El país – y la supuesta revolución-, en el despeñadero. Nuestro país está en manos de una manada de ineptos. El presidente, el gabinete, los gobernadores, los alcaldes, los ministros, el gobierno en toda la extensión de la palabra es inútil para perfilar y ejecutar medidas de emergencia que ayuden a enfrentar con propiedad la crisis inducida por fuerzas contrarrevolucionarias, y también producto de la ineptitud y complicidad gubernamental.
El gobierno, con el Presidente a la cabeza, se ha centrado en achacar todo el despelote a la guerra económica, al bloqueo, al imperio, al sabotaje; pero ha sido ciego, sordo y mudo a la crítica y autocrítica revolucionaria y renovadora a fin de detener la estrepitosa y calamitosa caída; es que la revolución en manos de la burocracia madurista es una patraña
Su afán de aferrarse al poder, cueste lo que cueste, al mejor estilo socialdemócrata, trampas y embustes incluidos, a expensas de la agonía, y padecimientos varios, de grandes sectores de la población venezolana, ancianos, hombres, mujeres y niños; es indignante.
Este pueblo alienado y estupidizado por los seudorevolucionarios, revela la realidad de la farsa montada dominadora y esto facilita ímpetu para defenestrar a la nueva-vieja clase madurista confiscadora del futuro del país que, con esa clase gobernante, se muestra incierto, oscuro, tenebroso; más horroroso que la desmedida Corrupción.
El gobierno sigue en su eterno cambiar funcionarios sin que nada cambie, de paso inventa más ministerios, inútiles más, para fortalecer y agrandar la ya inútil y parásita burocracia y hace la vista gorda –mira para otro lado sardónicamente- , y hace que es mentira la realidad : medicamentos de vida o muerte imposibles de encontrar y al encontrarlos imposibles de comprar, pues si hoy cuesta mil mañana cuestan un millón, tratamientos de vida o muerte imposibles de realizar, pues si hoy necesitas una máquina dializadora no funciona y si funciona el operario está haciendo una cola para obtener un pan canilla Clap; si el tratamiento es con radio la maquina radiará en los cojones en vez del tumor porque no apunta y esto si medio funciona; pero el ministro del área que está en jauja – como todo el gobierno- dice que ni en Houston se da una medicina tan buena. El cinismo de toda la claque gubernamental es ulcerante, cancerígeno, es como si se hubieran propuesto a liquidar a una gruesa capa de la población por la indignación, la impotencia y el infarto.
Es patético e irritante, por impotencia, leer en Aporrea artículos de insignes y queridos aporreadores que han dado su vida por el país, su vida entera, y hoy señalan desencantados su malestar por las calamidades que ocurren en toda la extensión del territorio nacional y a ellos mismos, por ineptitud y complicidad gubernamentales.
Es también indignante observar, leer a preclaros dirigentes y escribidores, algún humorista, hacer la vista gorda, y decir que estamos en muy buen camino Ja! Y además que la revolución y el gobierno heroico son un encanto. Seguro viven en jauja y jaula de oro como el Presidente Maduro.
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