Declaración de fuerzas políticas, sindicales y sociales

Lula, Maduro y Xi Jinping: los nombres confirmados para la cumbre de la Celac en Argentina

Argentina será la anfitriona de una cumbre de la Celac con una amplia convocatoria, aunque con las ausencias confirmadas de los presidentes de Ecuador, México, Nicaragua y Perú. El encuentro tendrá, además, la participación, de forma virtual, del presidente de China, Xi Jinping.

La VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) reunirá a una enorme mayoría de los Estados miembros, según informó el Gobierno argentino, organizador del encuentro en esta oportunidad.

Entre los asistentes se destaca el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien tiene menos de un mes al frente del Ejecutivo y en los primeros días de su gestión ha formalizado su reingreso al bloque regional. La participación de Brasil en la CELAC había sido suspendida por su antecesor, Jair Bolsonaro (2019-2023), en 2020.

Además del presidente argentino, Alberto Fernández, anfitrión del evento, ya han confirmado su asistencia los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Chile; Gabriel Boric; de Bolivia, Luis Arce; de Honduras, Xiomara Castro; de Cuba, Miguel Díaz Canel y de Venezuela, Nicolás Maduro.

El evento no contará con la presencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pero tendrá a su canciller, Marcelo Ebrard. Entre los ausentes también se encuentra el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, quien también enviará a su canciller, Denis Moncada.

En la misma línea, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, anunció que no concurrirá a la cumbre por "motivos de agenda", según confirmaron fuentes del Gobierno argentino a la prensa local.

Tampoco se espera la llegada de la presidenta de Perú, Dina Boluarte. Si bien reforzar la presencia de Perú en el escenario internacional era una prioridad para el Gobierno de Boluarte, la mandataria se ve impedida de viajar por la crisis política y social que atraviesa su país.

En el caso de López Obrador, el presidente ha realizado escasos viajes al exterior durante su mandato, entre los que se incluyen cuatro viajes a Estados Unidos, una gira por Centroamérica y una visita a Cuba.

Sin embargo, entre Ecuador y Argentina se han desarrollado tensiones en el último tiempo debido al pedido de asilo político que ha realizado el Gobierno argentino para acoger a la exministra ecuatoriana de Transporte y Obras Públicas durante la Administración de Rafael Correa (2007-2017), María de los Ángeles Duarte Pesantes, sobre quien pesa una sentencia de ocho años de prisión por el delito de cohecho en el caso Sobornos.

Otra de las ausencias de la cumbre será la del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien no fue invitado por el Gobierno argentino.

En línea con los intentos de Celac de promover una visión "multipolar", el Gobierno argentino también había extendido invitaciones al presidente de China, Xi Jinping, y al mandatario estadounidense, Joe Biden. La Cancillería argentina confirmó a la agencia Télam que Xi Jinping participará de la convocatoria, aunque de manera virtual. Biden, en tanto, enviará al encuentro Christopher Dodd, asesor presidencial especial para las Américas, según confirmó el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello.

Además, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, sostuvo que se prevé reanudar a la brevedad un mecanismo de diálogo creado a nivel ministerial entre Rusia y América Latina, que persigue la cooperación mutua y esperó que "la Celac alce su voz" para abordar cuestiones clave que busquen un "mundo multipolar".

El resultado final de la cumbre sigue siendo imprevisible, aunque para el miércoles Fernández tiene previsto una serie de reuniones bilaterales clave. Una de ellas será con el norteamerciano Dodd y luego recibirá al presidente cubano Díaz Canel. La cercanía de ambas reuniones alimenta las incógnitas sobre el posible interés del mandatario argentino de meter la cuchara en el descongelamiento de las relaciones entre ambos países que fue promovida en 2014 por Jorge Mario Bergoglio cuando llevaba un año y medio como el primer Papa argentino.

Entre las 33 delegaciones estarán los presidentes de Bolivia, Luis Arce; de Chile, Gabriel Boric; de Honduras, Xiomara Castro y de Colombia, Gustavo Petro, además de la asistencia de Abdo, Lacalle Pou, Maduro, Díaz Canel y Mottley. Los demás países estarán representados por sus cancilleres.

La agenda internacional de Fernández no terminará este martes, continuará el 29 con la visita del canciller alemán Olaf Scholz, que llegará al país como parte de una visita regional, aunque se encontrará con el presidente para abordar la provisión de gas argentino. Los detalles de esa cita se mantienen bajo reserva, pero la diplomacia alemana ya pidió que el cierre de esa visita incluya una conferencia de prensa con los dos mandatarios para concretar un anuncio regional.

La Cumbre de los Pueblos elevará un documento y se movilizará al Sheraton

Fuerzas políticas, centrales sindicales, organizaciones y movimientos sociales realizarán un foro social, emitirán una declaración conjunta y marcharán hacia el hotel Sheraton, donde deliberarán los presidentes reunidos en la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) que se desarrollará este martes 24 de enero en Buenos Aires.

Las acciones de la Cumbre de los pueblos incluirán el Encuentro CELAC Social que se desarrollará el lunes a las 14 en el Museo Malvinas, ubicado en el predio de la ex ESMA, y culminará el 24 de enero con una movilización que partirá desde Cerrito y avenida Santa Fe a las 12.

La iniciativa es impulsada por los partidos integrantes del Foro de San Pablo, y participarán por Argentina El Frente Grande, la CTA de los Trabajadores; CTA Autónoma; Confederación General del Trabajo de la República Argentina CGT-RA; UTEP; Movimiento Evita; Frente Transversal Nacional y Popular; Partido Comunista de la Argentina; Partido Solidario; Partido Intransigente; FORJA; Somos Barrios de Pie; Organizaciones Libres del Pueblo; Corriente Clasista Combativa; Movimiento Territorial Liberación; MP La Resistencia, entre muchos otros.

Estas organizaciones elaboraron junto a sus pares de la región una declaración de cinco páginas en la que parten del diagnóstico de un mundo en situación de crisis estructural, de disputa hegemónica y de crisis ambiental, «que presenta nuevos desafíos para el sistema internacional en general y para América Latina y el Caribe en particular». «La unidad de América Latina y el Caribe es una condición para alcanzar la verdadera independencia; consolidar a la región como una zona de paz, tomar un sendero de desarrollo que dé fin a las inaceptables brechas con los países centrales; obturar la posibilidad de que nuestra geografía devenga un territorio de disputa entre potencias ajenas a ella; garantizar la estabilidad política», añade.

El documento incluye una serie reclamos al organismo regional: «Es necesaria una Nueva Arquitectura Financiera Internacional, orientada al desarrollo productivo con inclusión social, que debería comenzar con una fuerte revisión del proceso de endeudamiento salvaje de nuestros países por parte de los centros financieros y sus agentes especulativos, así como diseñar estrategias donde el repago de las deudas soberanas recaiga en los actores económicos que se han beneficiado de estos procesos».

Las demandas incluyen encarar la «cuestión de la extranjerización de la tierra en la región», condenar los golpes de Estado, en especial el de Perú y el reciente intento en Brasil, y contemplan una condena «a los recientes intentos de magnicidio de la expresidenta y actual vicepresidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de la actual vicepresidenta de Colombia, Francia Marquez».

«Demandamos la promoción, por parte de los gobiernos de la CELAC, de procesos de democratización de los poderes judiciales en América Latina y el Caribe, que se encuentran cooptados por intereses internacionales y locales que no corresponden con los de nuestros pueblos, para así dar fin al disciplinamiento social, la criminalización de la pobreza, la juventud y la protesta, así como a la persecución político-judicial o guerra jurídica contra los y las líderes populares», señala el texto en relación al lawfare.

También demandan «la liberación de todos los presos políticos y todas las presas políticas en la región» y mencionan en particular a la dirigenta argentina Milagro Sala.

Declaración de fuerzas políticas, sindicales y sociales en el marco de la cumbre de mandatarixs de la VII Cumbre de la CELAC

El lunes 23 comienza la Cumbre Social de la CELAC, anticipando la reunión de presidentes y presidentas que se reunirá el martes 24. En el primer encuentro que será anticipado por una conferencia de prensa, se tratarán diversas y sentidas reivindicaciones nuestroamericanas que se expresan en el documento que publicamos. El martes por la mañana, las organizaciones presentes en la Cumbre Social marcharán hacia el hotel Sheraton donde deliberarán los mandatarios y mandatarias.

Declaración de fuerzas políticas, centrales sindicales, organizaciones y movimientos sociales, en el marco de la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado de la Comunidad de
Estados de América Latina y el Caribe (CELAC)

Considerando:

Que el mundo se encuentra hoy en una situación de crisis estructural, de disputa hegemónica y de crisis ambiental, que presentan nuevos desafíos para el sistema 
internacional en general y para América Latina y el Caribe en particular.

Que la unidad de América Latina y el Caribe es una condición para: alcanzar la verdadera independencia; consolidar a la región como una zona de paz, en el sentido expresado en la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz aprobada en la II Cumbre de la CELAC, en La Habana, Cuba, el 29 de enero
de 2014; tomar un sendero de desarrollo que dé fin a las inaceptables brechas con los países centrales; obturar la posibilidad de que nuestra geografía devenga un
territorio de disputa entre potencias ajenas a ella; garantizar la estabilidad política; Que América Latina y el Caribe es indiscutiblemente un territorio plurinacional;
Que América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo, lo cual se vio agravado por la pandemia de la COVID-19 y la guerra en Ucrania;
Que América Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo, lo cual condiciona severamente su desarrollo y autonomía política.

Este problema trasciende la no menor cuestión de la carga de la deuda (pago de intereses, por ejemplo), sino que además afecta dimensiones económicas y sociales fundamentales, con consecuencias distributivas, de empleo, de precariedad laboral, de género y sobre la seguridad social. Es innegable, en este sentido, la responsabilidad de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) en tanto instrumentos de una estrategia de sometimiento de los países periféricos al capital transnacional, con el destacado apoyo de los EEUU, en alianza con grupos locales.
Que América Latina y el Caribe tiene una deuda histórica con los derechos laborales y humanos;

Que la democracia en América Latina y el Caribe está amenazada por nuevas formas de desestabilización y quiebres institucionales, a partir de la voluntad de actores domésticos y ajenos a la región de instalar democracias tuteladas funcionales a intereses anti-populares.

Que la unidad de nuestra región debe construirse desde el pie, con la participación protagónica de las fuerzas políticas y las organizaciones y movimientos sociales.
Celebramos:

La realización de la VII Cumbre de la CELAC y la vocación y el compromiso de los gobiernos de la región en avanzar en un camino de mayor integración regional, así como en posiciones conjuntas en temas clave de las agendas global y regional, en pos de los intereses de nuestros pueblos.

Declaramos:

Que es imperioso que la CELAC sostenga un posicionamiento firme en relación
con la finalización de la guerra en Ucrania, articulando todos los recursos
diplomáticos disponibles en aras de un diálogo político que lleve a la paz en esa
región del mundo, asumiendo los compromisos pertinentes respecto al
sostenimiento de un orden internacional multilateral basado en el derecho
internacional. En ese sentido, es imperioso que se detengan los avances de la
OTAN en la zona, así como la inclusión de Ucrania en esta organización.
Rechazamos toda forma de colonialismo o neocolonialismo en América Latina y
el Caribe.

Denunciamos que la base de la OTAN, representada por Gran Bretaña, en el
territorio usurpado a la República Argentina, representa un peligro para toda la
región y forma parte de un dispositivo de dominio anglosajón más amplio y
ambicioso sobre la región. Exhortamos a los gobiernos de la CELAC a tomar las
medidas necesarias para poner fin pacíficamente a esta situación, al amparo del
derecho internacional.

Reafirmamos los legítimos derechos soberanos de la República Argentina sobre
las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos
circundantes y el Sector Antártico Argentino, en el sentido en el cual fue
establecido una vez más por la CELAC en la Declaración Especial de septiembre
de 2021.

Repudiamos todo bloqueo ejercido contra cualquier país de la región, y
demandamos no solo la finalización de los bloqueos actualmente existentes sino
la definición de mecanismos de reparación a los pueblos que los sufren. Con
relación al caso de los 62 años de bloqueo a Cuba, exigimos que los EEUU
apliquen la resolución votada en treinta oportunidades en la Organización de las
Naciones Unidas de levantarlo. Asimismo, demandamos que EEUU retire a Cuba
de la arbitraria lista de patrocinadores del terrorismo internacional en la cual la ha
colocado. En el caso específico del bloqueo a Venezuela, se destaca el hecho de
que impide que el Astillero Río Santiago, en Argentina, cumpla con su
compromiso de entregar el buque petrolero Eva Perón y la continuidad de su
construcción gemela, el buque Juana Azurduy.

Solicitamos a los gobiernos de la CELAC iniciar acciones coordinadas para
desmantelar las bases militares instaladas por EEUU en América Latina y el
Caribe. En el año en que se cumplen 200 años de la Doctrina Monroe, condenamos
fuertemente lo que ella implica y cualquier tipo de injerencia en nuestra región
por parte de EEUU.

Demandamos que la CELAC tenga una voz concertada en cuanto a las
transformaciones necesarias de la arquitectura financiera internacional y la deuda
externa de los países. Es necesaria una Nueva Arquitectura Financiera
Internacional, orientada al desarrollo productivo con inclusión social. Esta Nueva
Arquitectura Financiera Internacional debería comenzar con una fuerte revisión
del proceso de endeudamiento salvaje de nuestros países por parte de los centros
financieros y sus agentes especulativos, así como diseñar estrategias donde el
repago de las deudas soberanas recaiga sobre los actores económicos que se han
beneficiado de estos procesos, y no sobre el conjunto de los sectores populares de
la región. Acuerdos tributarios entre países, para detectar la fuga de capitales de
los grandes especuladores de origen local, es el primer paso para construir un
espacio monetario más soberano.

Consideramos imperioso que se encare con decisión la cuestión de la
extranjerización de la tierra en nuestra región, un flagelo que se ve agravado por
la actual disputa hegemónica global. En ese sentido, advertimos sobre la gravedad
y el riesgo generado con los procesos de extranjerización de tierras y espacios
marítimos y fluviales en beneficio de empresas estatales, privadas o individuos
ajenos a nuestra región. Existe la posibilidad de que se constituyan en
instrumentos de la apropiación y el saqueo de nuestros recursos naturales y la
excusa para la intervención de poderes extranjeros.

Abogamos por una integración regional que constituya el mejor instrumento para
fortalecer la soberanía y la autonomía de nuestra región, para que los destinos de
este territorio sean definidos democráticamente según la voluntad de sus pueblos.
Condenamos los golpes de Estado que han tenido lugar en la región.

Recientemente, el perpetrado en Perú y el intento en Brasil. Asimismo,
condenamos los recientes intentos de magnicidio de la ex presidenta y actual
vicepresidenta de la Argentina, Cristina Fernandez de Kirchner, y de la actual
vicepresidenta de Colombia, Francia Marquez.

Buscamos que sea promovida una integración regional que fortalezca la
independencia económica de América Latina y el Caribe, disminuyendo los
condicionantes económicos externos a partir de una inserción internacional y
acuerdos regionales que creen y fortalezcan capacidades productivas y
tecnológicas propias, en pos de una reducción de las brechas de desarrollo con los
países centrales. Demandamos que se desande el sendero de acuerdos de libre
comercio y tratados bilaterales de inversión que han sido perjudiciales para
nuestros países.

Es imperioso encarar la cuestión de la crisis climática, con un posicionamiento
firme de la CELAC en relación a las responsabilidades comunes pero
diferenciadas en esta cuestión, promoviendo a nivel global una transición justa.
Sostenemos que se deben retomar los principios y mandatos reconocidos en las

Declaraciones de la II, III, IV, V y VI Cumbres de la CELAC relativos a la
generación de trabajo digno y productivo, la reducción de las desigualdades, el
establecimiento de salarios mínimos vitales y su elevación progresiva, la
protección, asistencia y seguridad social, la eliminación del trabajo infantil, el
fortalecimiento de la educación técnica y la formalización profesional, la
promoción de la igualdad y la equidad de género, la empleabilidad juvenil, el
fomento a la libertad sindical y a la negociación colectiva, el respeto al derecho
de huelga y el fortalecimiento de la administración del trabajo. Creemos en la
necesidad de que la CELAC adopte una Carta Sociolaboral Latinoamericana, de
modo de garantizar a través de un instrumento internacional, una serie de pisos
mínimos en materia de derechos laborales que obligue a los Estados parte a
comprometerse con respetarlos y a no promover ninguna reforma legislativa que
los vulnere. Asimismo, demandamos la defensa de los sistemas previsionales
públicos y de reparto.

Con base en los compromisos adoptados en la resolución sobre la inclusión de un
entorno de trabajo seguro y saludable en el marco de la OIT, relativos a los
principios y derechos fundamentales en el trabajo, solicitamos a los jefes y las
jefas de Estado de la CELAC que promuevan la elaboración de una hoja de ruta
de América Latina y el Caribe sobre Seguridad y Salud en el trabajo y la creación
de un grupo de trabajo técnico para el diseño de la hoja de ruta.

Afirmamos que sin igualdad de género no hay justicia social, por lo que resulta
necesario el compromiso de los Estados en la generación de las condiciones que
aseguren el pleno ejercicio de los derechos y libertades a todas las personas, en
especial a mujeres y diversidades. Reclamamos medidas urgentes para erradicar
las violencias de género.

Demandamos la protección de las personas migrantes y sus familias, según los
instrumentos del derecho internacional que rigen en la región.

Demandamos la institucionalización de espacios permanentes de diálogo de los
gobiernos con las organizaciones y movimientos sociales, así como de
participación de la sociedad civil organizada. La región cuenta con un importante
acervo al respecto que es central recuperar prontamente. Retomamos la demanda
presentada ante la VI Cumbre de la CELAC que tuvo lugar en México, en la
declaración Abierta de organizaciones sociales de América Latina y el Caribe que
llama a encaminar junto con los gobiernos un espacio de diálogo sobre las grandes
tareas y desafíos que tiene nuestro continente.

Demandamos la promoción, por parte de los gobiernos de la CELAC, de procesos
de democratización de los poderes judiciales en América Latina y el Caribe, que
se encuentran cooptados por intereses internacionales y locales que no
corresponden con los de nuestros pueblos, para así dar fin al disciplinamiento
social, la criminalización de la pobreza, la juventud y la protesta, así como a la
persecución político-judicial o guerra jurídica contra los y las líderes populares.

Demandamos la liberación de todos los presos políticos y todas las presas políticas
en la región, sin cuya liberación no hay democracia real. Exigimos la liberación
de la dirigenta argentina Milagros Sala.

Demandamos la creación de un ámbito para la elaboración de estrategias
comunicacionales conjuntas, que no sólo permitan formular políticas y desarrollar
actividades frente a las noticias falsas (fake news), y las propias acciones de las
grandes corporaciones de medios con un claro sentido de dominación, sino que
también refleje y exprese el bagaje cultural latinoamericano, las experiencias
organizativas, las luchas populares, las historias de resistencia, la vida cotidiana
de los pueblos.

Demandamos que la CELAC active todos los dispositivos y la coordinación
necesaria para garantizar la plena vigencia de los derechos humanos en la región.
Demandamos que los Estados garanticen los derechos económicos, sociales y
culturales de los Pueblos Originarios, reivindicando la Plurinacionalidad de
Territorio de América Latina y el Caribe.

Demandamos que la región dé una respuesta propia a la cuestión haitiana,
respetando el principio de no intervención y el derecho del pueblo de Haití a
definir soberanamente su destino.
Reafirmamos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y abrazamos
a su pueblo reclamando que se ponga fin a toda forma de colonialismo en ese
territorio.

Nos comprometemos a articular la solidaridad y la organización de los pueblos
para la realización efectiva de lo aquí demandado y con el sostenimiento en el
tiempo de espacios como la CELAC social.

Buenos Aires, Patria Grande, enero de 2023

Adhieren: Fuerzas políticas, centrales sindicales, organizaciones y movimientos sociales
de América Latina y el Caribe.

Con información de Sputnik News / Tiempo.com.ar / ResumenLatinoamericano.org



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