La guerra económica promovida y financiada por los enemigos de la revolución bolivariana posee sus dientes clavados en la garganta del cuerpo orgánico del pueblo venezolano que lo mantiene económicamente asfixiado y sin posibilidades de liberarse a corto plazo de tan tortuoso castigo, a menos que los esfuerzos de la SUNDDE se dirijan a querer ayudar en la definitiva solución de la problemática situación.
A diario vemos a través de la tv, las actividades desplegadas de dicho Organismo en la ciudad Capital, en procura de la prevención o sanción de los comerciantes inescrupulosos que infringen la normativa de Precios Justos con la pretensión de meterlos en cintura y reducirlos a su mínima expresión. Valdría la pena decir a las demás entidades federales del resto de Venezuela, "seguid el ejemplo que Caracas dio"; y es que en Carabobo, por ejemplo no ocurre lo mismo. Si algún ciudadano molesto con los bachaqueros-buhoneros que a plena luz del día, venden los productos regulados a precios inimaginables o con los comerciantes chinos, portugueses, italianos, españoles, colombianos y venezolanos que le asignan el precio que más les convenga, según su estado de ánimo; pretende denunciar en oficinas de Sundde, en el Centro Comercial Ara, los funcionarios solicitan al denunciante: "nombre del establecimiento comercial y del dueño o administrador, número de Rif, dirección y otros datos adicionales", de lo contrario no pueden, según ellos, procesar la denuncia.
Acaso, no son estos, delitos públicos y notorios? Que no necesitan ninguna denuncia, pues delinquen ellos a la vista de todos. Debería la Sundde actuar de oficio. De dicha ilegal actividad saben los organismos policiales, la guardia nacional y todo aquel. No es esto, complicidad?
Quién tiene la responsabilidad en el estado Carabobo de hacer cumplir la ley?
Será que le hacen el juego a la oposición?
En el Sector Flor Amarillo, los funcionarios del orden público son panas de los bachaqueros – buhoneros y le permiten vender públicamente los productos regulados, cuando ello está prohibido. Lo mismo ocurre en Av. Las ferias, los funcionarios no ven a los engañadores del pueblo haciendo de las suyas. En el Centro de Valencia ni se diga, todo es una feria de productos regulados, pero a precios donde la imaginación se humilla, al no acertar adivinar lo elevado de dicho precio. En Av. Bolívar puede usted ver en Centros Comerciales las vidrieras donde muestran zapatos en Bs. 150.000, ¡válgame Dios ¡ Me pregunto si acaso, habrá quien pueda adquirir estos productos con tan elevados y falsos precios? La tendencia es a que estas sociedades mercantiles no vendan sino un mínimo de productos cada vez hasta desaparecer, entrampados en su propio juego.
Siempre he creído que si el Gobierno Nacional no posee el control de los medios de producción, como sucede en una sociedad con un sistema económico socialista, entonces debería oficialmente tener el control de los precios de producción y desde allí, sostener el equilibrio económico, pero para ello, necesario es la aplicación de la norma, de lo contrario, será otro esfuerzo que se diluya. La solución es completamente jurídica.
El presidente Nicolás Maduro está luchando rudo para erradicar la guerra económica por uno de sus flancos, los precios, pero en la entidad carabobeña necesita la ayuda de la SUNDDE y del pueblo consciente y patriota; si hay negligencia en el organismo de precios justos, sería mejor que le dejen la responsabilidad a quien pueda hacerlo sin ningún otro interés que no sea el de ayudar al pueblo, guiado por sentimientos de amor y de justicia. Hasta otra ocasión.
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VOZ INSURGENTE.