Brasil tampoco aprende. Ya no es solo Argentina la que esta ensartada en la política norteamericana que la ha llevado al suplicio, sino que Brasil que viene de atravesar, no solo el país sino su presidente las horcas caudinas de la derecha nacional-imperialista que lo mantuvo por largos años en los oscuros calabozos de su sistema carcelario para después quedar plenamente comprobado que no había cometido ningún delito.
Es de allí de donde Brasil debería sacar sus elementos de interpretación de las situaciones políticas que viven o atraviesan nuestros países y no de las bellas declaraciones imperialistas de respeto a la democracia y a los derechos humanos.
Es un elemento además que nos demuestra la fuerza de chantaje y extorsión que tiene los Estados Unidos que hasta el país más grande de América Latina con un historial horrendo de violación no solo de los derechos humanos sino de todo tipo de derechos por los gobiernos pro imperialistas como el de Bolsonaro, es el que pierde la capacidad de análisis e interpreta las situaciones según los intereses de los Estados Unidos, para dar una imagen de unidad en la condena a nuestro país con el argumento de violar derechos, que además no tiene, a una candidata terrorista que está condenada a la suspensión de sus derechos políticos desde el año 2015.
En primer lugar hay que recordar que los terroristas no tienen esos derechos por la sencilla razón que un estado no puede darle derecho a una organización vinculada a países extranjeros para que lo intervengan y lo destruyan, a los cuales hay que limitar si se quiere preservar la integridad de la población y evitar situaciones de horror como los que se generaron en Alemania, por respetar derechos políticos de Hitler.
Actualmente el imperialismo atraviesa una etapa en que prácticamente cualquier situación representa un enorme peligro para su hegemonía y su dominio. Así la democracia es impedida por las oportunidades que abre de acceso de sectores populares al poder, como es el caso actual en Perú y cuando pierden las elecciones las desconocen abiertamente cantando fraude, muchas veces por adelantado como ha sucedido en Venezuela.
Se espera de Brasil y de su Presidente una posición lúcida y no dejarse llevarse por interpretaciones periodísticas o de redes, ya que ellos acusan al gobierno venezolano de impedir la participación de la candidata del terrorismo. ¡Pero ella lo sabía desde 2015! ¡Porque se auto engañan ¡ Todos los candidatos que no pudieron inscribirse fue por la única y simple razón de que no cumplieron con las normas electorales que son necesarias cumplir en Venezuela, para lanzarse como candidato presidencial y participar en las elecciones.
El Gobierno de Venezuela no necesita hacer nada para impedir que los candidatos de la oposición e inclusive los terroristas se inscriban como candidatos en las elecciones presidenciales. Sencillamente ellos no pueden y no saben inscribirse en el CNE.
Pero Brasil no se informa con el gobierno venezolano, que es un gobierno amigo de Brasil y puede informar claramente de la situación política nacional y todas las dudas que se les presenten a los brasileños. ¡Brasil no debe seguir a la vera del imperialismo, esperamos más de ellos!
