Adiós Chita, bienvenido Maldonado

Aun cuando esta tribuna va más hacia lo político me meteré con el deporte, asunto fundamental y no digamos que para la salud y mente de quienes lo practican, sino para las emociones del colectivo venezolano, algo como de patria, pues. Cuando observamos la actuación de nuestras y nuestros atletas en los Juegos Panamericanos Canadá 2015, y escuchamos sus entrevistas, hubo un factor común explicativo del bajo rendimiento (y no le resto méritos a los esfuerzos de todos) que afloró, los atletas comentaban: “es que (los ganadores de otros países) tienen mucho físico…”

Y se me vino a la mente preguntar cómo son los entrenamientos. Solo sé que “para ganar” – y no como en el esquema cuartarepublicano de que no importa ganar sino competir, y ahora que es bueno asistir para que se fogueen- hay que darle duro a los entrenamientos para obtener buenos rendimientos, ser competitivos, orgullosamente competitivos, si no se desencantan nuestros jóvenes y, lo peor, nos desencantamos, hasta nos entristecemos todos los venezolanos. Y es alimento especial para las críticas opositoras.

Aunque se vea hollywoodesco, quisiera que recordemos que cuando Rocky Balboa (jaja), se “decidía a ganar los títulos” mundiales contra opositores de variada índole, entrenaba 26 horas al día. Corría subiendo montañas, hasta con capucha en las temporadas invernales (nieve pareja), ring parejo, sparrings arrechos, golpear saco y pera a montón, y de no ser así seguro no superaría a sus rivales. Eso es lo que debamos exigirle a nuestros atletas.

Vimos boxeadores, con buena técnica y coraje, que al último minuto en cada round no podían con su alma. Otros que se desconcentraban, no le ponían lo suficiente, por la “medio fama” ante unas magníficas peleas y lo hacían, como es hasta lógico por sus logros, para el público y sus familias, y siendo favoritos… perdieron. Una de nuestras tenistas manifestó lo de la fortaleza de sus opositoras. Además del deporte que les corresponde practicar a diario, que no es suficiente, hay que hacer gimnasio parejo, correr de manera cada vez más exigente. Darle durísimo. Sacar físico.

Explico, no basta con entrar a una pista, una cancha, un ring y cumplir una rutina básica y practicar tu especialidad, hay que esforzarse al máximo.

Bueno así lo estamos viendo en el preolímpico de básquet a Brasil 2016, nuestros atletas no son seguros en los tiros a la distancia que sea. Hay destellos de calidad, o todos la tienen, pero se ensombrece su performance cuando deben lanzar… y zas, una arrechera para todos. Apreciamos sus esfuerzos, el de México es al máximo por la altura y jugando casi a diario, y un deporte agotador. Nos quitamos el sombrero ante tanta capacidad física de los jugadores gigantes. El entrenador argentino de nuestra selección “el che García” es un excelente estratega, lo aplaudimos, pero, tal vez describa una estupidez, hay que poner a cada basquetbolista a lanzar desde cada una de las posiciones y distancias. Una, diez, cien, mil pelotas. Hemos fallado en tiros liberes y en los de “tres” en el juego contra Uruguay pelamos quince seguidos, y en ese y en otros juegos que casi teníamos ganados, al final, con un juego cerrado, perdimos por dos o tres puntos.

Sin embargo, ya que ganamos hoy contra Panamá y alcanzamos un puesto en el repechaje los invito a disfrutar la semifinal el sábado, por TVES, por Meridiano y Telearagua, y si hay cadena por la emergencia en que estamos, si tiene Directv por el 612.

Ahora con lo del título del artículo, ya, definitivamente, Chita San Vicente no es el hombre, y nos da mucha lástima porque es criollo, no ha podido lograr las estrategias necesarias en cada partido aun contando con venezolanos que son estrellas internacionales del futbol. El de Honduras, con un hermoso estadio Cachamay medio vacío por la falta de estímulo por perdedores, nos ganó y nada menos que tres a cero, una pelusa. Y vimos a su buen entrenador colombiano manifestar que era más allá de los problemas fronterizos. Adiós Chita, lo intentaste. Y no es despectivo solo que no podemos desencantarnos más. Ayer contra Panamá parimos, y en el tiempo de extensión entró Arango y se entusiasmaron y Rondón anotó el de la honrilla del empate a uno.

Estimo que Arango decidió retirase porque para un jugador de su calidad es un desprestigio esa perdedera.

Y a nuestro querido Pastor Maldonado lo queremos por acá ya que por allá, no tiene suerte, generalmente las malas condiciones de sus carros, los atoramientos propios y de otros para chocar con frecuencia y lo que más nos duele, los montones de dólares gastados. Que más nos duelen en esta época de las vacas flacas por los precios bajos de la leche negra. Lo sentimos. Por cierto nos emocionamos el año pasado cuando el Potro Álvarez dijo que no se pagaría más a otra escudería, lo que pareció un atrevimiento correcto, pero…

Es más deberíamos eliminar las transmisiones directas de la Fórmula Uno por TVES, que es muy buena, pero por lo menos mientras esté bajo nuestro precio petrolero.
Disculpen mi atrevimiento, y si me critican bienvenidos.


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Simón Lacise


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