Salvemos a Venezuela con medidas Económicas Revolucionarias

Repunte del PIB en medio de la pobreza y grave Crisis Económica.

La situación económica en Venezuela es un nudo gordiano que aprieta el pecho de millones, con el pueblo de cabeza baja, buscando cómo estirar el salario en bolívares que se evaporan como niebla al sol, mientras Trump persiste con su acoso demencial y las autoridades económica-monetaristas no "dan pie con bola", a pesar del anunciado crecimiento del Producto Interno Bruto ( PIB).

El crecimiento macroeconómico económico mide la capacidad productiva por persona de la economía, es decir, se trata de un promedio donde unos pocos pudieran producir mucho y así aprovechar la riqueza, mientras que las mayorias pudieran no lograrla.

Por eso los economistas más destacados del mundo se han concentrado en el desarrollo microeconómico, que es el aumento de las riquezas de un país reflejado en el bienestar de su población, especialmente en los más pobres.

Tal parece que el equipo económico en Venezuela no se está concentrando en supervisar la actuación de los agentes económicos individuales, cuyo objetivo primordial sería lograr un equilibrio microeconómico que permita satisfacer las necesidades directas de la población.

Recordemos que los factores fundamentales de la hiperinflación han sido la caída de los ingresos por concepto del desplome de los precios de exportación petrolera, que hoy siguen con esa tendencia, la consecuente merma de las reservas internacionales y la depreciación del bolívar, básicamente impulsados por las medidas coercitivas unilaterales y los distintos tipos de bloqueos, incluido el financiero, que todavía arremeten contra Venezuela y su pueblo.

Trataré de descargar mi opinión clara, y al final, propuestas concretas para salir del hoyo. No soy un mago, pero sí un observador atento de estos líos, lo he demostrado.

¿Repunte del PIB vs Inflación y escasez: ¿contrasentido o ilusión óptica?

Sí, hay un contrasentido aparente, pero no es magia ni milagro: es más bien un espejismo. El gobierno anuncia un crecimiento del PIB alrededor del 8,71% en el tercer trimestre de 2025, (proyecciones 2025 del FMI de 3% y las del gobierno un 8%), impulsado principalmente por un rebote en la producción petrolera, 16,12% (gracias a alianzas con Chevron y China) y de actividad no petrolera del 6,12%.

Pero esto no se traduce en "ingresos mejorados para las grandes mayorias del pueblo en bolívares", debido a:

- El PIB crece en un mar de pobreza:

El PIB mide la producción total promedio por persona, no distribución de los ingresos. En Venezuela, el 80% de la economía sigue atado al petróleo, que genera divisas para el Estado y la empresa privada, pero no bolívares estables directos para la gente. La producción interna ha repuntado un poco (agricultura, manufactura ligera), pero la hiperinflación pasada (que llegó a 130.000% en 2018) y la actual (alrededor del 136-172% en 2025, según Trading Economics) devoran cualquier ganancia.

Resultado: quienes solo cuentan con el salario mínimo (unos 130 bolívares al mes, equivalentes a 0,60 dólares) no les alcanza ni para una docena de huevos. Si bien el sueldo mínimo dejó de tener relevancia para la fijación de las remuneraciones en el sector privado, sí tiene un efecto en el sector público, el más rezagado en ese sentido, con malestar creciente de sus trabajadores.

El gobierno anunció el 30 de abril de 2025 que incrementaba una remuneración discrecional que paga el estado a sus empleados, denominada ingreso de guerra económica de $90 a $120, pagadero en bolívares e indexada al tipo de cambio oficial.

En tanto, el bono de alimentación (conocido como cestaticket) se mantiene igual al equivalente a $40, que se debe pagar en bolívares indexado a la tasa de cambio oficial. En total, un empleado publico recibe un ingreso total de unos $161,5.

En promedio a nivel nacional, las remuneraciones del personal obrero son de $235 mensuales, los profesionales y técnicos obtienen $520 y el personal gerencial $1.123.

La Canasta Alimentaria Familiar de Cendas-FVM para marzo 2025 fue de 526 dólares.

Sobre esa base, economistas independientes reportan un 80% de pobreza.

- Escasez de divisas como talón de Aquiles:

Sin divisas suficientes (reservas en unos 10-12 mil millones de dolares, pero con deudas de 150 mil millones), no puede haber importaciones de bienes esenciales. El "crecimiento" es frágil: economistas independientes advierten de una posible contracción del -4% en 2025, si caen más los precios del petróleo o se endurecen sanciones.

Ecoanalítica habla de caída del PIB en 4,1% e inflación al 289% para fin de año. El pueblo decae porque el repunte beneficia más a grupos productivos reducidos del sector privado y algunos otros conectados al Estado, pero no permea, porque no resuelve directamente el acceso a la canasta básica que necesita el pueblo de a pie para sobrevivir.

En resumen: No hay producción interna suficiente.

Hay un poquito más de lo que había en el fondo del pozo (2020-2021), pero sin reformas, es como llenar un balde con agujeros.

Para detener la crisis económica, es fundamental emprender un programa serio, coherente y revolucionario de reestructuración económica y modernización del Estado.

Qué hacer y que no hacer?

Es indispensable mantener en la mira la restitución de los equilibrios macroeconómicos y microeconómicos, una mejor coherencia de las políticas fiscal y monetaria mediante la continua expansión de la producción de petróleo y gas, mayores ingresos por exportaciones no tradicionales, la recuperación de la producción interna de bienes y servicios y el aumento de los flujos de inversión extranjera directa y de los programas de financiamiento.

¿Imprimir billetes para dinamizar la economía?

¿Qué dice Stiglitz?

Aquí entramos en terreno minado. "Imprimir" (o sea, expandir la oferta monetaria sin respaldo) suena tentador para inyectar liquidez y "dinamizar", pero en Venezuela ya lo probamos... y fue el detonante de la hiperinflación.

El gobierno lo hizo masivamente desde 2014 para cubrir déficits fiscales, y el bolívar se convirtió en confeti. Hoy, con inflación de tres dígitos, repetirlo sería como echarle nafta a un incendio.

Joseph Stiglitz, el Nobel ha tocado esto, pero con matices clave. Él critica el Quantitative Easing (QE, "impresión" controlada) de EEUU y Europa post-2008: dice que no revive la economía real, solo infla burbujas en activos financieros y exporta deudas a países en desarrollo como Venezuela (ver su informe de 2020 con la ONU). Stiglitz apoya formas de "creación de dinero" en crisis, pero, bajo condiciones estrictas:

- No para tapar agujeros fiscales, sino para inversión productiva (Infraestructura, Agroindustria, Vivienda, Transporte Público y Salud).

- En economías emergentes como la nuestra, advierte que sin reglas fiscales y estabilidad política, genera desigualdad y crisis peores.

Mi opinión: No es plausible en Venezuela ahora imprimir más bolívares porque agravaría la inflación (ya proyectada en 180-200% para 2025 ), erosionaría aún más la confianza en la moneda y ahuyentaría las pocas divisas que entran.

Stiglitz lo diría clarito: sin reformas estructurales, es veneno disfrazado de medicina. En lugar de eso, mejor mantener la 'Dolarización', 'Eurorización' o 'Yuanizacion' parcial, o aplicar el QE "popular" de Corbyn, quien propuso al Banco de Inglaterra crear fondos para invertir en necesidades perentorias: Agricultura, Vivienda y Transporte Público, lo que Corbyn describe como "flexibilización cuantitativa popular", inspirado en ideas de Stiglitz), poniendo foco en el pleno empleo.

¿Qué medidas económicas implementar?

Habría que implementar un plan revolucionario realista y urgente.

No hay bala de plata, pero sí un combo de medidas probadas en crisis similares (se puede tomar como ejemplo el propio rebote venezolano de 2022).

Prioricemos: estabilizar divisas, frenar inflación y generar empleo. Aquí va un menú, de corto a largo plazo:

1. Corto plazo: Estabilizar el bolívar y atraer divisas.

- Negociar alivio de sanciones: Insistir en Diálogo con EEUU y UE para licencias petroleras amplias (como la de Chevron). Esto podría duplicar exportaciones en 6 meses. Si hay respuesta negativa por intransigencia de Trump, radicalizar el acercamiento económico comercial con los países BRICS, lo cual no necesita esperar ser miembro activo. Gestionar préstamo con Banco BRICS en monedas locales (Reservas petroleras y minerales lo garantizan)

- Dolarización, Eurorización o Yuanización selectiva: Permitir transacciones en divisas para importaciones esenciales (ya es de facto en 67% de comercios). Reduce inflación al anclar precios.

- Reservas vía remesas y oro: Incentivar remesas (ya 4-5 mil millones anuales) con cuentas en divisas libres de impuestos. Vender oro de reservas para inyectar 2-3 mil millones.

2. Mediano plazo: Frenar inflación y reactivar producción interna

- Política monetaria estricta: Banco Central limita emisión de bolívares al crecimiento real del PIB (5%). Eliminar controles de precios residuales para evitar escasez.

- Sustitución de importaciones inteligente: Subsidios focalizados a agroindustria y manufactura (no a todos, para no inflar déficits). Ejemplo: invertir 1% del PIB en semillas y maquinaria para triplicar producción de maíz y arroz en 2 años.

- Austeridad selectiva: Recortar gasto en propaganda y burocracia (20% del presupuesto), redirigir a subsidios directos en cash a pobres (como el Subsidio Famíliar de Brasil, que sacó a 20 millones de la pobreza).

El actual CLAP es limitado, restringe la libre escogencia de alimentos y es proclive a la corrupción.

3. Largo plazo: Diversificar y reformar instituciones

- Diversificación económica: Invertir en turismo, minería legal y renovables (Venezuela tiene sol y viento de sobra).

Meta: petróleo al 50% del PIB en 5 años.

- Reformas institucionales:

Anticorrupción (auditorías independientes a PDVSA), independencia judicial y apertura a inversión extranjera (Fondo de Inversiones cayó 90% desde 2013).

- Acuerdo Político Nacional: Diálogo gobierno-oposición para un pacto político -económico.

Sin estabilidad política, nada cuaja.

*La reactivación económica solo se puede lograr mediante un amplio diálogo político, con la participación del sector privado nacional e internacional, y la recuperación de la confianza*.

El rebote venezolano de 2022-2023 demuestra que con pragmatismo (liberalizaciones parciales), se puede. El pueblo no aguanta más; urge acción ya.

¡Fuerza, que Venezuela, la Patria de Bolívar y Chávez, es más grande que sus problemas! 



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Omar Marcano

Trabajador jubilado del MPPCTII, Militante del PSUV, Ingeniero Eléctrico (USB, 1976)

 marcanoomarj@gmail.com      @pueblopatriota

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