5 de octubre de 2024.-Haití se está tambaleando por la violencia mortal de las pandillas, el hambre y la inestabilidad, lo que llevó a la ONU a advertir contra el envío de personas de regreso, informó una nota de prensa de aljazeera.com.
La República Dominicana dice que planea expulsar hasta 10.000 inmigrantes haitianos por semana, a pesar de un llamado de larga data de las Naciones Unidas para poner fin a los retornos forzosos a Haití en medio de un aumento de la violencia de las pandillas allí.
Homero Figueroa, portavoz presidencial dominicano, dijo el miércoles que la “operación tiene como objetivo reducir las excesivas poblaciones de inmigrantes detectadas en las comunidades dominicanas”.
Figueroa añadió que las expulsiones a Haití, que comparte frontera con República Dominicana en la isla caribeña de La Española, comenzarían “inmediatamente”.
El anuncio se produce pocos días después de que la ONU informara que al menos 3.661 personas habían sido asesinadas en Haití en el primer semestre de 2024 en medio de la violencia de pandillas “sin sentido” que ha envuelto al país.
Los líderes haitianos advirtieron la semana pasada que “no están ni cerca de ganar” la batalla contra los grupos armados, que desde hace meses llevan a cabo ataques y secuestros en la capital de Puerto Príncipe y en otras partes del país.
La violencia ha desplazado internamente a más de 700.000 haitianos, según cifras de la ONU, y casi la mitad de la población (más de 5,4 millones de personas) también enfrenta hambre aguda.
Haití se ha tambaleado tras años de violencia mientras grupos armados –a menudo con vínculos con los líderes políticos y empresariales del país– han competido por el control del territorio.
Pero la situación empeoró dramáticamente a finales de febrero, cuando las pandillas lanzaron ataques contra prisiones y otras instituciones estatales en Puerto Príncipe.
El aumento de la violencia provocó la renuncia del primer ministro no electo de Haití, la creación del consejo presidencial de transición y el despliegue de la policía multinacional respaldada por la ONU, encabezada por Kenia.
Pero la misión, formalmente conocida como Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), no ha contado con fondos suficientes y sus oficiales carecen de recursos suficientes.
Hasta ahora, el despliegue ha hecho poco para arrebatar el control a las pandillas, que se cree que controlan alrededor del 80 por ciento de Puerto Príncipe.
El gobierno dominicano dijo que tomó la decisión de expulsar a los migrantes haitianos que no tienen estatus migratorio en el país a la luz de la “lentitud” de la comunidad internacional para restaurar la estabilidad en Haití.
“Advertimos en las Naciones Unidas que o ellos y todos los países que se habían comprometido [a ayudar a Haití] actúan responsablemente en Haití, o lo haremos”, dijo el presidente Luis Abinader.