Carta Pública a Delcy Rodríguez (La Corrupción)

El término corrupción proviene del latín corruptio, corruptionis, que es la acción o efecto de destruir y alterar globalmente por putrefacción, según su significado etimológico. Es entendido como un cáncer que ataca a las sociedades de hoy, privándolas de sus derechos más elementales como son la educación, la seguridad, la alimentación y la infraestructura.

El hecho ilícito que comprende a la corrupción, no es solo originario del marco público-político, sino también del espectro privado. En casos la relación entre ambos planos de poder, permite la conformación de asociaciones ilegales que pueden dilapidar millones y millones de recursos del erario nacional, por colocar un ejemplo.

La tentativa de emprender luchas contra la corrupción se han dado en muchos lugares del mundo, con la peculiaridad de recibir el nombre de purgas, por su extensión y resonancia. Un ejemplo reciente, es Arabia Saudí, esta nación, aliada de Estados Unidos, ha emprendido una campaña anticorrupción, tras su anuncio en octubre de 2017.

En Arabia Saudí han sido detenidas unas 500 personas, entre príncipes, políticos y hombres de negocios, sus propiedades han sido confiscadas y se les han abierto causas judiciales por sus participaciones en hechos de corrupción. Esta "lucha anticorrupción" al mismo tiempo ha despertado serias críticas, dado que para algunos es solo una puesta en escena del príncipe heredero Mohamad bin Salman, para eliminar a sus posibles adversarios políticos. Mientras que para otros esta "arremetida" es cierta, dado que busca la recuperación de millones de dólares que han sido sustraídos al erario saudí.

En este panorama del "juego de tronos" político, y ante el anuncio que hiciera Nicolás Maduro, sobre la designación de Delcy Rodríguez al frente de una Comisión contra la Anticorrupción, es pertinente señalar la peste que carcome hoy al país: la corrupción. Un cáncer que ha inundado todos los niveles, todos los poderes públicos, ministerios, gobernaciones, alcaldías, direcciones, empresas nacionales, etc.

La frasecita: "No me des, sino ponme donde haiga" se ha quedado corta, por no decir como palabras de pendejo; pido perdón por el término, pero el hecho lo amerita. Lo que durante tiempos de Acción Democrática y Copei, era el boom que dejaba mucho que desear sobre lo corrompido del sistema político, hoy parece comiquita en muchas ocasiones.

Por qué parece comiquita la corrupción de otros tiempos con la de hoy, porque la naturalización la ha convertido en un hecho regular. La normalidad en que la sociedad debe aceptar convivir en ella, y en muchas ocasiones ser partícipe necesario de ella, para poder seguir subsistiendo al día a día. Eso es realidad padecida y triste.

Una lucha contra la corrupción si es real, no puede llevar incrustada el nombre de grupos de poder, que actuaran contra otros grupos también de poder, porque la falsedad de esta arremetida seria rotundamente incuestionable. Por eso la imparcialidad y contundencia si se quiere eliminar el espectro corrupto, es innegable. La transparencia y la aplicación de la justicia contra quien haya cometido un delito, por ejemplo contra la cosa pública, debe ser infranqueable real y sin miramientos.

Hoy es inentendible en el país, por qué diversas empresas públicas no están produciendo nada, cargadas de un alto gasto que generan, y además armadas en muchos casos de elites corruptas. Es injustificable el por qué de que las diversas empresas de gas, castigan a nuestra ciudadanía a largas colas para adquirir una bombona de gas, servicio que antes era directo a sus casas.

En Venezuela hoy se hace inverosímil, el hecho de que las diversas empresas nacionales que administran el servicio de agua, estén tan cargadas de ineficiencia y burocratismo. Una sensación de que la personas deben aguantar todo, mientras que las instituciones públicas se van al infierno, nuevamente pido excusas por las palabras que crean altisonantes, pero al escribir estas líneas es inevitable recordar al venezolano que padece calamidades día a día, producto en gran parte de funcionarios corruptos.

Sorprende la realidad de la nación, donde existe un organismo llamado Saime que se debe revisar hasta los tuétanos, voltearlo patas arriba, porque pudieran conseguirse cosas inimaginables. Hoy que muchos compatriotas recurren ante este organismo, porque para dolor de muchos, buscan salir del país, buscando salir adelante fuera de nuestras fronteras, y es lamentable que tengan que padecer ante ciertas irregularidades e incompetencias.

Produce mucho interés la revisión que se ha hecho de PDVSA, pero debe adentrarse más, porque para muchos puede quedar como guerra de un grupo contra otro grupo, por decirlo claramente por el cuestionamiento de que solo se busca salir de la gente de Ramírez, esta creencia demuestra que todavía no se han tocado todo el entramado. No solo gestiones de ex ministros como el anteriormente mencionado, sino además gestiones actuales, de los mismos que muchas ocasiones han estado junto al presidente.

Es increíble que aún existan en el país, familias que al amparo del poder, se han permitido hacerse de caudales gigantescos de dinero a costa de recibir contratos petroleros en la mayoría de los casos, sin un proceso de licitación real.

La acción si realmente es férrea, contra corruptos, se debe ir con todo hacia el ministerio de alimentación, el mismo que el constituyentista Julio Escalona pidió eliminar. Los casos de desvíos, irregularidades y malos manejos son pan diario del venezolano, no estamos hablando de un pernil y su no entrega, estamos hablando de una entelequia corrupta, que ha amansado millones de dólares, a merced de un pueblo que padece hambre.

Los ministerios, uno a uno deben ser limpiados, la burocracia y el mentado nepotismo son frutilla diaria en estos estos entes, destituir a los ministros que no hayan dado la talla, y que no estén preparados, y cárcel a los funcionarios corruptos.

Castigo ejemplarizante para ministros y funcionarios corruptos, si los hubiera, como seguramente el pueblo cree que los hay. No importa la influencia o el protagonismo del funcionario si este es corrupto debe ir tras las rejas, si se ha sentado al lado de presidentes, vicepresidentes, eso no debe ser tomado en cuenta.

Por qué esta acción, porque es inaceptable la cachetada que diariamente se le da en el cara a los venezolanos, en la realidad de que funcionarios, familiares, contratistas, testaferros y amigos de estos exhiben públicamente, por redes sociales vidas ostentas y opulentas, sin explicaciones, ni justificaciones. Hoy es común observar vehículos, motos lujosas, casas y villas impresionantes, yates, avionetas en manos de personas que ayer eran de clase media o clase baja, ahora cabe la pregunta, cómo obtienen esa forma de vida, no hay explicación.

Si cualquier clase política gobernante quiere luchar contra la corrupción, se espera que no sea consigna, o eslogan o factor distractor, porque son bienes y riqueza que pertenece al pueblo venezolano y que le ha sido robaba. Y que es traducida en hospitales con graves deficiencias, problemas de inseguridad y escasez aguda con inflación creciente y abismal.

La impunidad, los miramientos, la parcialidad deben ser sepultadas si realmente se buscan cruzadas contra corruptos, sino solo se harán puestas en escena con funcionarios seleccionando a otros, para generar imágenes. Fuerte pero real.



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Jesús Bolívar

Escritor, periodista, estudioso y seguidor de los procesos históricos y políticos en Latinoamérica

 jesuseduardobolivar@live.com      @bolivarjesuss

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