El lenguaje burgués como instrumento de dominación

¡Soldado Tuyo, Pueblo Mío!

I

El Retorno necesario, ¡De Vuelta Chávez! ¡No Nos Hemos Ido! ¡La Victoria Nos Pertenece! Existe un elemento social específico que es imperante identificar para superar la dominación que ejerce la burguesía y que se ha convertido en uno de los elementos básicos para mantener viva la idea de restauración del Estado Liberal Burgués, nos referimos específicamente al lenguaje como instrumento de dominación, vale la pena destacar que para efectos de este escrito se asumirá el término "lenguaje" en sentido amplio como un sistema de señales que cumple una función comunicativa, de allí afirmamos que, el enemigo declarado de la revolución pero sobre todo los traidores y los quinta columna se prestan para fetichizar los códigos de la revolución y hacer con ello concesiones que terminan en una especie de sacrificio del Poder Popular en favor de los intereses de los poderes hegemónicos, así entonces descarada y progresivamente no solo se dedican a eliminar los símbolos que identifican a los revolucionarios con sus referentes sino que simultáneamente presentan políticas que identifican una gestión de derecha haciéndolas parecer como socialistas; un ejemplo: FOSPUCA es burguesía pura, y estar con la burguesía es Traición a la REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, A LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!!

De lo expresado entonces, se evidencia que en su afán por desvirtuar lo excelso de los códigos revolucionarios, vulneran los principios más básicos, entre ellos el "Principio de No Contradicción" el cual define que una misma característica no puede pertenecer a un elemento y su antagónico de manera simultánea y en aspecto semejante, de allí que la quinta columna se dedicare a vender la idea de que la generación de monopolios y la transferencia de competencias a la burguesía sean acciones revolucionarias en el mismo sentido que lo son la participación protagónica y la transferencia de competencias al Poder Popular, incluso la fetichización del lenguaje de la revolución llega al punto de calificar negativamente al Poder Popular cuando en defensa del legado de Nuestro comandante Eterno exige que se cumplan los mandatos constituyentes contenidos tanto en nuestra Carta Magna, las Leyes del Poder Popular y todas las demás leyes de la República.

Es imperativo relacionar lo escrito hasta ahora con el momento histórico que estamos viviendo, envueltos en una guerra que lleva varios lustros nos preparamos para afrontar una nueva batalla, en la que la estrategia del enemigo es diezmar la esperanza del Poder Popular en su revolución, por ello nos inundan con cientos de miles de mensajes fútiles, pero que por la frecuencia y velocidad con que se suceden no permiten ser analizados, como no permite ser analizado el silbido de un misil instantes antes de impactar. Previamente referimos al lenguaje como un conjunto de señales con función comunicativa, por eso hay que restablecer las señales que nos han identificado como un Pueblo victorioso, rechazamos anteriormente los discursos acartonados, debemos rechazar también en la narrativa revolucionaria todas las alegorías que evocan la cultura hegemónica, dice nuestro Gigante, "así que todo el mundo a afinar los cañones y plomo parejo, plomo de ideas, la batalla de las ideas" hay que interrumpir como parte de esta batalla los mensajes que solo aturden pero no le hablan al Pueblo de su revolución.

Entonces la narrativa revolucionaria no puede caer en la trampa de tasar todo en dinero y quitarle valor a las cosas que son verdaderamente importantes, esto no significa que como revolucionarios debamos renunciar a los postulados de nuestro proceso del "vivir bien", sino que no debemos divorciarlo del "vivir viviendo" la narrativa revolucionaria debe ubicar al ser humano como el fin en sí mismo, contrario el lenguaje capitalista para el cual el fin en sí mismo es el dinero, entonces debemos acabar con el discurso puramente emotivo que quiere llevar sobre todo a los incautos a creer que sus acciones no tienen consecuencias sino solo fatuas satisfacciones inmediatas, el lenguaje revolucionario, sin dejar de ser emotivo ha de ser profundamente racional a la vez que debe estar lleno de amor, porque los revolucionarios confrontamos el mal con la verdad (para el pueblo su verdad es su realidad) y nuestro amor, y con firmeza debemos señalar el lenguaje de dominación que "trata de ocultar las causas de la crisis y su verdadera naturaleza y esencia" dice aun nuestro eterno comandante.

Siendo entonces el lenguaje la herramienta de construcción por excelencia del ser humano, si para construir el Socialismo utilizamos la herramienta de dominación estamos jodidos, o dicho de una manera más estoica parafraseando al Che Guevara "no se puede construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo" como la esperanza está en la calle, llenar esta campaña de Pueblo también significa rescatar la simbología, la narrativa, la cromática que llenó de esperanza al Pueblo, es hora entonces de volver a colocar en cuanto lugar se pueda los "ojitos de Chávez" que nos increpan y nos alientan, es hora de hablar con el Poder Popular, para el Poder Popular, desde el Poder Popular, es hora de responder a la "Gaceta de Caracas" con "El Correo del Orinoco" es hora pues de traer De Vuelta Chávez.

¡EL ESEQUIBO ES NUESTRO!

¡DE VUELTA CHÁVEZ AL ESEQUIBO!

¡LOS POBRES SOMOS MÁS Y TENEMOS EL PODER!

¡COMUNA O NADA! ¡DEMOCRACIA ASAMBLEARIA, PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA!

¡DE VUELTA CHÁVEZ! ¡VICTORIA POPULAR!

Nos vemos en la próxima edición.

#BolivarSeLevanta #DeVueltaChavez #ConMaduroMeResteo #IndependenciaONada #ComunaONada

@medinamacero @enfoquechavez



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Christian Medina Macero

Ayudante del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez Frías (2000 ? 2004). Combatiente de la Gesta del 11 de Abril 2002. Teniente de Fragata. Militante Activo del PSUV. Patriota y Analista Político.

 medinamacerograt@gmail.com

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