Las nuevas condiciones del trabajo socialista creadas en Venezuela por la lucha constante de nuestro país directamente contra el imperialismo colectivo, nos otorga un papel preponderante en el escenario latinoamericano y pone al orden del día la cuestión de una acción diferente de los dirigentes del proceso en cuanto a producción de literatura política, que debe ser un factor de animación para la población en general y para los activistas en todo el país sobre las perspectivas de la lucha revolucionaria en Venezuela. Estas nuevas condiciones incluyen por supuesto la realización de las elecciones que en términos perentorios deben realizarse y a lo cual deben estar abocados todos los asambleístas para aportar absolutamente lo que puedan, para alcanzar el triunfo socialista.
Cuando la situación vuelva a la "normalidad" podrán dedicarse a otras actividades, pero creo que estamos en casi una emergencia la cual tiene una solución simple, hacer más trabajo político socialista ideológico en momentos en que se exacerba por diversos medios los esfuerzos de retomar la esclavitud política-ideológica de los venezolanos.
Con su apoyo literario los asambleístas deben impedir la propagación de esa ignominia que busca asfixiar todo lo libre y puro que ha traído el pensamiento y la práctica de Hugo Chávez, explicando a todos que la derecha busca solo los intereses de los capitalistas nacionales e imperialistas, degradando al país y sometiéndose a la voluntad de los Estados Unidos y lanzando campañas permanentes de calumnias e inexactitudes. Claro que los revolucionarios deben predicar con su ejemplo pero son los asambleístas la infantería del combate ideológico y deben hacerse sentir.
La derecha y el imperialismo no han sido vencidos aun, y aunque la poesía cuando es revolucionaria puede ser un balazo en el corazón en estos momentos necesitamos darle un balazo en el cerebro. La izquierda tiene aún que demostrar en América Latina que no solo puede llegar al poder y mantenerse sino que sabe hacer un gobierno revolucionario, con políticas e instituciones que solucionan efectivamente los problemas y las desgracias que genera el capitalismo, alcanzando un desarrollo total y acercándonos a altos niveles de libertad, igualdad y riqueza.
También hay que entender que el imperialismo es capaz de vencer a la revolución tal como lo ha demostrado en otros países como Ecuador o Chile, captando, disfrazándose, matando, necesitamos por ello, digo el pueblo y sus dirigentes, todas las armas que podamos movilizar en estos momentos para darle batalla, en toda la regla y en todos los frentes. Aunque estén en el gobierno los revolucionarios no pueden olvidar que se están enfrentado a una tiranía, que no respeta ninguna ley ni aun las de ella y que imposibilitada por falta de apoyo en la población, para llegar al poder democráticamente recurren inmediatamente a la violencia, el terrorismo y el golpe de estado. Posteriormente tergiversan la realidad presentando a los revolucionarios, socialistas, progresistas como los responsables de las catástrofes y ruinas de nuestros países.
Y ¿quién más está preparado en estos momentos para dar esa batalla, intelectual, ideológica, política en la población, en los medios, con los medios, que nuestros asambleístas? ¿Ellos no fueron elegidos precisamente para defender el gobierno y la revolución? En cualquier caso, este lapso del proceso bolivariano lleva a trabajar con mucha más intensidad intelectualmente, crear políticas, locales, regionales, oír a la gente, tomar en cuenta sus opiniones para tomar las decisiones. Pregunto entonces, ¿Eso no es otra forma de hacer poesía?
