La Liga Internacional Socialista (Lis-Isl) que agrupa a algunas decenas de partidos de la izquierda no estalinista en los distintos continentes, se ha pronunciado frente a la ola de manifestaciones que vienen ocurriendo en Cuba y a la respuesta represiva del gobierno de Díaz-Canel. Se posicionan "junto al pueblo en las calles", y "contra la represión de la burocracia", pero al mismo tiempo condenan al bloqueo sostenido por los Estados Unidos contra el país caribeño y califican de "oportunismo del imperialismo" el intento de aprovechar las "protestas legítimas" para sus propios intereses de dominación.

En un artículo publicado en la prensa digital de la Lis, Alejandro Bodart y Vicente Gaynor  https://lis-isl.org/2021/07/13/cuba-junto-al-pueblo-en-las-calles-contra-la-represion-de-la-burocracia-y-el-oportunismo-del-imperialismo/ exponen que la salida de miles de cubanos a las calles para protestar desde este 11 de julio, obedece básicamente a la falta de comida, de medicamentos y a los cortes de luz son la expresión de "una profunda crisis económica, agravada por la pandemia y el bloqueo canallesco del imperialismo yanqui", pero que tiene que ver con " la política de restauración capitalista y el ajuste salvaje" aplicado por el propio gobierno.

Por ello, condenan que la respuesta sea "una brutal represión, dispersando las movilizaciones con palos, gases lacrimógenos y cientos de arrestos", así como también rechazan que el presidente Miguel Díaz-Canel haya tildado a las protestas de "acciones de desestabilización política" impulsadas por Washington y que llamase a sus seguidores a salir a las calles a enfrentarlas, propiciando la violencia entre sectores del pueblo cubano.

La Lis entiende que indudablemente "el imperialismo intenta aprovechar la movilización y su permanente intervención encuentra expresión en algunas consignas y carteles", pero que "es falso que sea el imperialismo el impulsor de la masiva y extendida movilización que estamos presenciando". Atribuye lo que está sucediendo al "hartazgo auténtico y espontaneo del pueblo trabajador cubano contra la opresión burocrática y la bronca contra el ajuste que viene aplicando". Dicen que se trata de un "levantamiento de características históricas".

Sostiene su repudio al bloqueo que sostiene Estados Unidos contra Cuba desde hace décadas y considera que "juega un rol muy importante en las penurias que se viven en la isla", pero insiste en que es la política gubernamental, sobre todo en los últimos años, lo que que ha deteriorado las condiciones de vida y han vuelto la situación insoportable para la mayoría de la población.

Se refieren en concreto a lo que llaman "el proceso de restauración" (capitalista) que se viene acelerando en la última década, "a partir de las reformas de Raúl Castro que implicaron el despido de 600.000 empleados públicos entre 2010 y 2014, el ingreso de la actividad privada en ramas como la hotelería y el transporte, la ley de inversiones de 2014 que autorizó el ingreso de empresas con el 100% de capital extranjero y la entrega a productores privados de un tercio de las tierras estatales en usufructo, entre otras medidas, coronadas por la reforma constitucional de 2018 que otorgó reconocimiento constitucional a la propiedad privada de los medios de producción y la inversión extranjera". Aseguran que "la creciente apertura capitalista ha intensificado la dependencia económica de los dólares que ingresan por el turismo, por lo cual la retracción producto de la pandemia asestó un golpe durísimo a la economía de la isla".

No vacilan, los autores de este documento de la Lis, en afirmar que "el gobierno cubano respondió al estilo de los mejores gobiernos capitalistas: ajustando nuevamente al pueblo" y con represión a las manifestaciones de descontento, en vez de buscar maneras democráticas de manejar el problema.

Mencionan que, profundizando ese rumbo "pro-capitalista", Díaz-Canel y Raúl Castro anunciaron una unificación de la tasa de cambio que significó una devaluación de 2400% y que en el Aniversario de la Revolución, el 1ro de enero, entró en vigencia un paquete de medidas de "supresión de gratuidades innecesarias", las cuales redujeron drásticamente las políticas sociales y públicas.

Señala el material de la Lis que la profundización de la crisis económica ha generado una combinación de inflación, desabastecimiento de comida y otros bienes básicos, así como de y largos apagones de energía, lo que se ha combinado con un alto pico en la pandemia de Covid ( 6000 contagios diarios). Para esta internacional de partidos revolucionarios, todo esto se ha sumado al "hartazgo acumulado contra el autoritarismo del régimen de partido único", y opina que esa es la explicación de que miles de cubanos estén saliendo a las calles a exigir respuesta, y no la conspiración imperialista, aunque dan por supuesto que "Estados Unidos intentará sacar provecho de la bronca legítima del pueblo cubano, como hace en todo el mundo contra los gobiernos con los que confronta".

Pero no por ello la Lis desconoce la lucha de sectores masivos del pueblo cubano, aunque considere "indispensable oponerse a cualquier injerencia del imperialismo y denunciar el cinismo del principal ajustador y violador de derechos humanos del mundo". Por eso, mientras rechaza la injerencia y al bloqueo imperialista, se niega a que eso signifique brindar apoyo al gobierno y al régimen político cubano, que para la Lis "se ha embarcado en una restauración capitalista el estilo de China, ajuste tras ajuste mediante y una represión desenfrenada a su pueblo cuando reclama en defensa de sus derechos".

Tienen convencimiento de que el imperialismo "se fortalecerá en Cuba en la medida que el gobierno continúe desilusionando a su pueblo y los revolucionarios no se postulen como una alternativa a la restauración y a la falta de libertades de los trabajadores para decidir su destino". Esto es para la Lis lo que el imperialismo intenta aprovechar para avanzar en su agenda.

Piensan que si no surge una alternativa a la restauración capitalista es posible que el gobierno cubano termine derrotando las movilizaciones, "imponiendo una represión y un ajuste más cruento, como hemos visto en Nicaragua y Venezuela".

Por todo ello, este agrupamiento internacional de partidos socialistas, no estalinistas, apuesta a "que la movilización gire hacia la izquierda y avance hacia una revolución política que recupere un rumbo socialista e instale un régimen de democracia obrera en Cuba". Y, una condición que entienden como fundamental para que esto suceda, es "que los revolucionarios apoyemos los legítimos reclamos del pueblo cubano, y a los militantes de izquierda que … son reprimidos y encarcelados".

Agresión y detención a un manifestante cubano

Entre los que han salido a protestar en Cuba en los recientes días, se encuentran activistas que se autodefinen como revolucionarios, de izquierda y comunistas, pero que no concuerdan con las políticas del partido y del estamento que ejerce el poder.

La Lis rechaza que sean tachados como "agentes de la CIA" los que han sido arrestados, y menciona que entre éstos hay activistas socialistas como Frank García Hernández, historiador marxista y miembro de Comunistas Blog, Maikel González Vivero, activista LGBT+ y director de la revista Tremenda Nota, o Antonio Pérez Fernández, estudiante que ya había sido detenido por llevar un cartel que decía "socialismo sí, represión no". Los autores de la nota recuerdan que desde hace mucho tiempo los sectores marxistas críticos del gobierno cubano vienen siendo hostigados y reprimidos, opinando que, si estuviese viva Celia Hart Santamaría, revolucionaria crítica, con la cual mantuvieron estrecha relación política, "también estaría arrestada. Existen grupos de izquierda y comunistas en Cuba que no comparten las políticas y el rumbo llevado por el gobierno del Partido Comunista cubano, como lo refleja la participación con carteles de izquierda en las protestas y la edición de páginas web (en este momento bloqueadas por el gobierno) como https://www.comunistascuba.org/2021/07/reclamo-por-la-libertad-de-los.html

Cierra el documento de la Liga Internacional Socialista oponiéndose rotundamente a toda injerencia imperialista, en defensa incondicional de la independencia de Cuba y en favor de la lucha por derrotar el bloqueo de Estados Unidos. Pero, a la vez, remarca el apoyo al "derecho del pueblo cubano a manifestarse en defensa de sus legítimos reclamos y en contra del ajuste y la restauración capitalista que impulsa el gobierno y el régimen burocrático", por lo que exige la liberación inmediata de los presos por manifestar y defiende los reclamos y libertades democráticas que el gobierno cubano le niega.