No hay evolución real moral de Rockefeller a Donald Trump. Solo involución

En este momento en que Estados Unidos ha llevado a la humanidad a una crisis global producto de sus esfuerzos por prevalecer sobre la totalidad de los países y naciones se hace necesario, desde mi punto de vista, visualizar como uno de los factores complementarios de la crisis económica es la crisis en su sistema moral y de valores. Este sistema o subsistema, perdió la capacidad de contención de aquellas conductas que interrumpen el desarrollo armónico de lo social y lo politico con lo económico.

Para los marxistas clásicos y los dialecticos de Hegel, Gramscianos, esta integración inseparable entre todos los sistemas es una oportunidad única de verla en funcionamiento en situaciones de crisis. Y es que en el devenir nacional de los Estados Unidos no ha ocurrido desde Rockefeller a Donald Trump, una evolución ética hacia valores que puedan ser bienvenidos por toda esa sociedad y servir además de instrumento para su buscada dominación mundial.

¡Cuál ha sido el factor que ha posibilitado que la moralidad en Estados Unidos, según encuestas, es percibida como en declive por una mayoría de la población? Y ¿Por qué un creciente número de estadounidenses consideran que los valores morales están empeorando? Esta percepción negativa se extiende a través de diferentes grupos demográficos y políticos, aunque los republicanos tienden a ser más pesimistas que los demócratas.

Siempre según los sondeos e internet, un número récord de estadounidenses, incluyendo un 83%, cree que los valores morales del país están empeorando. Las encuestas muestran que la percepción de deterioro ha aumentado significativamente desde 2007, cuando un 82% de los estadounidenses veía una caída en la moralidad.

La respuesta a la pregunta de arriba es que simplemente está reflejando la moral real de la clase dirigente de los Estados Unidos, ricos, empresarios y súper ricos, como ellos se comportan regularmente en su vida diaria y social, fuera de las relaciones de poder y que por lo tanto es la que proyectaran cuando les toque ejercerlo. No hay otro origen para la moral.

Y el deterioro señalado es condicionado por el poder ilimitado que tienen a lo interno de su país y en lo externo porque su dominación mundial, no encuentra barreras físicas perdurables a su expansión.

La dinámica interna de la clase burguesa norteamericana la lleva a su destrucción moral, y a conductas desquiciadas, delirantes, sin freno y tal como decía Carlos Marx parafraseando a Hegel, la burguesía lleva en su seno el germen de su propia destrucción. Y estas conductas delirantes se manifiestan igualmente en las características de la política exterior de los Estados Unidos.

Nelson Rockefeller, que tenía muchas empresas en Venezuela una vez dijo al llegar a Maiquetía, Venezuela huele a oro. Era tenido en su momento por el hombre más rico del mundo, falleció dos años y seis días después de finalizar su mandato como vicepresidente. El ataque cardíaco ocurrió a última hora de la tarde en presencia de Megan Marshack, una asistente de 25 años. Él tenía 70 años. Murió en 1979, oficialmente por un infarto mientras trabajaba en su oficina. Pero la verdad es que falleció en un apartamento privado, acompañado por su asistente 50 años menor que él.

Así Rockefeller, símbolo de la élite industrial, impulsor del aparato industrial militar, gran auspiciador de la Guerra de Viet Nam, cayó como un personaje de tragedia griega, ante la opinión pública.

Décadas después, Donald Trump navega su propia tormenta que él hace más ruidosa. Su relación con Jeffrey Epstein. el financiero acusado de tráfico sexual a gran escala entre los poderosos del mundo, se ha convertido en un laberinto de negaciones, cartas obscenas, vuelos compartidos y frases como "nunca tuve el privilegio de ir a su isla". Le faltó agregar la famosa frase del Mazo Dando, "ni lo volveré a hacer". Trump, que alguna vez lo llamó "terrific guy", algo así como muy bueno, maravilloso, ahora se presenta como el crítico moral, el que lo echó por "robarle empleados". Pero el problema es que hay documentos, fotos, que revelan otra cosa: una danza prolongada entre el poder, el abuso y el placer.

Trump ha sido acusado por al menos 19 mujeres de abuso sexual, condenado por difamación y abuso en el caso de E. Jean Carroll, y vinculado a figuras como Epstein y Diddy en contextos de acoso y abuso. Aun así, millones lo apoyan electoral y fervientemente. ¡El salvará a los Estados Unidos! dicen.

Así, que se puede establecer un paralelo no solo como hombres poderosos, sino entre sus precipicios, en dos épocas separadas en el tiempo y en el espacio. En contexto completamente diferentes, pero unidos por la continuidad en la moral de la clase dominante. Rockefeller todo en secreto hasta su muerte. Trump lanzando su conducta por todos los medios, al mundanal ruido.

Y el silencio moral de la población de Estados Unidos.



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Oscar Rodríguez E


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