(Sugerencia al Congreso de Pedagogía)

I

Pienso es propicia la oportunidad para plantear ante el Congreso de Pedagogía que actualmente se desarrolla en Caracas, un conjunto de sugerencias como un modesto aporte a la política de impulso a las actividades productivas que adelanta el gobierno nacional obedeciendo al mandato popular de tomar decisiones orientadas a impulsar la producción nacional en todas sus vertientes. Y para ello, es pertinente que hagamos algo que ha debido hacerse siempre desde las aulas educativas en todos sus niveles, desde la educación inicial, pasando por la primaria, secundaria, tercero y hasta cuarto nivel.

En razón de lo señalado, pienso que las aulas venezolanas, dentro de un período prudente de años, debe ser convertida en un inmenso laboratorio de investigaciones científicas y humanísticas. ¿Cómo hacer posible eso? Es este un proyecto de mediano y largo plazo, entiéndase con resultados que sólo podrán ser visibles dentro de diez, quince y veinte años si comenzamos desde ahora.

II

En primer lugar, las maestras, maestros, profesoras, profesores, deben ser inducidos, todos sin excepción, en los rudimentos esenciales de las metodologías investigativas, para que estén en capacidad de orientar a sus alumnas y alumnos en las tareas de esta actividad de una manera lógica, normal, permanente, no casual ni esporádica, sino permanente y prosecutiva. Cada docente se convierte, en consecuencia, en un investigador más, a tiempo completo, y, si se quiere, a dedicación exclusiva. En este caso, la vocación y la remuneración justa, adecuada, es preciso tenerlo en cuenta.

De esa manera, desde que el infante de tres años ingresa al sistema educativo, empezará a conocer de una manera natural las herramientas e instrumentos de la investigación, de manera sencilla, lúdica, adaptada y adecuada a su edad, a sus intereses, a sus motivaciones. Grado a grado, nivel a nivel, niñas y niños irán aprehendiendo el uso de todo ese instrumental.

Esas actividades deben ser objeto periódico y permanente de supervisión y evaluación; y como actividad de culminación del grado o nivel, bajo la guía de sus instructores, la preparación y presentación de un informe final, de un proyecto que sea viable de instrumentación, de aplicación, bien en la escuela, en su hogar, en el jardín, en el campo deportivo, en un lugar propicio que, preferiblemente, debe ser localizado por el mismo educando. Los reconocimientos como premio a los mayores y mejores esfuerzos son esenciales para estimular a los educandos.

III

Ya en la secundaria, y si preferiblemente el estudiante ha venido desarrollando y perfeccionando un mismo proyecto, éste debe avanzar sin pausas. Para entonces las herramientas e instrumentos que estén a su alcance, bien sea elaborados por ella o él, deben ser manejados con aptitud, prudencia, eficiencia y eficacia. Y esto es válido tanto en el campo de las ciencias exactas como en las humanas, cuya diferencia ha de conocer con precisión el educando. Ya debe ser capaz de manejar con solvencia la bibliografía pertinente, adecuada. Las profesoras y profesores siempre atentos, pendientes, como auxiliares oportunos, labor que también pueden y deben realizar los estudiantes más aventajados. El uso recurrente de las bibliotecas ha de ser un hábito común y corriente. A medida que avancen en los grados y niveles educativos de la secundaria, el grado de dificultad se profundizará, aunque amortiguado ya por la experiencia acumulada. Algunos de estos proyectos de investigación, fundamentalmente los que tienen que ver con la siembra de algunos vegetales y la cría de algunos animales, como conejos, aves de corral, ovejos, cabras, en las piscinas para peces, fructificarán en el corto plazo, otros a mediano y hasta en el largo. Lo importantes es la formación investigativa, creadora, de nuestros jóvenes.

IV

Al ingresar a los estudios del tercer nivel, ya el estudiante debe estar seguro de lo que quiere como Proyecto o Tesis de Grado. A estas alturas toda Tesis debe, tiene que ser un Proyecto de Desarrollo Industrial o Humanístico, factible, viable de ser aplicado y el Estado, vale decir el pueblo organizado, el Poder Popular, en conjunto con las fábricas, las instituciones fundamentales del Estado, han de tener órganos de atención a estas tareas. Estemos entonces claros de lo que se trata. Todo egresado de una carrera universitaria o tecnológica debe presentar como culminación de sus estudios un trabajo que no debe ir a engrosar las miles de tesis que abarrotan las bibliotecas de nuestras universidades. Y aquí deben combinarse las investigaciones de campo con las meramente bibliográficas, documentales y hasta especulativas, en todas las ramas del saber humano. Como culminación del año escolar, una fiesta o feria científica reunirá y exhibirá los trabajos de los educandos.

¡PATRIA, PRODUCTIVA Y CREADORA… VIVIREMOS Y VENCEREMOS!