El mito de la democracia (2)

La monarquía: se entiende por monarquía la organización de un territorio en el cual la jefatura y la representación suprema son ejercidas por una sola persona, quien, a título de rey, recibe el poder por vía hereditaria y podrá trasmitirse del mismo modo. Surge aquí uno de los grandes mitos de esta forma de gobierno para sojuzgar a los súbditos, se trata de la doctrina del derecho divino de los reyes. Esta doctrina reposa en la idea de que la autoridad de un rey para gobernar emana de la voluntad de la deidad del pueblo que gobierna, y no de ninguna autoridad temporal, ni siquiera de la voluntad de los súbditos ni de ningún testamento. Los pilares que sostenían las antiguas monarquías eran la aristocracia dueña de las tierras y del dinero, del poder de las armas en manos de los nobles y del poder espiritual no temporal (la iglesia). Modernamente existe en algunos países las monrquía constitucional donde están presente los tres poderes, entre ellos el legislativo ejercido por el parlamento.

La monarquía tiene origen mítico se le atribuye, según la tradición, que fue creada por Rómulo hijo de Marte dios de la guerra y de Rea Silva una de las vírgenes vestales (sacerdotisas de la diosa Vesta durante la antigua Roma). Este rey configuró el primer ordenamiento de la ciudad de Roma. Muchos son los ejemplos de gobernantes de la antigüedad que se consideraron hijos de dios, es el caso de los faraones y algunos profetas como Jesús quienes se declaraban herederos de Dios, el inca Manco Capac hijo del dios Viracocha o algunos gobernantes mayas quienes tenían relación directa con los dioses, u otros como Moisés quien se comunicaba con Dios sin intermediario, o en caso romano cuyo senado proclamó al emperador Domiciano como dios viviente.

Se puede referir que las primeras monarquías de la historia surgieron en los tiempos remotos, luego que los seres humanos adoptaran la vida sedentaria en el neolítico, gracias a las prácticas de la agricultura. Los primeros reinados de los que se tiene registro provienen de la cultura sumeria en el 3000 aC.

De la monarquía heredamos muchos mitos compilados en diversas obras, unas en los llamados libros de caballerías, otros en los cuentos para niños que nos refieren la lucha de príncipes que vencen dragones o que despiertan con un beso a bellas durmientes. Así mismo el rey David, el hijo de Isaí de la tribu de Judá, quien cuando joven, debido a su valentía mató a un león, a un oso y al gigante filisteo Goliat, finalmente fue escogido y ungido para ser rey de Israel. Otro rey del cual se han escrito diversos libros, hasta se han filmado películas de su vida es el rey Ricardo Corazón de León, quien aparece en los filmes de Robín Hood. Así mismo, pasó al imaginario colectivo de Europa como un héroe mítico, un rey fabuloso quien abandonó su reino para luchar en las Cruzadas, de la cual regresó para recuperar su corona ante la ambición de su hermano Juan sin Tierra. Fue conocido por su valentía y su siempre disposición a combatir las afrentas, también por su crueldad. Era despiadado en las guerras donde luchó, sometiendo a los vencidos a severas represalias. Son muchas los mitos derivados de monarquías personificados en reyes, reinas, príncipes y princesas.

Una de las herencias de la monarquía, que no corresponde a la fantasía de las novelas de caballería, ni la las ficciones de las peliculas, fue la despiadada capacidad para actuar contra los pueblos africanos, asiáticos, americanos y australianos, de tal manera que se apoderaron de sus riquezas, sus tierras, esclavizaron a sus pueblos originarios y convirtieron a sus habitantes en mercados cautivos para venderles sus productos acabados. Esas monarquías europeas se convivieron a larga en verdaderos imperios ejerciendo una hegemonía tal, que la monarquía inglesa se convirtió en el Imperio Británico que dominó el 35 % de las tierras del planeta. De las monarquías actuales podemos destacar la del Vaticano, cuyo rey o papa goza de la infalibilidad y su autoridad proviene de Dios y no de los hombres, en el sentido que un papa recién elegido no recibe su misión de manos humanas sino del Espírito Santo. Es parte de la mitología de la monarquía vaticana.

Imperio: es la organización política de un estado que extiende su domino a otros pueblos y por lo general tiene el poder centrado en una persona llamada emperador. Entre los más famosos fueron el imperio británico, el romano, el mongol, el ruso, el español, el chino, el japonés, el persa, el bizantino, el de los otomanos, el de los omeyas y el francés. Fueron muchos los emperadores o emperatrices que gobernaron en el planeta con su respectivo título según el lugar donde gobernaban, entre los que se pueden destacar, el emperador español o rey; el zar ruso; el sultán otomano; el soberano celestial japonés; el rajá en la India; el darayawus de Persia, aquel que apoya firmemente el bien; el césar romano; el huángdi en china; el kahn mongol; el soberano que gobierna sobre otros reyes (Rey de reyes) o grandes príncipes en un extenso territorio. Podemos nombrar varios emperadores o emperatrices que dejaron su impronta en la historia universal, por ejemplo Julio César, Caligula, Gengis Kan, Ciro, Napoleón, Jinmu emperador de Japón, el emperador Yan de China, Cixe la viuda, la última emperatriz china, Elizabeth (Sisi) la emperatriz de Austria, la reina Victoria de Inglaterra, Catalina de Rusia, Iván el terrible, Osman I, los reyes Católicos, Alejandro Magno, Constantino…Muchas mentiras y verdades registran los libros de historia sobre emperadores(as) sicópatas, asesinos, perversos, valientes guerreros, libertadores, magnánimos, héroes, borrachos, mujeriegos, cornudos…

Así como de las monarquías se tejieron numerosos mitos, al igual se puede referir sobre el imperio. Por ejemplo, de Napoleón se comentó que fue un gran estratega de pequeña talla, a pesar que se según algunos estudiosos del personaje medía 1,68 m por encima de la medida de sus conciudadanos; según se comentó durante muchos años que el emperador francés fue envenenado por los británicos, cuando en realidad, según estudios médicos serios murió de cáncer en el estómago. Plutarco, un historiador al que le concedieron la ciudadanía romana afirmó que de Alejandro Magno sus biógrafos no muestran a un hombre sino a un dios. Según afirmaba el cronista del macedonio que nunca se conocerá su apariencia real, dado que sus escultores y pintores reproducían las mismas figuras de una docena de otros efebos que se pueden ver en cualquier museo. Se cuenta que Alejandro estaba convencido de su naturaleza divina, se presentaba en los banquetes vestido como el dios Ammon. Sus funcionarios, a sus conocidos triunfos y a sus dotes de guerra, le añadieron las más insospechadas formas de propaganda política, mucha fue camufladas bajo refinadas experiencias artísticas. Lo primero que me voy a referir de Julio César el emperador romano fue que no nació por cesárea, además, los historiadores clásicos y la medicina refiere que el triunfador de las Galias era epiléptico, la cual fue considerada como un halo divino, como si fuera una intervención de los dioses. La reputación del guerrero fue puesta en entredicho cuando sus enemigos afirmaban que el líder romano era un asesino, petulante quien mandó asesinar a su madre y a sus dos esposas Claudia Octavia y a Popea Sabina. Mientras que otros aseguraban que Julio César era un dictador democrático De Isabel de Baviera (Sisi) de Austria se sabe que detrás de su belleza se escondía a una mujer bulímica, vigoréxica y depresiva, nunca encontró su sitio en la rígida corte de Viena. Pese a su hermosura legendaria, vivió presa de melancolía hasta que murió víctima de una puñalada en el corazón, con un estilete, en manos de un anarquista italiano.

Debo resoaltar que las vetustas monarquías europeas con el tiempo se convirtieron durante los siglos XVIII, XIX y XX en malignos imperios como el británico, el francés, el español, el portugués, holandés, austrohúngaro...causando mucho daño en América, Asia, Australia y África, destruyendo sus culturas, instituyendo la política de la colonia, robando las riquezas, esclavizando a sus habitantes e imponiendo la cultura del colonizador.

Como se ve lo anterior es un breve resumen de unos cuantos mitos y verdades escritos sobre los emperadores que gobernaron con mano dura buena parte del planeta. Faltaría espacio para reflejar las numerosas ficciones que glorifican o degradan la imagen de tales gobernantes.



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Enoc Sánchez


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