Doctora Cristina Fernández de Kirchner

Atentado contra la señora vicepresidenta de la Nación

En las redes sociales (digitales), no en los grandes medios sociales de comunicación, desde los sectores de la derecha argentina, circula profusamente la idea de que el atentado fue autoprovocado, sin decir por parte de quien, habiendo sido el objetivo el de poner en el centro del debate político la predominancia de la Vicepresidenta de la Nación.

Personalmente no "creo" que haya sido una intencional invención maquiavélica, pero, reitero que "creo", porque no tengo evidencia empírica ni científica alguna. Y, así como afirmo desde "mi creencia", valga tal apelativo al de la oposición liderada en particular por Juntos x El Cambio.

Empero, propongamos la hipótesis de que el atentado haya sido consecuencia de un artificio maquiavélico. Lo que más importa aquí es la "manifestación popular masiva" en repudio al magnicidio. La figura central, a mi criterio, entonces, no es la de Cristina Fernández de Kirchner, aunque no pueda negarse su trascendencia. La figura central, aquí, es la de un pueblo que "ha sentido" que, durante los gobiernos de los Kirchner, vivieron "mejor", mientras que dicho bienestar se ha debilitado fuertemente desde 2016 hasta la actualidad. Es decir, lo que importa es el "sentir" del pueblo, aunque sea no preciso y, probablemente, hasta a veces confuso. Obviamente, más allá de lo que expresan los economistas del orden establecido.

Si bien lo que se encuentra en el tapete es la "figura" de la señora, lo que más importa es el "sentir" de un pueblo. Ese pueblo ni es estúpido, ni cabeza de termo, como se dice en las redes, ese pueblo tiene un "sentir", aunque como comunidad se encuentre fragmentado.

Los hechos acontecidos recientemente impactan sobremanera, por lo que valga algún tipo de aclaración.

La explicación realizada excede a las interpretaciones liberales. Desde esta óptica se nos ha enseñado que la historia es de los individuos, nunca de las comunidades. Y dentro de tal paradigma discursivo, en general, deambulan todos los medios de comunicación y todos quienes se asumen en un espectro partidario u otro. Michel Foucault nos enseñó que es posible una historia de la locura o de la sexualidad. ¿Por qué no, también, una historia de los pueblos o de las comunidades? La perspectiva que pretendo es totalmente diferente a la enunciación de instituciones o de individuos.

A partir de finales del siglo XVII y el siglo XVIII surge la ilustración. Aclaremos: un fenómeno exclusivamente eurocéntrico, es decir, se mira al ser humano desde ahí, desconociendo que el mundo no se reduce a la Europa occidental. Es por ello que rechazo la concepción lo racional del mismo Kant, aunque reconozco sus valiosísimos aportes. En tal sentido, también rechazo el mismo concepto de "emancipación", mientras que prefiero el de "liberación", que es tan antiguo como los textos del Antiguo Testamento, la Biblia.

Cuando hablo de pueblo, ello excede a la racionalidad, a una racionalidad eurocéntrica, que además incluye la irracionalidad. Mas bien refiero a una especie de "senti-pensar", pensar que va más allá de lo teórico.

Separata, del texto:

A propósito del Bicentenario: ¿emancipación o liberación?

A propósito del Bicentenario: ¿emancipación o liberación?

Mientras algunos festejaron los "500 años del descubrimiento de América", otros criticaron el genocidio de los pueblos originales, olvidando las políticas hacia los pueblos originales sobre-vivientes en nuestro presente histórico. En nuestro caso, el Bicentenario, ¿qué habría que festejar hoy día?, ¿qué no olvidar?, ¿qué luchar en contra y qué luchar a favor de un proceso de liberación con sentido utópico? ¿Nos hallamos en camino?

Vayamos a la siguiente reflexión. No oculto mi predilección más por la idea de liberación que por la de emancipación. Cuando aludimos a la celebración en cuestión, también a la emancipación, en este caso de España. Y emancipado es el adulto. Emancipar (en latín emancipare) significa libertar de la potestad paterna, de la tutela o de la servidumbre, compuesto de ex "fuera", manus "mano" o "potestad" y capere "aprehender". En latín adultus quiere decir crecido. La referencia, entonces, es a la mayoría de edad. Y se es mayor para considerarse a sí mismo como autor de los propios actos.

Immanuel Kant afirma en ¿Qué es la Ilustración?, que la salida del hombre de la minoría de edad requiere de la libertad de hacer uso público de la razón, lo que producirá el tránsito hacia la madurez, la emancipación de la humanidad. Uno mismo es culpable de la minoría de edad "debido a la pereza y la cobardía", y en ello incurre la mayoría de los hombres. Es la razón de los doctos de la Europa moderna y colonialista.

Nos dice el filósofo: "Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y ante la totalidad del público del mundo de lectores". Es la razón europea, blanca, masculina, adulta, docta, colonial, que actualmente nos vende la denominada "posmodernidad" conservadora, que reconocería múltiples racionalidades, diferencias, verdades débiles al decir de Gianni Vattimo, pero sin reconocer la forma del colonialismo del poder a través de la supuestamente incuestionable "única razón" del capitalismo neoliberal globalizado de base financiera, sin perfil ético alguno, y los valores culturales que refuerzan su legitimidad.

A modo de conclusión. El término emancipación de la América española o el de emancipación latinoamericana, en última instancia, es ideológico. ¿Por qué? Oculta. ¿Qué? El logro del estado de adultez señala derechos, liberación necesita de luchas. La emancipación implica rituales que significan el ingreso a un estado de derecho, ámbito de lo formal. La liberación supone combate, proceso en función de logros a conseguir, cuyo valor se encuentra en la finalidad o meta del accionar, ámbito de la praxis, y es esto último lo que se vela como punto de partida de la interpretación. Valga la pena aclarar, al modo de hipótesis de trabajo, que los actores de la década del diez del siglo diecinueve no hacían referencia a la emancipación al mencionar la propia praxis en los sucesos de mayo, más bien tiene que ver con una producción explicativa posterior al período mencionado, con fuerte influjo de la razón europea ilustrada ajena a toda perspectiva decolonial.



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Miguel Andrés Brenner

Investigador, Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Profesor en Institutos de Formación Docente Argentina


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