¿Venezolanos o mercenarios?

Una profunda crisis ética embarga a los pueblos Latinoamericanos y Venezuela no escapa de esta situación, hoy más que nunca en el ojo del huracán por ser la alternativa energética para el planeta, es intolerable la incidencia sin cuartel de parte de los que controlan el acceso a los bienes y servicios que deben llegar al colectivo, este ejercicio criminal de parte de los que sin piedad retienen los capitales venezolanos y que roban mediante la usurpación el capital generado por nuestra empresa petrolera, ha ido socavando la dignidad de los hombres y mujeres que en algún momento hicieron votos éticos para el ejercicio de sus profesiones, dichos votos primeramente como aporte insustituible a la Patria y en segundo lugar como medio de sustento para sus familias. Al parecer hoy día no todos están dispuestos a luchar a favor del crecimiento de su país, la experiencia de otros países hoy llamados desarrollados, dan fe de que su condición actual es gracias al esfuerzo de sus nacionales y me permito mencionar a Japón como ejemplo.

Existe una profesión cuya nobleza se está diluyendo en un mar de crisis y desventura a consecuencia de la guerra económica en contra de Venezuela y algunos desaciertos propios de todo combate en tiempo real, la condición de ser noble servidor se está perdiendo de vista hasta por los mismos integrantes del gremio y me refiero a los profesionales de la educación. En Venezuela el gremio de los profesionales de la enseñanza siempre ha sido de una u otra manera vituperado por los gobiernos de derecha y han sido reivindicado a partir de la llegada del Comandante Chávez, la actual guerra económica ha tenido un comportamiento similar al de un virus mortal, ha convertido a muchos en mercenarios, cegándolos ante las inminentes consecuencias de una guerra económica cuya finalidad es exterminar toda dignidad y amor al prójimo que pueda existir, son los maestros los primeros que el enemigo quiere debilitar o exterminar ya que sobre sus hombros esta el formar a la generación del futuro, un individuo sin dignidad jamás podrá levantarse en favor de su patria. Resulta que educar es cosa del corazón y solo con esa sabiduría se pueden leer y entender estas líneas cuyo contenido no es más que un llamado a la cordura y a los verdaderos docentes que internalizan el ser maestros y modeladores del futuro.

Es menester obrar en favor de la restauración moral de los ciudadanos y ciudadanas en Venezuela, ante esta realidad, urge una educación integral, que fomente la lealtad al ejercicio de la enseñanza con bases solidas, dirigida primeramente a los profesionales de la educación que atesoren en su ser el compromiso y entrega a los niños, niñas y adolescentes, y no una educación que llamándose integral sólo se dedique a informar y abandonar a la suerte de quien escucho en el desierto, maestros y maestras que asuman a los estudiantes en su plenitud de persona, entendiendo que el futuro de Venezuela depende de cada segundo que le invirtamos a esos pequeños, en ellos solo existe la posibilidad de gestar los ciudadanos honestos que merece nuestra patria, estos niños de hoy serán los hombres y mujeres responsables y solidarios, preocupados por el bien común, defensores de los derechos y cumplidores de sus deberes y obligaciones en su entorno sea de carácter individual o colectivo, el rescate del futuro de nuestro Patria Venezuela está en nuestros niños, son ellos la principal tarea no sólo de los educadores, sino también de las familias, del Estado y de la sociedad en general.

Resulta de un gran cinismo solicitar a los educadores que eduquen cuando en realidad esa es su razón de existir, todos los venezolanos demandamos que se levante el estandarte de los valores que siempre nos han caracterizado a los venezolanos, un estandarte cuya nobleza ha costado la sangre de muchos, pero al salir a la calle presenciamos el pisoteo de esos valores, tanto por funcionarios que no dan valor a sus uniformes porque delinquen decidiendo ser mercenarios y por ciudadanos que desprecian a sus iguales también decidiendo ser mercenarios usando como principal materia prima la necesidad de sus semejantes, estos actos antes mencionados se desarrollan a diario delante de nuestros niños, niñas y adolescentes, una letal dosis de veneno es vertida sin piedad, en el ejercicio del diario combate, en medio de esta guerra ya que resulta más provechoso para el aprendizaje lo que se hace que lo que decimos, dicho esto me pregunto: ¿Para qué existe el poder moral? ¿Qué ocurre que no hacemos uso de la LOPNA para blindar el interés superior del niño, niña y adolescente? ¿Hay acaso algo más deseducativo que el mal ejemplo de algunos cuya desvergüenza en sus actos nos invita a rendirnos ante el enemigo?

Para combatir este terrible flagelo de la desvergüenza de herir con actos, palabras y hasta golpes, en ejercicio pleno de la injusticia a nuestros semejantes, debemos en primer lugar y con urgencia hacer que la política se cimente sobre la ética, y que padres y maestros, vuelvan a reencontrarse y a proponerse vivir tanto en la casa como en la escuela que son los espacios de nuestros niños, niñas y adolescentes aquellos valores que se consideran esenciales para el pleno desarrollo personal y la sana convivencia en la dimensión de la vida y bienestar común. Todo dirigente, funcionario y ciudadano común, que haga vida en las escuelas como representante debe ser, parecer y actuar como ciudadanos ejemplares, padres y maestros deben plantearse con humildad y con responsabilidad, ir siendo modelos de vida para sus hijos y estudiantes, de modo que estos los vean como personas seriamente comprometidas en su continua superación. No olvidemos bajo ninguna circunstancia que todos educamos o deseducamos con nuestras palabras y sobre todo con nuestra conducta y nuestra vida.

Hoy, vivimos un fuerte debilitamiento de las bases que fortalecen nuestra identidad donde cada uno decide lo que es bueno y lo que es malo, lamentablemente desgastándose la vida en un marasmo estéril, me refiero a todo lo que tiene que ver con lo que se puede hacer o no se puede hacer, como si eso fuera la solución, la realidad es que ese es un debate estéril que no conduce a nada, la ruta enfocada a la salida está concentrada en un profundo cambio del pensamiento pesimista y retrogrado a un pensamiento progresivo y constructivo, ese que emana como resultado de amar al prójimo y a la vida misma. Ya es tiempo de que desaparezca ese rudo y destructivo pensamiento que secuestra la voluntad apegada a la vida, donde se aprueba que el fin justifica los medios, tal adefesio debe ser sustituido por un pensamiento cuya virtud sea el bienestar colectivo y el engrandecimiento de la Patria. El engrandecimiento de los antivalores disfrazados de tolerancia hacia los demás promueve y hace ver que todo parece ser lícito si produce poder, si produce placer o si produce dinero, estos son los valores esenciales que los enemigos de la Patria han estado usando para destruir la identidad del venezolano. Para obtener lo antes mencionado en nombre de la tolerancia, se sacrifican vidas y personas. Por ello, cada día ganan más y más terreno las llamadas economías subterráneas como la corrupción, el sicariato, la delincuencia, el secuestro, la prostitución de adultos y de niños, la pornografía, el tráfico de drogas, de armas, de órganos y hasta de personas.

Tenemos recurso humano suficiente para construir programas, propuestas moralizantes y discursos con fervientes llamados a la ética y el bien común, se hace urgente que invisibilicemos y exterminemos el protagonismo que solo va en contra del bienestar y la verdadera razón de ser de los equipos de trabajo que creen en el respeto y alcance limpio de los objetivos que se tracen. Por ejemplo, todo cuerpo humano sano cuenta con órganos que cumplen diferentes funciones y todos a su vez coinciden en darle vida a todo el conjunto, los órganos que en conjunto le dan vida a un cuerpo no se destruyen entre si, a diario cada vez que respiramos hacemos uso de la integralidad teniendo y viviendo el ejemplo de nuestros cuerpos, ¿qué sentido tiene ir en contra de la naturaleza y escoger ser un egoísta que bloquea a otro por tan solo figurar? Ir en contra de la integralidad equilibrada y pretender ocultar con frecuencia, la manipulación, el ansia de poder, la corrupción, el engaño y la mentira no es ni suficiente, ni efectivo. Hoy se miente tanto y tan descaradamente que ya no sabemos qué es verdad y qué es mentira, pues hemos matado el valor de las palabras con el triste desempeño de nuestros actos.

Recordemos esto mis estimados: todos enseñamos no tanto con lo que decimos, sino sobre todo lo que somos y hacemos: Si eres generoso, estás enseñando y promoviendo la generosidad. Si eres superficial y vano, contribuyes a la trivialidad que esta enfermando y matando a muchos. Si eres violento y agresivo, estás enseñando violencia y agresividad, niño agresivo asegura para el futuro un adulto agresivo. Si vives amargado y te la pasas quejando, enseñas desconfianza, amargura, pesimismo e imposibilidad de trascender antes las dificultades de la vida. Si eres genuino ciudadano, cumples con tus deberes y respetas los derechos de los demás, estás enseñando ciudadanía, enseñando a convivir en la dimensión de la vida y el amor al prójimo, es la condición que debemos transmitir con la convicción de que nuestra Patria será también la alternativa moral de la sociedad humana.

Venezuela necesita con urgencia que den un paso al frente los maestros. Contamos con muchos licenciados, profesores, magíster y hasta doctores, pero escasean cada vez más los maestros que por el estatus de otros han sido relegados, ensañándose contra aquellos que han logrado escalar académicamente y menospreciando sus esfuerzos y conocimientos tampoco resuelve nada, doctores y licenciados deben concentrarse en ser maestros, es tiempo que se entienda que en la medida que crezca el estatus académico, debe crecer proporcionalmente la responsabilidad de transmitir los conocimientos, para el enriquecimiento de la población futura que llevara las riendas del país, se hace urgente que den un paso al frente aquellos hombres y mujeres que encarnan estilos de vida, ideales y modos de realización humana. Maestros y maestras comprometidos con revitalizar la sociedad, empeñados en superar mediante la educación la actual crisis de amor al prójimo, la actual crisis de considerar que Venezuela es un país amedrentado y debilitado por una guerra que ha vulnerado la dignidad de nuestros compatriotas y no actuar en virtud de hacerle frente a esta nociva situación, no podemos dejarnos contaminar la materia prima del futuro, debemos impedir que soezmente se pretenda secuestrar la consciencia de nuestros niños, niñas y adolescentes. Que sea la dignidad nuestro epicentro de identidad como venezolanos.

 joseviscaya3@gmail.com



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