En Tres y Dos, la industrialización y la calidad de vida del venezolano

Les propongo a los lectores que vean cuando puedan, todos los días, a las 6:00 pm en VTV el programa En tres y dos. Con la sola intención de contribuir a mejorar los niveles y puntos de vistas de la discusión que generan sus moderadores. Es una buena idea para debatir, sin embargo tiene como un restrictivo la imposibilidad de que interactuemos con los expositores, de que se escuchen otras opiniones, que por más radicales que sean son preciosas para nutrir el debate. Y concederles el tiempo necesario.

Mi opinión es que en el último programa sobre la industrialización en Venezuela, a los participantes le faltó metodología para abordar el problema, o si se quiere, no fueron muy honestos en sus planteamientos. Les faltó poner el tema en contexto y hacerse preguntas básicas.

"¿Industrializarnos para qué? Antes de pensar en industrialización debemos pensar en el socialismo –pensé yo- en nuestro socialismo. Ese pudiera haber sido el contexto en el cual tratar el tema".

"Y si ese fuera ¿Es realmente necesario industrializar el oro? ¿Refinar el Oro y exportar el oro? ¿Es necesario exportar carros? ¿Es necesario exportar computadoras? ¿Explotar el coltán?; ¿Qué deberíamos industrializar y para qué? ¿Industrializar para exportar? ¿Exportar para qué? ¿Exportar la pesca? ¿Es necesario exportar la pesca? ¿Es necesario exportar alimentos? ¿Podemos producir tanto alimento como para que haya un excedente como para exportar? ¿Será posible eso? ¿Industrializar qué y para qué? ¿Exportar armas, explosivos, municiones? ¿Es eso sería correcto? ¿Debemos industrializarnos para producir calzados y vestidos para exportar? ¿Lavadoras y cocinas para exportar?... ¿Quién se va industrializar: el Estado o los privados?

Otra gran pregunta ¿Con qué dólares van a producir los manufactureros? ¿Con qué dólares van a producir las ensambladoras? ¿Con cuáles dólares vamos a sustituir importaciones y cuáles importaciones vamos a sustituir? ¿Quién le pone el cascabel al gato del capitalismo? ¿Qué Guardia Nacional Bolivariana no se va a corromper? ¿Cuáles agentes gubernamentales no se van corromper en la repartidera de dólares, de concesiones, de negocios?"

Todo este cuestionario se puede ir respondiendo, o puede ir simplificando todo el asunto, si sabemos hacia dónde va "la revolución", hacia dónde nos dirigimos políticamente.

Por ejemplo. Si queremos hacer de Venezuela un país capitalista que compita comercialmente con los grandes del Mercosur, que aspire a formar parte de los BRICs, y se industrialice a pesar del socialismo y de nuestras riquezas naturales, humanas y culturales,… responderemos de una manera específica, unas y otras preguntas.

Pero si lo que queremos es cambiar la sociedad, la conciencia social; si queremos que la riqueza material del país sea proporcional a la riqueza espiritual, que por un cuanto de riqueza material dos o tres partes de riqueza espiritual; si queremos cambiar los hábitos de consumo de la población. Si lo que queremos es educar a la población, y en especial a nuestros niños, para la conservación del agua y la naturaleza y adquirir las herramientas del pensamiento para entender la vida y su entorno, para la vida en socialismo, los valores del respeto y el trabajo cooperativo y creativo, de la solidaridad… y a la par prepararlos con las técnicas, las ciencias y las tecnologías liberadoras, liberar a toda la población de la ignorancia, para que sea Venezuela entera un pueblo realmente emancipado, intelectualmente independiente y liberador de cualquier dominio de conocimiento e ideológico. Si lo que queremos es educar y reeducar a la población para la vida en socialismo, las repuestas a estas preguntas serán otras. Algunas ni siquiera tendrían respuestas.

Pero las preguntas se deben hacer. Estas y otras preguntas nos las debemos hacer siempre, antes de sacar conclusiones, de defender posiciones y de quedar todos de acuerdo al final. Nos debemos hacer estas preguntas a la hora de hablar de industrialización, de desarrollo industrial, de refinar el oro, y de exportarlo, de venderlo ¿Por qué?

Porque todas estas ideas suponen un costo moral e ideológico, tienen un precio material y político altísimo que hay que pagar. Suponen poner por delante del socialismo –del ser humano, del espíritu humano y humanista- una riqueza pobre, efímera, la cual, así como puede emerger abundante, así mismo puede desaparecer en muy poco tiempo secando suelos, ríos, mares, contaminando el aire, y dejando a todo un pueblo esclavo de la estupidez del consumo y la ignorancia, en una esclavitud perpetua.

Sobre el argumento de sostener la calidad de vida del venezolano

La calidad de vida. Otro asunto del cual hablan ahora los ministros. No se puede hablar de desmejorar la calidad de vida del venezolano cuando ha sido muy poco lo que se ha logrado en ella, como calidad de vida verdadera, calidad de vida en el espíritu. Que seamos ricos por no necesitar, y no por tener mucho. No puede ser que ahora lo que movilice a la masa sea solamente el consumo de cosas materiales. No nada más se trata de alimentos, sino de todo aquello que se pueda comprar mediante el lucro, el comercio, la compra y venta de lo que sea.

Esa calidad de vida yo no la quiero para la gente porque pierdo contacto espiritual con ella. Mientras cada vez somos menos los que alimentamos nuestra fuerza mediante el estudio y el conocimiento, son mucho más los que solamente alimentan el estómago, los malos hábitos y se dedican al comercio, el cual representa la actividad más baja y alienante de todas las que puede ocupar la vida del ser humano (Esto del comercio es histórico. Desde la antigua Grecia, pasando por Platón, hasta el juicio de la religión cristiana en la edad media, el comercio siempre fue visto como la actividad humana más innoble, inclusive por debajo de la prostitución. Solo el capitalismo le ha dado estatus, puesto que sus fundamentos existenciales han sido la especulación, la explotación y el robo, más todos sus derivados materiales, científicos, tecnológicos que hoy nos esclavizan. Y los espirituales que además nos corrompen).

No basta con tener una casa, además no hay que ser mezquinos; hay que tener una casa y ser una mejor persona, más noble y solidario con el vecino y con el semejante. No basta con tener un carro, hay que saber usarlo en beneficio de toda la sociedad (no contaminar, no escandalizar, no regarlo todo el día como a una plantación) No basta con que el gobierno invierta millones en computadoras y línea blanca, hay que buscar la manera para que no se conviertan en mercancías o en otra oportunidad para acrecentar la miseria humana.

Es así como el concepto de calidad de vida, así como el de desarrollo industrial, también resulta distinto según estemos construyendo la consciencia del hombre en el socialismo o la otra para vivir en el capitalismo. No son estos conceptos, conceptos neutrales que se explican por sí solos. No existen conceptos neutrales. A cada concepto le cabe uno o muchos calificativos. Eso forma parte de los métodos que deberíamos adoptar a la hora de discutir estos temas. Y el otro asunto metodológico, a la hora de discutir estos temas es disponer de tiempo. Cuando estos temas son de importancia y generan debates igualmente importantes el tiempo no debería ser una limitación. Estamos en socialismo, no deberíamos competir en ningún mercado televisivo. En fin, los invito a que vean el programa y se animen a generar discusión seria a partir de él. …Y ¡Acabemos con el capitalismo¡



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Héctor Baíz

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