El 28 de julio de 1954 nació en Sabaneta de Barinas y desde entonces su transitar no se ha dividido en nada: sigue siendo el Huguito admirador de Zamora que hablaba con su abuela, el Huguito que vendía “araña”, el Hugo que enamoró de su maestra, el Hugo llamado “Tribilín”, el Hugo que le enviaba poemas a la niña que vivía a varios metros de su casa, el Hugo flaco, vestido de fibra patriota, el Hugo que jugaba béisbol, el Hugo que ingresó a la Academia militar, el Hugo que sufría viendo las injusticias de aquella “democracia” Puntofijista, el Hugo papá, el Hugo analista social, el Hugo soñador, el Hugo humorista, el Hugo rebelde, el Hugo seguidor de Bolívar, el Hugo pedagogo que hizo que el pueblo venezolano sintiera de nuevo amor por la historia de Venezuela y por sus próceres, incluyendo el Himno Nacional, el Hugo filósofo y revolucionario, el Hugo abuelo con su “gallito”
No le hace falta a este Hugo que alguien lo apabulle de melodramas, de comedias de maquillajes del vaudeville, de edulcoradas y pérfidas palabras, de sumisión y cretinadas hipócritas. A este Hugo no le hace falta sino el mismo amor de siempre: el amor del pueblo en su mayoría que lo siente como uno de él, que lo percibe en su inmenso humanismo tal un río que no llega al mar, sino al espacio interminable. Para este Hugo el camino no tiene meta. Se podría decir que anda por el cosmos, alimentándose en las noches con las moléculas de oxígeno de su pueblo. El Hugo de la esperanza, porque todos los seres humanos del mundo tienen un lugar aparte de su alma, para esperar la llegada de un nuevo HOMBRE
Alguien dijo: “El que lucha siempre, ese es el imprescindible” y Hugo lo hace y lo hará siempre. No lo visualizaremos jamás apoltronado en la desidia, oteando por el ojo de la historia a ver en que lugar ésta lo colocará para siempre…”se hace camino al andar y en la lucubración oral del hombre no debe haber jamás un vestigio de un pasado, el cual desperdició sin razón, para luego retornar en busca de lo perdido. Hugo al parecer, valga la contradicción no tiene pasado, ni presente ni futuro; es el hoy de los sueños. Es una figura, que se desdobla, que se mueve al compás de algo que no sabemos que es, pero que nos seduce, porque el pueblo está hecho de asimetría. Hugo es una voz que no tiene idiomas, pero que igualmente es entendida por todos los seres humanos que buscan la libertad, la equidad, la justicia, la paz y el amor.
Aquellos hipócritas que hicieron de la política venezolana un guarapo de caña en el cual ellos se bebieron el jugo y le dejaron al pueblo el bagazo, no lo quieren. Desean que a Hugo se lo lleve el demonio, mas ignoran que ni siquiera el demonio puede hacer eso, porque Hugo está lleno de amor y eso es incompatible con el reino de los demonios. Los ladrones del erario público, lo maldicen. Hugo les quitó el manjar y la gula de estos bribones ha tenido que irse adaptando a una nueva regulación alimentaria, porque LA RIQUEZA DE LA NACIÓN ES DE TODOS y no como ellos siempre lo creyeron. No lo quieren los piyanquis que se hacen llamar venezolanos sólo por conveniencia, pero que el fondo desean con toda el alma que NOS INVADAN los gringos, QUE SE ASESINEN A LOS NIÑOS Y NIÑAS AVENEZOLANAS, como el Afganistán e Irak, porque ellos no son portadores de espíritu humanista; lo de ellos es el “dollar”
Cumple 54 años el Hugo de la rebelión…” el de por ahora”, el que pagó con cárcel la osadía de querer cambiar los patrones sociales de una Venezuela traicionada, robada, saqueada, por el barraganismo , por la inmoralidad. El Hugo que fue derribado del gobierno por los mismos que ahora desean ser ALCALDES Y GOBERNADORES, que no muestran alguna chispa de dignidad, de esa cualidad coherente de los venezolanos cuando se sienten culpable de algo. Cumple años el Hugo de Sabaneta de Barinas. Adelante Hugo. Como anota Neruda en su poema al indagar al Libertador…:”Yo despierto cada cien años cuando despierta el pueblo” ¡Feliz cumpleaños, Hugo del Pueblo!
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