Cuesta creer a estas alturas del partido, que Ernesto Villegas se convierta en un ministro que censura, que llama a los medios, que los hostiga y sugiere titulares.
Esa práctica fue erradicada cuando Chávez llegó al poder, y entendió que los medios eran los celadores, los guardaespaldas del gran poder financiero y económico.
Fue por ello, que no se dejó chantajear con sus propietarios, tampoco les rindió pleitesías, ni les dio publicidad, eso sí, se ganó un golpe de estado.
Sin embargo, Capriles piensa lo contrario, cree que Villegas llama y hostiga a los principales medios, como una medida para la autocensura y evitar publicar informaciones contrarias al gobierno.
Desde que Globovisión salió de anclas que inyectaban veneno puro y en gotas a la población, desde que dejó de encadenarse con los actos de la oposición, Capriles perdió el rumbo, y con estas declaraciones, dudo que lo haya recuperado.
Resulta cuesta arriba pensar que Villegas asumas prácticas tan deleznables, como por ejemplo, llamar al director de El Universal, El Nacional, Ultimas Noticias, y un largo etcétera, para dictar estrategias a seguir sobre los contenidos a publicar.
Dudo mucho que almuerce con algunos de ellos para repartirse las pautas publicitarias del sector público, y cobrar comisiones.
Es impensable que Villegas los llame para “sugerir” la salida de periodistas, de anclas, de opinadores, en fin, esos métodos utilizados en los gobiernos anteriores a Chávez, desterrados en esta era.
Al menos, no lo creo, y venidos de un mentiroso compulsivo y patológico como Capriles, menos.
rubenmarcano@gmail.com
Periodista
