Binóculo N° 334

10 de enero, punto crucial

El general Hamilton Morao, estrenado vicepresidente de Brasil, y, a decir por sus declaraciones, más fascista de su jefe Jair Bolsonaro, acaba de soltar una declaración nada desdeñable. Asegura el personaje que el año entrante habrá un golpe de Estado en Venezuela y que, además, Brasil debe encabezar la "fuerza de paz" de los Cascos Azules ordenada por Naciones Unidas, pues fueron los cariocas quienes se mantuvieron por diez años en Haití. Como si Haití hubiera salido de su desgracia por la presencia de ellos.

Cuando un personaje de una de las diez naciones más importantes del mundo, en tamaño, población y economía, da semejantes declaraciones, es de suponer que no lo hace motus propio, ni únicamente con el consentimiento del recién electo presidente. Es sin duda, una vocería acordada y decidida conjuntamente con el imperio. No de gratis la visita de Mike Pense a varios países de la región en julio pasado, presionando para una acción contra Venezuela. Y mucho menos, un poco desapercibida para los medios, la estadía de John Bolton el 29 de noviembre, nada menos que el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, quien nomás pisar tierra carioca, declaró que "Estados Unidos busca respaldo de Bolsonaro para presionar al gobierno bolivariano presidido por Nicolás Maduro".

En mi columna del 20 de noviembre, escribí: Venezuela vive la más "desbastadora guerra económica, que no es un juego y aunque muchos se empeñen en negarlo, existe. Primero ocurrió puertas adentro. Comenzó con las empresas venezolanas que desde el 2005 iniciaron un lento proceso de disminución de la producción, hasta los cierres masivos que estamos viviendo hoy día. Recuerdo clarito que la primera embestida fue la desaparición de la leche de los anaqueles de los supermercados. Y también recuerdo un discurso de Chávez, a propósito de esto, en donde alertaba a la dirigencia chavista de la nueva estrategia del enemigo. En ese preciso momento nacieron los Pdvales y pdvalitos.

Fue la única vez que vi una respuesta estratégica a una arremetida tan precisa como es una guerra económica, causante de la caída de muchos gobiernos en el mundo". Y todo responde a un plan, hábilmente orquestado, una arremetida que literalmente disuelve cualquier ingreso que puedan tener los venezolanos. Salarios, políticas de bonos y asistencia, aumentan al ritmo de la inflación injustificable que impone el dólar negro. No hay forma de explicar por qué un cartón de huevo cuesta 700 soberanos en la mañana, y en la noche habla Maduro, aumenta el salario y al otro día aparece el mismo cartón de huevos a 1.400. Y es obvio que eso no es casual, y mucho menos que corresponda a una dinámica de la economía, sino al hamponato de comerciantes, banqueros y mafia organizada, en complicidad con funcionarios delincuentes incrustados en el gobierno y en el chavismo.

A ese panorama, debemos sumarle los resultados electorales de ayer, cuya abstención ronda el 80% y que será la excusa de la oposición internacional (recuerden que no hay oposición nacional organizada en Venezuela) para decir que el gobierno no es legítimo. Y más allá de las discusiones que pudieran darse en torno a si sí, o si no, lo cierto es que la oposición internacional utilizará todos los organismos internacionales, la OEA de primero, para iniciar una arremetida, que de inmediato permita exigir la salida de Nicolás. Y que, por cierto, no se trata únicamente de Venezuela. Lo intentaron en Nicaragua con una Guarimba tan agresiva que dejó decenas de muertos y muchos millones en pérdidas, en donde la razón real es detener la construcción de Canal que le daría una ventaja envidiable a los chinos.

Y en este momento, lo vuelven a intentar en Bolivia, encabezado por el gobernador de la provincia de Santa Cruz, quien dirige una derecha fascista que usa la svástica como logo. Los varones del norte iniciaron una campaña por dividir a la nación, maldiciendo a los nativos y llamando públicamente a asesinar a Evo Morales. Y a ello debemos sumarle la disminución de los precios del petróleo, que algunos estiman no será por mucho tiempo, debido a la pelea casada que tiene Estados Unidos con Irán y que mantiene una fuerte tensión en el área, pero que siempre presiona los precios, además del invierno en Europa que muchos indican será terrible a partir de enero.

En esa misma columna del 20 de noviembre, escribí: "En aras de la verdad, Venezuela vive uno de los peores momentos en toda su historia. Porque entre el desastre interno de un gobierno que no puede combatir el bachaquerismo, la ineficiencia ni la corrupción; y una guerra económica, y ahora debemos decir, también financiera, que es a muerte, puede ocurrir cualquier cosa. Y todo apunta a que, sea como fuere, la violencia será inevitable… y probablemente, indetenible". De tal manera que el diez de enero, fecha de la juramentación de Maduro, será un día memorable. La situación es sumamente complicada. Y en mi opinión, el gobierno lo ha manejado con inteligencia, sumado a la experiencia que como diplomático tiene el presidente.

Eso le ha permitido declaraciones tan fundamentales como la del presidente Putin, quien manifestó su rechazo ante cualquier intento de expresión terrorista contra Venezuela y objetó todo intento de cambio de la situación por la vía de la fuerza. Esa declaración del líder ruso, deberá ser tomada en cuenta por las Naciones Unidas a la hora de tomar cualquier decisión, a pesar de los deseos de Morao y Bolsonaro.

En otros tiempos, la Unasur hubiera emitido declaraciones contundentes en contra de tales pretensiones, pero ya sabemos que aquel hermoso sueño de los noventa, podríamos decir que los acabaron a sangre y fuego, aunque por vías "judiciales". Esperemos vivir para ver el futuro.

Caminito de hormigas…

Pregunta: de dónde sacará dinero Leocenis García para la campaña sostenida de su mesianismo en las televisoras por cable, vendiéndose como potencial figura presidencial. Para nadie es un secreto que un minuto en televisión cuesta fortunas.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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