población en general. Tradicionalmente, los estudiantes eran egresados de preparatorias privadas y la formación médica era realizada en aulas con algunas rotaciones en hospitales. Los estudiantes pasaban poco o ningún tiempo en comunidades pobres y el desarrollo de un sentido de responsabilidad social no era un objetivo del plan de estudios. Este enfoque coincidía con un sistema de salud altamente privatizado dirigido a las necesidades de los pacientes individuales. Es decir, la responsabilidad social de las escuelas de medicina no era un principio activo.

Barrio Adentro está basado en los principios de la Declaración de Alma Ata, donde el 12 de septiembre de 1978, en Alma-Ata, capital de la entonces República Socialista Soviética de Kazakhstan, los representantes de 134 naciones establecieron el derecho universal a la salud como un objetivo mundial y se enfatizó el papel fundamental de la atención primaria en salud en la satisfacción adecuada y equitativa para atender las demandas de salud. Estos principios fueron reafirmados en la Declaración de Buenos Aires de 2007, emitida en una conferencia de la Organización Mundial de la Salud en la que participaron 60 países para reevaluar Alma-Ata.

A su vez, a principios del 2005, las autoridades venezolanas lanzaron el Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria. Este programa se distingue de los modelos de educación médica venezolanos previos en que tiene como objetivo explícito la formación de estudiantes para el servicio público.

La Misión Barrio Adentro y el Programa Nacional de Formación de Medicina Integral Comunitaria, nacen en el contexto de grandes desigualdades en las condiciones de salud en Venezuela, por ejemplo: En 1999, el 55% de los médicos se encontraba trabajando en los cinco estados de los 24 que comprenden al país. 35,000 médicos ejercientes trabajaban exclusivamente en el sector privado, mientras que la otra mitad ocupaba cargos de medio tiempo o de tiempo completo en el sector público, únicamente 4,000 médicos tenían prácticas de atención primaria.

En los 90s se graduaron entre 1,200 y 1,500 nuevos médicos anualmente, de los que entre el 40 y el 50% entró directamente al sector privado y aproximadamente el 10% dejó el país para trabajar en algún otro lugar.

Un ejemplo mas concreto fue en el año 2002, cuando un paro nacional realizado por la Federación Médica Venezolana cerró la mayoría de los servicios públicos hospitalarios y externos, el alcalde del municipio Libertador (en Caracas) trató de reclutar médicos para un nuevo programa que proporcionaría servicios médicos vitales en barrios pobres. Únicamente 50 médicos contestaron a tal convocatoria y de éstos 30 se negaron a establecerse en los barrios.

En relación a la participación de medicos/as cubanos/as, éste personal y los establecimientos de Barrio Adentro se han vuelto fundamentales para asegurar la sustentabilidad del sistema público de salud venezolano, ya que brindan infraestructura para la formación de recursos humanos de la salud, especialmente de médicos/as.

Barrio Adentro es el modelo adaptado para la contribución cubana al programa venezolano Barrio Adentro. Tal cooperación internacional en salud ha brindado experiencia más amplia en la formación de recursos humanos a través de las escuelas de medicina del país, mediante la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba y Venezuela, en las clínicas del programa Barrio Adentro en Venezuela. Los medicos y médicas se encuentran acompañados principalmente por enfermeros venezolanos y viceversa.


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José Amesty


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