El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró durante la cumbre de los líderes del Grupo de los Veinte (G20) que el mundo se enfrenta a una 'emergencia climática sin precedentes'. Brasil, por su parte, agregó, hace todo lo posible para proteger el medio ambiente.
"La falta de compromiso con el medio ambiente nos lleva a una emergencia climática sin precedentes", destacó el mandatario brasileño.
Lula subraya que el calentamiento global cambia los patrones de lluvia y eleva el nivel del mar. Las sequías, inundaciones, tormentas e incendios, agregó, se hacen cada vez más frecuentes y "socavan la seguridad alimentaria y energética".
"Si no actuamos con sentido de urgencia, estos impactos serán irreversibles", indicó.
En este contexto, recordó que en la Conferencia de Copenhague sobre el Clima en 2009, los países ricos se comprometieron a aumentar a 100.000 millones de dólares anuales su ayuda a los Estados del sur para la lucha contra el cambio climático, la promesa que nunca se ha cumplido.
"No tendrá sentido que el mundo rico llegue a las COP del futuro alardeando de sus reducciones de emisiones de carbono si se siguen transfiriendo responsabilidades al Sur Global", enfatizó.
Lula añadió que las energías renovables, la industria verde y la agricultura con bajas emisiones de carbono, entre otros, deben "generar empleos e ingresos, incluso para las comunidades locales y tradicionales".
"El G20 debe impulsar este esfuerzo, respetando el concepto de responsabilidades comunes pero diferenciadas y valorando las tres convenciones de Río 92: clima, biodiversidad y desertificación", resaltó.