Revoluciones pacíficas: Dos momentos

Las actuales limitaciones socio políticos y económicos de las revoluciones armadas, obligan a los pueblos a elegir gobiernos por elección popular y a estos ha elegir cual de esos valores quedara por debajo de un nivel de opción que justifique la entrada del otro y cual de ellos se concretara realmente. De estos dos posibles cursos hay que elegir el que se pueda materializar, y que el costo político-social sea igual a los valores que de otro modo se podrían obtener.

Los tipos de valores existentes en el sistema que se pretende cambiar y los nuevos valores revolucionarios, materiales y no materiales, económicos, políticos, religiosos, deben ser enfocados por el pueblo y por el gobierno en una planificación que perdure permitiendo a la transición, el soporte de una estructura social que sea causa y efecto de una revolución.

Aceptando que, a raíz de las condiciones impuestas al pueblo, comúnmente tiene lugar en la masa un ordenamiento de opciones dadas. Solo en el mundo de la fantasía todos los deseos de los hombres son susceptibles de satisfacerse, pero en el mundo real solo se puede materializar aquellos para cuyo logro el gobierno tiene poder natural sobre el pueblo, es decir, si su aceptación es de un 70% mínimo a su gestión.

Las revoluciones pacificas, no son revoluciones. En revolución el tecnocratismo son grupos de funcionarios conscientemente manejados y la masa es una sociedad, no dos, ni tres. Adaptada a los cambios o en proceso de adaptación. Los obreros y campesinos juntos son desarrollo popular con la autogestión incluida, identificada con el modelo revolucionario que orienta a la sociedad organizada en el proceso, esto es conducta revolucionaria.


Estas mal llamadas revoluciones pacificas, son un tema muy de moda en Sudamérica, igual que el real y alarmante desequilibrio POLITICO, parece ser el pretexto más importante para los gobiernos, que dedicarse a transformar los sistemas económicos y sociales mediante un cambio con el pueblo. No para el pueblo, esta demagogia se la vive a diario en el sistema capitalista. Ofreciendo al problema revolucionario dos opciones de carácter permanente.

Primero, cuando nos referimos a revoluciones pacificas, nos referimos a algo abstracto y no a un cambio profundo en base a una unidad ideológica y política.

Segundo, tampoco hay una relación directa entre una formación social revolucionaria que apunte a un tipo de socialismo… en este siglo, por la globalización energética y sus consecuencias políticas económicas.

En este contexto pretender ser una potencia hemisférica, significaría vincular a la sociedad a la tecnología, en un desarrollo industrial, equivalente ha sostener la estructura de clases vigentes y todos los demás subsistemas al mismo concepto de clases sociales con relación a la producción. La tecnología es un sistema de adaptación rico para el actual sistema capitalista. Con el actual modelo pacifico, sin definición política y pobre en información, seria un proceso dependiente del mismo monopolio oligárquico industrial y comercial, siendo esta la preocupación mayor del llamado a la oligarquía

para el reimpulso industrial.

Es importante entender el uso que se hará de este llamado para sostener las clases sociales, lo importante en revolución no solo son la producción, la economía, por mas relevantes que sean en el sistema. Así como se lleva la política y por el hecho de que las masas crean sistemas dando forma y sentido a una experiencia cultural, siguiendo instrucciones sin tener la capacidad de discutir realmente sobre las normas, las ideas, quedan ahí, no pasan de ser ideas, para saber hacia donde van y cuando llegaran. A más de ser una característica humana la curiosidad o el interés, es importante el conocimiento para la reflexión y la conciencia de lo que se hace.

El punto es el plano económico colectivo con conocimiento ideológico socialista en base a una planificación de gobierno, transformando el sistema económico capitalista que va de la producción al consumismo engordando el neoliberalismo de la oligarquía por la interdependencia comercial aun vigente, especuladora, desestabilizadora, vivita y coleando.

No porque estemos en un proceso pacifico y estamos en construcción revolucionaria y no hay modelos socialistas para basarnos se puede seguir con la improvisación socio económica, estando casi siempre al contragolpe. Este es un aspecto de planificación central, que no se logra llevando al pueblo cada año a las urnas; el conocimiento de lo que se quiere realizar debe estar ya en manos del pueblo y del gobierno, el desorden administrativo socio político y económico de las estructuras públicas, indica la separación entre dos niveles administrativos, gobierno, alcaldías- gobernaciones, con los consejos comunales. Dos aspectos políticos, Chávez, ministros-alcaldes- gobernadores. Dos aspectos económicos, revolucionario y neoliberal, dos niveles en cuatro sociedades, pobre, media, alta y nueva.


Los niveles entre revolución y cambio político actuale, son lo mismo que decir, funcionamiento y transformación social, plantean dos aspectos que no pueden ser separados.

Uno, la creación de un cambio cultural a través del conocimiento, una construcción cultural que no se puede demorar 100 años so pretexto del socialismo del siglo XXI. Es muy diferente la apreciación al respecto, estando en el gobierno como funcionario, allí puedes decir que el proceso durara 50 o 100 años, porque tienes trabajo y sueldo, muy diferente la perspectiva del pueblo. Y es que tampoco estamos en un tipo de conocimiento sistémico pensando en términos de aprendizaje y transformación, tampoco lo tenemos en términos de integración social o estructura revolucionaria.

Dos, es que si no hay experiencia cultural, que es conocimiento, por lo tanto no hay creatividad social, esta no puede estar en manos de una solo persona, por mas que lo intente, con conocimiento convencido, ya no estoy tan seguro de eso, tarde o temprano será desbordado, porque la auto transformación es colectiva. Se acumulo fuerza política, se acumulo fuerza económica en reservas, se han nacionalizado algunas empresas, pero no hay transformación revolucionaria en la política. Si no hay transformación en el gobierno, las sociedades seguirán en el estancamiento neoliberal, porque la nueva elite con la sociedad esta dividida, y no crea un modelo cultural nuevo con el ejemplo, siguen alejados del pueblo, solo se acercan por orden presidencial, no por vocación revolucionaria o humanista. El problema esta que esta nueva clase de gobierno popular, no revolucionario, actúa en nombre de algo que no existe y que en nueve años se transformo en un nuevo grupo privado, es una nueva clase.

Esta clase tiene dos caras. La clase dirigente y dominante identificada con el proceso y con sus intereses, esta misma dualidad se encuentra en el pueblo, la posición defensiva del abstencionismo, y al mismo tiempo es ofensiva al luchar contra los intereses privados de esa nueva clase dirigente. Fenómeno similar a la de los sindicatos, que aglutinan a dos tipos de obreros. Los no calificados con su actitud cultural a la defensiva y los obreros calificados que llevan el timón de las protestas de una sociedad en nombre de la producción y de sus intereses, con el transcurrir del tiempo, la clase obrera también esta dividida, como la sociedad. En estos procesos pacíficos se permiten las excusas mas alarmantes, “la corrupción no es de ahora, el burocratismo es de la cuarta, la violencia siempre existió, el conformismo es de nosotros, así somos” y nosotros seguimos llamándola revolución, si dejamos de llamarla revolución, estoy seguro, gran parte de los problemas básicos, entre el gobierno y “las sociedades” se terminan.

La palabra proceso es una palabra prestada y peligrosa, depende de quien, como, y para que es utilizada, por lo general se la utiliza para evadir respuestas concretas, “estamos en proceso”, esta palabra también es aprendizaje, es enseñanza, es crecimiento, es resultados, es transformación social, mas importante que el capital, aunque este es un factor igual de importante, Pero en transición, lo importante es la capacidad de utilizar y manejar lo social, con información por los medios de comunicación, creando nuevos métodos de producción dependientes entre si. Ciudad- campo, ya que se supone es una planificación publica, no privada. Pero he aquí el punto, planificación.

Ninguna planificación dará resultado con la actual clase tecnocratica, nueve años después, la experiencia y el conocimiento, les permite manipular el cambio, por el otro lado insisten en la transformación cultural, esta tecnocracia de los miembros del gobierno, esta definida por el consumo del sistema neoliberal, no han querido apartarse de ese sistema, su nuevo estilo de vida se lo impide. Y por la información que entregan, su vestuario, léxico, organización, es claro que en la integración de la sociedad, para lograrlo se requiere de convencimiento ideológico, para definir su política y la política publica.

Estos procesos pacíficos, así como van son muy lindos para el que tiene recursos y los que ya llegaron a tenerlo, pero debemos puntualizar, no son revoluciones, son gobiernos definidos por una gran participación popular, sostenida por una expectativa de cambio, por las obras publicas realizadas, pero distan mucho de ser revoluciones socialistas.


rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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