Tratados que maltratan

Un tratado es el cierre o la culminación de una negociación o disputa, tras haberse debatido y alcanzado un acuerdo. Los hay de varios tipos: de paz, de comercio, políticos, culturales, sobre los derechos humanos, entre tantos. En ocasiones se sustituye el término por pacto, convenio, ajuste o contrato. Estos pueden ser de carácter nacional o internacional, según los grupos que serán beneficiados con tales compromisos, por lo general sus frutos solo alcanzan a las grandes burguesías del capital o al país con mayor poderío bélico.

Durante siglos y siglos los pueblos del mundo han permanecido relegados ante la proliferación de la firmas de tratados entre gobiernos, sin que en ningún momento sean consultados, a pesar de que, seguramente, los pobladores fueron y serán los afectados con dichos acuerdos. Son numerosos los ejemplos de tratados que aparecen en los enciclopedias y si se desea más información se podía recurrir a la tía Google mi suegra Wiky que nunca nos dejan mal parado. En este artículo me voy a limitar a unos pocos, dado la imposibilidad de nombrarlos a todos.

El tratado de Tordesillas (1494): mediante este tratado el papa Alejandro VI, por medio de las bulas alejandrinas, le concede a los reyes católicos de España Fernando e Isabel y al rey Juan de Portugal, el repartimiento de las tierras descubiertas y por descubrir en el Nuevo Mundo. El resultado de este fue la desaparición de más de cien millones de indígenas y la aniquilación de la cultura de los pueblos originarios.

El tratado de Fontainebleau (1762): gracias a este pacto Francia cede a España el territorio norteamericano de Luisiana. Con este tratado se fortalece el catolicismo en esta parte del globo, en oposición a la perspectiva protestante de control británico.

El tratado de paz de Amiens (1802): firmado entre el Reino Unido y el Reino de España, por el cual el territorio de Trinidad, que pertenecía a la Capitanía General de Venezuela, le fue otorgado a la Gran Bretaña. Consecuencia de este este convenio fue la desaparición de los pueblos originarios y sustituido por negros africanos llevados a la isla como esclavos a las plantaciones de caña y tabaco, además de los coolies de la India y China para ser explotados de manera inmisericorde.

El tratado de Guadalupe Hidalgo (1848): curiosamente llamado "tratado de paz" mediante el cual se legaliza el robo de una gran parte del territorio de México en manos de EEUU; lo que hoy conforma California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas y parte de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma. Para ser más exacto, más de la mitad del territorio azteca. Bonita manera de conseguir la paz.

La conferencia de Berlín (1885): convocada por Francia y el Reino Unido e Irlanda donde se planteó la expansión colonial en África y la solución de su repartición. En dicha reunión participaron, además de los referidos anteriormente, Alemania, Portugal, Países Bajos, Imperio Austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, Italia, España, Rusia, Suecia, Imperio Otomano, y no podía faltar EEUU. Algo extraño, ningún país africano estaba representado. Muchos buitres para un suculento festín.

El tratado de París (1900): firmado entre Francia y España para delimitar las fronteras de sus "posesiones" de ambos países en la costa del Sahara y la del golfo de Guinea. Tal como se lee, estamos en el caso de dos potencias peleándose una buena parte de una torta robada.

El tratado de Sykes-Picot (1916): antes de finalizar la Primera Guerra Mundial el Reino Unido y Francia deciden repartirse el territorio que le será arrebatado a los otomanos (turcos), acomodados a sus intereses comerciales y coloniales. De este modo se fundaron reinos y unidades administrativas arbitrarias, sin tener en cuenta las condiciones geográficas, culturales, religiosas y tribales. De estas expoliaciones, de estos incumplimientos entre las dos potencias y de los robos de terrenos que no pertenecían ni al Reino Unido ni a Francia surgen el Líbano, Irak y Siria. Hoy por hoy todo lo que está sucediendo en el Medio Oriente es el corolario de este nefasto convenio. Por esta vía los imperios occidentales, sin miramiento ni pudor, se repartieron buena parte del mundo.

Tratado de Versalles (1919): fue el tratado de paz firmado tras finalizar la Primera Guerra Mundial. Consecuencia de este pacto fueron las importantes concesiones territoriales a los vencedores. Por medio de esta las posesiones de Alemania en África se convierten en colonias de los países aliados triunfantes. Así mismo, imponen al pueblo alemán exorbitantes e inmorales indemnizaciones, dejando aceitado los engranajes para el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Secuela de este tratado el Líbano y Siria quedarán colocados bajo la administración (colonia) de Francia, así mismo, Palestina y Transjordania (actual Jordania) en manos del Reino Unido. Así mismo, los antiguos territorios otomanos de la península arábiga serán convertidos en estados independientes con reyes sumisos a los imperios. Como se puede notar, el infierno que vive actualmente el medio oriente es el desenlace de los viles saqueos de aquellos territorios y de una desacertada política colonial que los imperios impusieron en aquella zona.

Tratado del Atlántico Norte (OTAN) (1949): firmado en Washington, inicialmente por EEUU y once países europeos, posteriormente se unieron otros dieciséis cuya función es proteger los intereses de las grandes empresas en cualquiera de estas naciones firmantes. Un ataque a uno de estos podía ser considerado como un ataque a todos los estados. Actualmente, además de ser una organización militar y política, la OTAN se inmiscuye directamente en todos los problemas del mundo, amenazado con su gran poderío bélico a cualquier estado que se oponga a las decisiones y a las aspiraciones del gran capital. Así mismo intentan ejercer influencia en áreas muy próxima a Rusia y a China con el objetivo de controlar los mercados.

Tratados de libre comercio (TLC): como ya las antiguas potencias europeas y los EEUU no pueden fundar nuevas colonias como lo hicieron en el siglo XIX y parte del XX, haciendo uso de sus maquinaria militar, hoy intervienen en todo el planeta bajo el influjo de los llamados TLC. Estos tratados son una especie de acuerdo regional o bilateral para ampliar los mercados de bienes y servicios entre los países participantes. Mediante estos acuerdos, a través de la eliminación de los aranceles, los países desarrollados intentarán imponer en el país más débil económicamente los avaros monopolios de las empresas mercantiles con excedente de producción. Consecuencia de esta actividad los países débiles no podrán competir en el mercado con dichas compañías y en futuro la agricultura, la industria y otras empresas irán a la quiebra. No cabe duda que los TLC solo beneficiaran a las grandes compañías mercantiles ubicadas en los países desarrollados y los demás se hundirán en la miseria y la desolación.

El consenso de Washington o pacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI): ya los venezolanos conocemos las desgracias de los convenios concebidos por los miembros de la oligarquía chula, es el caso del Pacto de Punto Fijo. Mediante este ajuste firmado por los líderes fundadores de AD, Copey y URD se comprometieron a entregar los bienes del país a los grandes consorcios de EEUU bajo la excusa de la gobernabilidad. Consecuencia de este convenio fueron cuarenta años de arrebato de nuestras riquezas y sumisión de los gobiernos adecos copeyanos a los intereses foráneos. Hoy después de dieciséis años de la Revolución Bolivariana algunos cadáveres insepultos (Ricardo Hausmann y Lorenzo Mendoza) de la oligarquía chula aspiran repetir los perjuicios causados por la política de entrega de la cuarta república. Lo referidos ansían formar gobierno para aplicar las fórmulas recomendadas por el FMI, el BM y el Departamento del Tesoro de EEUU. Dichas "fórmulas mágicas" para "arreglar" la economía del país al aceptar tales condiciones incluyen, entre otras: privatizar las empresas del estado (PDVSA, CATV, Sidor, banca, salud, educación…); eliminación de los subsidios agroalimentarios; liberación de los precios; liberación de las tasas de interés para todo tipo de crédito (agrícola, vivienda, vehículo….); eliminar el control de cambio que permitirá la fuga de capitales; reforma fiscal y tributaria para beneficio de los grandes capitalistas; abolición de las regulaciones que impidan el acceso al mercado o restrinjan la competencia (protección a los monopolios); liberación del comercio que permita la importaciones…Como se nota, nuestros oligarcas de alpargatas están a la espera de un "bocatto di cardinale" (Venezuela) para entregárselo a las transnacionales y enriquecerse con las sobras que estas le concedan en pago por su trabajo.

Como se puede leer en los párrafos anteriores, los tratados, convenios, pactos, ajuste o como se les llame, por lo general son signados por representantes del gobierno que no encarnan el pueblo, sino a las grandes compañías que solo velan por los intereses de los capitalistas, dueños y amos del dinero. Son tratados que maltratan a la mayoría de la población como ya lo expresé. No podemos confundirnos, los individuos como Ricardo y Lorenzo son lacayos del imperio y empleados de los grandes centros financieros que los utilizan para arrasar con nuestra riqueza petrolera y violar nuestra soberanía.



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Enoc Sánchez


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