Cuando los precios del petróleo
estaban a 140 dólares el barril y el pueblo de Venezuela, con la actitud
caritativa que lo enaltece, ayudó a mitigar las necesidades económicas
de muchos países vecinos, a pesar de nuestras propias carencias, yo
defendí por escrito y en mis discusiones con los oposicionistas al
actual gobierno, esa actitud del Presidente Chávez. Porque creo, repito,
recogía el sentir de nuestro bravo pueblo.
Cuando los precios del petróleo
se dispararon en los años 70, durante el primer período de Carlos
Andrés Pérez, todos los venezolanos apoyamos los acuerdos del pacto
de San José que contemplaba condiciones especiales para la comercialización
del petróleo con nuestros países hermanos de Centro América y el
Caribe, que estaban terriblemente afectados con la subida de precio
de los combustibles. En esa época incluso le regalamos un barco a Bolivia,
en señal de nuestros fervientes deseos por que ese país lograra una
salida al mar. Se ayudó a Cuba y se le compró grandes cantidades
de cemento para la construcción de las empresas básicas de Guayana
y de la expansión de la represa del Guri, a pesar del embargo norteamericano
contra esa nación caribeña.
Cuando el actual gobierno decidió
ayudar a Bolivia, un pueblo con gigantescas necesidades de todo tipo,
las protestas fueron retóricas, y pasaban por la transparencia de las
ayudas que se otorgaban, pero nadie protestó en serio, claro había
mucha plata entrando al tesoro de Venezuela producto de los altos precios
de los hidrocarburos. Y además nosotros somos así, bondadosos. Ganamos
un salario mínimo que no nos alcanza para nuestras propias necesidades,
pero damos limosna a cualquier necesitado que se nos atraviesa en los
semáforos o en el metro.
Ayudamos a Nicaragua, una república
empobrecida, con un presidente acusado de todo, pero bueno, los
nicaragüenses son nuestros hermanos y ellos no tienen la culpa, o si
la tienen, tampoco es justificación para no ayudarlos en sus necesidades.
Así, que tampoco protestamos.
Incluso ayudamos a Ecuador
un país miembro de la OPEP, exportador de petróleo cuya moneda
es el dólar y cuyo presidente es graduado en USA. y de socialista no
tiene casi nada. Hasta ayudamos a Argentina, un país mucho más poderoso
que nosotros, pero que pasaba por una difícil situación financiera,
igual que Venezuela en este momento. Tampoco protestamos, somos
así de buena gente. Además, utilizar el petróleo como estrategia
geopolítica es válido, todos los países productores lo hacen.
Pero saben que me molesta,
por no decir otra cosa, que al limosnero del metro a quien yo ayudo
con mi salario básico, después de recoger todas sus monedas del día
se monte en tremendo carro y se marche a su casa. Porque entones me
ha tomado por pendejo y me ha estafado. Se ha burlado de mi nobleza
como diría el chapulín colorado. Evo con su avión de 40 millones
de dólares nos ha estafado y se ha burlado de nosotros, por lo menos
de mí, que nos devuelva los reales.
Puerto La Cruz, 28 de julio de 2010
cjcarpio44@hotmail.com