7 Mitos de un país en crisis

1. Ramos Allup/López/Nicmer Evans, la solución al problema económico está en la salida de Maduro ¿muerto el perro sigue la rabia?: las cúpulas políticas de la oposición venezolana han demostrado ser poco fértiles a la hora de mostrar propuestas. La incapacidad de estos sectores los ha obligado a valerse de campañas engañosas (aunque efectivas) para sumar adeptos y hacerse con el poder. Los mismos que se enfrentaron ayer a la propuesta de Reforma Constitucional (2007) bajo los clásicos argumentos de los manuales anticomunistas de los años 60 "nos van a quitar a nuestros hijos" o "si tienes dos cuartos van a meter a vivir a otra familia en tu casa", los mismos también que se opusieron tenazmente a la Enmienda Constitucional (2009) bajo la brillante y profunda consigna de "no es no", hoy nos plantean que la salida de la crisis no está en medidas financieras, tributarias o cambiarías, simplemente se trata de salir del gobierno de Nicolás Maduro y como por arte de magia se reestablecerá el poder adquisitivo de los y las venezolanas, el petróleo subirá por encima de los cien dólares y los anaqueles estarán abarrotados. Esto se debe a que la mayoría de las propuestas económicas que han podido consensuar resultan impresentables ante la opinión pública por su carácter regresivo y antipopular. Es una lastima que a tan deleznable argumento se hagan eco los llamados "chavistas disidentes" o "chavistas críticos". Ni Nicolás Maduro es el culpable ni su salida la solución.

2. Héctor Rodríguez, Ups... se cayó el precio del barril de petróleo otra vez: sin lugar a duda, en un país donde la adquisición de divisas depende fundamentalmente del ingreso petrolero la abrupta caída de los precios implica una catástrofe de grandes proporciones. Sin embargo, esto no exime de responsabilidad a quienes dirigiendo casi dos décadas la política económica del país no fueron capaces de generar previsiones al respecto. Tampoco se puede exculpar a quienes permitieron la fuga de una inmensa cantidad de capitales que hoy pudieran servir de fondo para resistir las tempestades. Mucho menos hay que hacerse de la vista gorda frente a los que se encargaron de hacer inversiones estatales poco fructíferas en la agricultura y el sector industrial. No camarada la caída de los precios del barril de petróleo no es la caída de una taza de porcelana en una fiesta del Hotel Alba, la política económica implica tomar previsiones, estudiar tendencias, realizar seguimiento y control de lo invertido con recursos públicos. A cada quien nos toca asumir nuestra responsabilidad.

3. Luis Salas, todo es culpa de la "Guerra Económica" o ¿la Culpa es de la Vaca?: soy un convencido de que en Venezuela se ha operado una inflación inducida por la vía del acaparamiento, la especulación y el contrabando de extracción. No debemos olvidar que en el 2002 FEDECÁMARAS encabezó un golpe de Estado contra el gobierno revolucionario de Hugo Chávez. Sin embargo, también he dicho que la guerra económica es "la explotación sistemática y planificada de los errores macroeconómicos del gobierno". Nada justifica haber tenido una inflexible política de control de precios y mucho menos una política de importación vinculada a la corrupción, que destruyó las propias iniciativas productivas del proyecto bolivariano. Amén de una pésima gestión productiva en muchas empresas públicas, recuperadas, ocupadas y nacionalizadas. Si no reconocemos errores es imposible rectificar.

4. Pérez Abad, El socialismo de mercado y el café descafeinado: La Revolución Bolivariana se encuentra en crisis. La difícil situación económica se conjuga con un alto descrédito de la dirección moral e intelectual de la sociedad. Esto ha generado confusión y desconcierto entre las izquierdas del país. Algunos reniegan de las expropiaciones, de los subsidios, de la economía comunal y se dejan abrazar por los brazos invisibles del mercado. El "socialismo de mercado" es la única opción que les permite hacer coherente la opción por el chavismo en el gobierno y a su vez proponer una política neoliberal. Algunos de estos "socialistas de mercado" le quieren quitar el puesto a los economistas de derecha cuando proponen medidas ortodoxas neoliberales, mas atrevidas que las de estos, e incluso son mas feroces en sus ataques contra el Estado en defensa del mercado. Algunos como Víctor Álvarez elogian la experiencia china. Les recuerdo que en China las cifras positivas que pudiesen tener los indicadores económicos son inversamente proporcionales a las cifras de los indicadores sociales. Los niños en maquilas de zapatos en los suburbios de alguna ciudad china no son el ideal de una sociedad alternativa a la actual en Venezuela. Aunque soy de los que piensa que hay que replantearse sin dogmatismo el lugar del mercado en la transición al socialismo, no creo que haya que arrodillarse ante el Dios mercado ni ante los apóstoles neoliberales.

5. Eulogio del Pino, el eufemismo del sector "productivo" y la piedra filosofal: he recibido con mucho asombro que a los que hasta ayer llamábamos burguesía parasitaria, burguesía usuraria, pelucones, empresariado corrupto, ricachones, hoy le decimos "sector productivo". No estamos hablando de los pequeños y medianos empresarios que fueron apoyados con créditos de la banca pública durante años por la revolución. Tampoco hablo de los trabajadores del campo cuyos productos Mercal y PDVAL prefirieron importar. Por el contrario, El "sector productivo" son los banqueros y empresarios de siempre que han vivido a la sombra de la renta petrolera, porque sus productos no son competitivos en el mercado internacional, por tanto, son incapaces de generar sus propias divisas. Después del fiasco de la gestión pública de las empresas expropiadas y recuperadas, sectores importantes del chavismo abogan por entregar dichas empresas a la incapaz gestión privada y además pedirles disculpas. El tema parece ser mas complicado, no hay sector privado en Venezuela que nos "salve" de la crisis.

6. Roberto Ignacio Mirabal, no todo lo que brilla es oro o reflexiones sobre el AMO: "500 años de extractivismo no bastan" me gustaría pensar que esto diría Bolívar si estuviera vivo. No parece haber sido suficiente las recomendaciones de leer las Venas Abiertas de América Latina hechas en múltiples declaraciones por Hugo Chávez, ni siquiera sirvió que fueran publicado y distribuidos cientos de ejemplares en el país. Tampoco sirvió llevar un siglo de experiencia de rentismo petrolero, ni mucho menos las advertencias apocalípticas de Pérez Alfonso. Hoy, en medio de una profunda crisis económica descubrimos los yacimientos de minerales preciosos en el Arco Minero del Orinoco y nos abalanzamos para cometer lo que quizás sera el ecocidio mas grande vivido en estas tierras. De manera torpe intentamos pactar a escondidas de la opinión pública con trasnacionales mediante una empresa dirigida por militares venezolanos y de nuevo nos colocamos la soga al cuello de la dependencia extractivista. Abrir el debate público y popular sobre la explotación minera legal e ilegal en Venezuela es una urgencia y defender las reservas naturales es un mandato constitucional.


7. Jacqueline Faria eliminar los subsidios no es sinónimo de "superar el rentismo": cualquiera persona ecuánime y de buena voluntad sabe que a diecisiete años de Revolución Bolivariana hay que hacer un balance profundo sobre la política de subsidios que se ha implementado. Distinguir entre la inversión social y el gasto clientelar es fundamental. Afinar de manera eficiente la inversión social para que dé mejores resultados y prescindir de los gastos que se derivan en desviaciones clientelares es necesario para sortear los difíciles momentos por lo que atravesamos. Asimismo, revisar los precios de los servicios básicos agua, luz, aseo y el precio de la gasolina son tareas indispensables. No obstante, en un momento en el que el alto costo de la vida disminuye el poder adquisitivo cualquier política que indique aumentar los precios debe ser bien medida. Mas aun, el aumento del precio de un bien o servicio no debe estar sujeto solamente a los imperativos del mercado, ni sólo al cálculo político, el criterio social debe ser analizado. Un país petrolero como Venezuela se puede dar el lujo de subsidiar racionalmente algunos productos. El llevar a precio de mercado los productos de empresas públicas no necesariamente ayuda a superar el rentismo pero sí puede revertir las conquistas sociales alcanzadas en estos años. El aumento precipitado de los precios de Movilnet y Cantv pudieron haber puesto en peligro los avances en la democratización de la información y el acceso a internet que se ha logrado hasta ahora, menos mal se suspendieron. Seguramente una revisión sosegada permitirá un aumento equilibrado de los precios.



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Damian Alifa

Combatiente en la batalla de las ideas

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