Sin lucha revolucionaria de los pueblos no surgirá una sociedad alternativa al capitalismo

Hemos visto con preocupación declaraciones de altos funcionarios del gobierno bolivariano, referidas al supuesto “derrumbe del capitalismo” que estaría produciéndose a través de la crisis económica que en estos meses ha recaído a niveles similares a los vividos en 2008-2009. Al respecto puntualizamos lo que hemos afirmado desde hace ya varios años: el capitalismo mundial no se va a derrumbar por sí mismo. Debe ser derribado a consecuencia de la lucha revolucionaria de los trabajadores y los pueblos del mundo.

Estar creyendo que es una cuestión de tiempo, para presenciar –como si viéramos una película- la caída del capitalismo-imperialismo globalizado que nos domina desde hace varios siglos, es una ilusión propia de ingenuos. Mientras no se constituya una referencia societal que se postule como alternativa y vaya ganando espacios territoriales concretos en la lucha de clases mundial, el capitalismo siempre encontrará otros caminos para garantizar la continuidad de su dominación.

El socialismo sólo podrá hacerse realidad en la medida en que se constituya en una referencia de poder político para las grandes masas de trabajadores en todo el mundo, y que vaya conquistando victorias (tanto políticas como militares) que debiliten al mismo tiempo el poderío de la burguesía mundial. El dominio del capitalismo financiero, de las grandes multinacionales, del complejo militar-industrial yanqui, de sus organismos multilaterales (FMI, BM, OMC), de las grandes potencias del G-7, no va a sucumbir debido a la crisis actual. Por lo contrario, la estrategia de estos centros del poder mundial apunta a fortalecer su dominación en la medida en que nos deslizamos por el tobogán de la recesión y posible gran depresión económica que se anuncia.

La estrategia de los países imperialistas es imponer una dictadura mundial que violente todas las máscaras “democráticas” y toda la legalidad internacional que se instauró luego de la segunda guerra mundial. Y por ahora no existen fuerzas revolucionarias que tengan la capacidad de impedirlo. Esas fuerzas hay que construirlas en cada uno de los países, promoviendo una política revolucionaria que no alimente falsas esperanzas de “soluciones negociadas” con los representantes del capital.


cruzcarrillo2001@yahoo.com


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Roberto López Sánchez

Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Profesor Titular de la Universidad del Zulia (LUZ) con ingreso en 1994. Licenciado en Educación (LUZ, 1994). Magister en Historia (LUZ, 2005) y Doctor en Ciencias Políticas (LUZ, 2013). Actualmente dicta 6 materias en la Licenciatura de Antropología en LUZ: Historia de América; Historia de Venezuela; Intercambios Económicos; Poder y Movimientos Sociales; Culturas Afroamericanas; y Modo de Vida e Identidad Nacional. Ha dictado seminarios a nivel doctoral y nivel maestría en universidades venezolanas; y seminarios de Historia de Venezuela en universidades de Chile y España. Actualmente coordina la Unidad Académica de Antropología. Ha dirigido proyectos de investigación a través del CONDES-LUZ, y CLACSO. Línea de investigación: estudio de los movimientos sociales. Ha publicado más de 50 trabajos científicos. @cruzcarrillo09

 @cruzcarrillo09

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