En la medida que pasa el tiempo; escribir conceptos revolucionarios, sin sentir que traicionas a los camaradas que en silencio gritan en las calles su desesperación y se cuestionan por que no entienden cuando siendo crítico, tienes que guardas silencio sobre las debilidades que sabes están afectando la especie; se hace cuesta arriba.
No es que todo el planeta esté mal; es que el pensamiento obliga a los comprometidos a ser críticos; buscando siempre con el refuerzo, la mayor suma de felicidad posible.
La mayoría de los países en el mundo vienen sufriendo el desgaste del daño intencionado que causa el capitalismo y aunque el socialismo muestra síntomas de crecimiento y desarrollo; en otros los efectos de la descomposición son grietas demasiado profundas, que afectan los más limpios principios.
Las contradicciones creadas son tantas, que se hace sospechoso analizar sin ser etiquetado, sin visualizar la debacle como problema mundial, dónde la falta de políticas acertadas en los centros de poder, convierten las debilidades en desesperanza.
Cuesta mantener una opinión crítica, sin delatar está forma contradictoria de conducir el proyecto y pone en riesgo el análisis (aunque sustentados) de los años que llevamos en lucha; tratando de establecer un sistema que nos permita encontrar los caminos viables a la mayor suma de felicidad posible.
Los pasos exigidos por las comunidades del mundo, requieren formación de un nuevo tiempo: que permita confirmar, sin medias tintas. que el capitalismo en el mundo es el mayor obstáculo para preservar la especie y cada error está aportando para acabar con la humanidad; se debe observar con el poder instintivo de un pensador promedio; la capacidad que ha desarrollado el imperialismo para mutar y envenenar las mentes más débiles, engañando con el fashion que produce el deslumbramiento que usan los imperios.
Para un pensamiento equilibrado cuesta aceptar que el capitalismo sin lo social, tiende a auto flagelarse y lo material se traga cualquier intento dónde prevalece la propuesta de equilibrio y borra los aporte, para encontrar el buen vivir que se ha perdido por la influencia mal sana de los acumuladores de riqueza: que tienen como fin la explotación, para lograr el beneficio sin importar consecuencias.
No sé le puede seguir estirando la esperanza a los desesperados, sin enseñarles a hacer esfuerzos para que puedan imaginar lo cerca que puede estar la solución de una vida más digna de la que hasta ahora hemos podido mantener.
La individualidad en el espacio del tiempo es pasajera y solo va dejando en la historia un hueco que no mostrará ningún valor en el tiempo, que pueda aportar para formar a las generaciones futuras la posibilidad de seguir manteniendo la especie; dónde la naturaleza solo espera y necesita cuidado y la conservación que podamos darle ahora y no es precisamente de riqueza materiales mal habida, sino de valores para entender que SIN PATRIA NO QUIERO VIDA.
HAZTE CONCIENCIA.