El festival del Suena Caracas ha concluido, el mes de diciembre se va agotando con un sabor agridulce sobre la situación del país. A pesar de los esfuerzo por mostrar alegría en los conciertos, la situación del abastecimiento nos está quebrando la medula. No hay respuestas, eso es lo preocupante, el gobierno mantiene un perfil de estar al frente de la crisis pero es importante analizar ciertos aspectos que incomodan, en este caso son la lectura de un ciudadano que no las conceptualiza sino que las padece.
Pasaba frente a una calle en Valencia y en un inmenso grafiti un mensaje anónimo: “No creo en ministros socialistas con Rolex creo en el pueblo que día a día se jode”. Escucho a los compañeros ministros explicar la situación, acusar al enemigo de la revolución e invocar las palabras del comandante supremo pero no los veo padecer. No creo que todos los ministros estén desconectados de la realidad, pero es una grosería cuando alguno toma una cámara para decir que no importa que el pueblo no consiga los productos de primera necesidad, que lo fundamental sea defender la revolución. Es una grosería porque no lo hacen desde una cola con su familia, eso me recuerda a nuestro comandante cuando les ordenó en cierta ocasión dormir en un refugio para ver si así entendía el padecimiento de los damnificados.
La situación es complicada, los compañeros del programa Zurda Conducta nos dicen que le bajemos dos al consumo, pero la pregunta es simple: ¿quiénes consumen?. Yo soy un maestro del sistema de educación pública con un salario casi rosando el salario mínimo, con la preocupación cotidiana del mercado, transporte público y facturas. A diferencia de los que te preguntan: ¿qué te ha dado la revolución?, creo en la revolución impulsada por el comandante Chávez no por los logros personales sino por los aportes hechos para hacer una patria más justa en forma colectiva. Por estas complicadas circunstancias que nos están azotando en forma colectiva, invito a revisar la situación de nuestros salarios en la educación como modelo. ¿En qué tasa de divisa se calcula mi salario? Sicad I, Sicad II, Cencoex o Paralelo, es indudable que la educación fue la punta de lanza de la revolución, pero hoy es un espacio que retrocede producto de los bajos salarios que nos convierten en los más mal pagados en el continente, nadie es maestro en este país por el salario sino por amor al oficio.
El compañero Maduro debe analizar con urgencia que lejos de equilibrar, los ajustes salariales van por detrás de la inflación, antes de disfrutar el primer mes siempre es devorado por un mercado especulador que hace imposible obtener los elementos básicos de la subsistencia. No sirve aumentar el salario si ya la inflación se lo devora, así por ejemplo una casa en el mercado secundario en un sector humilde o modesto podía comprarse con 100 mil Bs hace unos 06 años atrás pero en la actualidad la misma gira entorno a los 500 mil Bs, reviso el saldo de mis prestaciones o caja de ahorro y el dinero sigue siendo el de antes, no creció en ningún momento.
Es insólito que en Venezuela un pollo asado tengo un costo mínimo de 63 dólares (tasa Cencoex) en cualquier restaurante del país, si lo varías según todos los tipos de cambios es el país más caro de la región, en síntesis ganó en tasa de dólar a 6,30 pero todo lo debo comprar a dólar de Sicad II o paralelo, ¿quién controla? Nos dicen que la Sundde pero en lo real eso es imposible! cuente cuantos negocios hay en el país, ni colocando un funcionario en cada comercio se solventa el problema, por eso las medidas son efectistas, de un rato, van y ocupan los hacen bajar un rato los precios pero luego vuelve la especulación. Yo recuerdo cuando el comandante Chávez ideó mercal o PDVAL, las colas eran diferentes porque la gente prefería el mercado gubernamental ante el bajo costo para no asistir a los mercados capitalistas donde no había colas dantescas, la oferta era abundante en plazas, parques, jornadas especiales etc. Ahora la explicación es lo que me preocupa, nos dicen que es una guerra económica, donde la burguesía nos está haciendo colapsar por otro lado nos hablan del contrabando, lo cierto es que no hay nada más atractivo para el contrabando que un tipo de cambio que favorece la extracción, comprar productos en Venezuela a cualquiera de las tasas y luego convertir a divisas para venderlo en el paralelo son la fuente apátrida de ingresos para una mafia que se articula con elementos corruptos del propio Estado.
Ese enemigo de la guerra económica no tiene un rostro claro, por eso en las colas el pueblo con menos formación sólo expresa su malestar con el gobierno. En esta guerra no se visualiza al otro, es como que si a los ojos de la gente el gobierno peleara con sus propias ineficiencias, por eso es común escuchar: “así es que se gobierna”, “sigan comiendo patria” etc. No son dirigentes de la derecha contratados en las colas, son el pueblo común que se decepciona, que se cansa, que ve a sus ministros y funcionarios en la comodidad explicar la situación, pero no baja a la cola a padecerla con ellos. Yo estoy claro hace ratos que esto no lo resuelve la derecha, eso me preocupa muchísimo porque tenemos unas elecciones en puerta el próximo año y mientras los camaradas del PSUV se encierran en sus procesos electorales con baja participación, olvidan que hay un pueblo que no está en ningún partido que es sabio pero también puede confundirse como ocurrió en las presidenciales al dejarse seducir por la derecha apátrida.
Si la situación sigue así, consideremos que podemos involucionar en la revolución. Esta grave situación: falta de alimento, falta de medicamentos, no hay boletos en bus o aviones, ausencia de repuestos, altos precios de los bienes y servicios, falta de divisas para el pueblo común etc, puede permitirle a la derecha asumir una mayoría en la Asamblea Nacional y esa si pudiera ser el detonante que necesitan para iniciar su salida fascista de todo lo que huele a Chávez o a la revolución. En vez de estar preocupándonos por la "farandi-política" de chismes o rumores de la derecha, nos debe preocupar resolver los problemas económicos y garantizar que la revolución se haga irreversible, pero no por una cúpula de un partido sino la ligazón del liderazgo del presidente Maduro con las bases chavistas que están o no en los partidos. Escuchemos las críticas, dejemos la arrogancia en otro lugar, los chavistas, los revolucionarios nos necesitamos en esta hora difícil para preservar el legado del comandante eterno.
Compañero Maduro nuestra patria es un país con pobres aún, por eso nuestro gobierno debe ser una administración basada en la austeridad no porque bajen los precios del petróleo sino una ética contra lo suntuoso en forma permanente como la promovía el comandante Chávez. Que los ministros bajen sus salarios, los gerentes de las empresas improductivas, los burócratas y los diputados etc, que viajen en autobús como el pueblo, que coman en restaurantes populares, que no tengan privilegio alguno, que realmente sean servidores públicos. Estoy seguro que la revolución logrará superar las dificultades, pero es necesario que no se escuche nada más lo que se espera, es importante que asumamos una fase de debate profundo a lo largo del país que trasciende a los partidos, convoque compañero Maduro a profundizar el legado del Comandante eterno.
*Agradezco a los compañeros de aporrea no modificar el nombre Zurda Conducta, en vista que no existe la palabra “konducta”.
