Economía Capitalista Vs. Economía Comunal (II)

Economía Comunal. Desarrollo Endógeno

El Comandante Chávez reconoce la hegemonía, todavía reinante del modelo capitalista, al expresar, en la presentación de su Programa de Gobierno para el periodo 2013-2019 denominado Plan de la Patria, lo siguiente: "No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo".

"Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana, capaz de configurar una nueva socialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro pueblo. Esto pasa por pulverizar completamente la forma Estado burguesa que heredamos, la que aún se reproduce a través de sus viejas y nefastas prácticas, y darle continuidad a la invención de nuevas formas de gestión política".

Para desarticular la explotación y dominación del individuo en la sociedad es necesario pensar en un nuevo modelo de producción que no sea individualista sino mas bien, comunitario y solidario y que se oriente a satisfacer las necesidades de la sociedad, más que los caprichos disfrazados de deseos, inducidos por la publicidad, pero que adicionalmente sea más eficiente y respetuoso con la naturaleza. Ese modelo de producción no es otro que uno que tenga como base la Economía Comunal. Esta es una de las razones por las cuales el Comandante Eterno siempre insistía, que todos nosotros deberíamos estar permanentemente con la vista puesta en la construcción de las comunas. Que ésta no era solamente una tarea para el Ministerio de las Comunas, que era una de las acciones fundamentales en la etapa de Transición al Socialismo. Es por esto que decía con impaciencia y vehemencia: "Comuna o nada!".

Evidentemente, la construcción del Socialismo no es una tarea para ser realizada solo por el Presidente de la República, o un ministerio en particular. Ni siquiera por todo el gobierno. Se requiere esencialmente del Poder Popular, "de toda la sociedad". De ahí su nombre. Es aquí donde las expresiones: "Democracia Participativa y Protagónica" y "Contraloría Social" adquieren un completo significado. Es una ingenuidad creer que el Socialismo nos lo van a construir quienes se hacen llamar "los hijos de Chávez". A decir verdad, "hijos de Chávez somos todos". Todos los venezolanos somos hijos de Chávez, los que defienden su legado y los que se le oponen, pues todos hemos experimentado un cambio trascendental en nuestras vidas con su aparición en la escena nacional. La diferencia está en que unos lo aman y otros lo odian, unos lo amaron y otros lo odiaron, unos usan su memoria para su propio beneficio, otros para consolidar su obra.

Se trata ahora de buscar que "la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro pueblo. Esto pasa por pulverizar completamente la forma Estado burguesa que heredamos".

El modelo capitalista ha demostrado su naturaleza depredadora y destructora del medio ambiente, por su exagerado despilfarro de las materias primas y el alto grado de contaminación, ocasionado por la afanosa búsqueda de la ganancia como principal objetivo. Su inconveniencia para la supervivencia humana por su alta dosis de consumismo derivado también de la búsqueda del lucro como principal objetivo de la producción.

Para avanzar sustancialmente en el proceso revolucionario es imprescindible superar el modelo económico capitalista. En la transición al socialismo el modelo productivo actual debe sufrir un cambio radical en las relaciones de producción que nos conducirá a consolidar la Economía Comunal.

Por tanto, la promulgación de la Ley Orgánica de la Economía Comunal, la Ley Orgánica de las Comunas y otras leyes en donde toca la estructura de propiedad y el ciclo productivo, exigen el empoderamiento y control de los sistemas productivos por parte del Poder Popular.

Es por consiguiente, una contradicción con la CRBV y con el Plan de la Patria, estar decretando Zonas Económicas Especiales(ZEE), que buscan privilegiar a Inversionistas Extranjeros y Empresas Transnacionales(ET) con el pretexto de estimular la inversión extranjera, que por cierto en muchos casos es más el perjuicio que nos causan que el bien que nos hacen.

Venezuela presenta condiciones excepcionales para dar los primeros pasos en el cambio de modelo productivo hacia la Economía Comunal, alejándose de la Economía de Mercado, pues posee inmensos recursos naturales estratégicos que le permiten un desarrollo sustentable, tales como petróleo, hierro, bauxita, coltan , agua, inmensos ríos, bosques, tierras fértiles, que nos permiten ser una potencia agrícola, muchas de ellas, completamente improductivas, un clima muy variado desde el ardiente del trópico hasta el frio de los Andes, lluvias moderadas durante todo el año, vientos suaves, un mar inmenso y muy calmado, completamente inexplorado, minerales abundantes como el oro, un pueblo alegre y pacifico, con ganas de trabajar, pero que muchas veces, por culpa de una clase dirigente y egoísta, se siente frustrado y con ganas de "irse demasiado para cualquier parte", estimulado además por unos alienantes medios de comunicación que pretenden desarraigarlo, haciéndole ver espejismos en otros países. Tenemos extensas llanuras para la ganadería, selvas, playas, montañas, paisajes hermosos, que nos permiten disfrutar un turismo ecológico, para nuestro pueblo y los extranjeros que nos visiten. En cualquier punto de la geografía venezolana pudieran establecerse numerosas y modernas empresas comunales de producción y de servicios, para transformar tánta materia prima que tenemos y resulta que no producimos derivados del petróleo, del aluminio, del hierro, del gas, de la madera, de la ganadería y la agricultura. Es increíble que con tantos recursos estemos viviendo en las condiciones en que estamos. Cuántos países en el mundo quisieran contar con nuestras riquezas. Somos realmente pobres sentados sobre un tesoro y no nos damos cuenta!. Pero todo esto es imposible hacerlo de manera individual. La democracia participativa implica que es el pueblo organizado el que puede hacerlo y que el gobierno nacional y los gobiernos locales son los responsables de coordinar las acciones correspondientes y facilitar su realización. Ya basta de gobernantes que solo desean "disfrutar del gobierno" para su único beneficio y con un par de declaraciones engañosas y promesas pretenden satisfacer nuestros anhelos y nuestros derechos. Nuestro Comandante Eterno nos pedía constantemente que lo interpeláramos, a él y a todos los funcionarios públicos. Y eso es lo que haremos en adelante!. No podemos permanecer indiferentes ante la irresponsabilidad de los funcionarios públicos, la corrupción que campea tanto en el sector público como en el privado, el incumplimiento de los proyectos, porque nos estamos convirtiendo en cómplices y también seremos culpables ante la historia por haber sido tolerantes con nuestro silencio y pasividad. No podemos disculparnos aduciendo que no éramos actores principales del desastre. Eso no lo comprenderán ni aceptarán las futuras generaciones.

Ante todo debemos promover el desarrollo comunal endógeno. Producir primero lo suficiente para satisfacer las necesidades locales, luego las regionales, nacionales, etc., junto con la creación de redes de economía social con las otras comunas que nos permitan satisfacer nuestras necesidades, así como también satisfacer las de las otras comunidades del país con una economía solidaria y complementaria.

Inspirados en Chávez debemos continuar avanzando hacia el derrocamiento de la burguesía y la construcción del Estado Comunal, y Campesino, pues en el campo está el principal sustento de la vida y la subsistencia de toda la población. Hemos vivido muchos años dando la espalda a la producción de alimentos, pensando de manera absurda que con la sola venta del petróleo crudo podremos satisfacer todas las otras necesidades. Todas las poblaciones del país, pudieran y debieran albergar un sinnúmero de pequeñas y medianas industrias de todo tipo, de acuerdo a las potencialidades y vocación de cada localidad, para transformar la materia prima obtenida del petróleo, aluminio, hierro, madera, productos del campo, etc. desligándonos del modelo de las grandes zonas industriales a que nos han acostumbrado con el modelo capitalista, el cual por añadidura, promueve la concentración en las grandes ciudades y en consecuencia crea un desequilibrio territorial además de un desarraigo de la población.

El gobierno nacional, los gobiernos regionales y locales deben procurar y facilitar el desarrollo de las comunas y de la economía comunal, brindando las facilidades y la colaboración suficiente y necesaria junto con los servicios básicos de agua, luz, teléfono, Internet, que requieran las comunidades, construyendo aldeas universitarias para formar profesionales en diversas aéreas, centros integrales de salud, escuelas y liceos bolivarianos, así como también campos deportivos y abastos adecuados para surtir de manera conveniente y permanentemente las necesidades de alimentos, medicinas y artículos del hogar. Igualmente, las comunidades deben organizarse para exigir a los funcionarios la obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes populares que forman parte del entramado jurídico nacional, planteando las necesidades locales, sin estar esperando que se conviertan en promesas electorales. En esto consiste la democracia participativa y protagónica. En la medida que en que el pueblo organizadamente participe, logrará que la burocracia realice su trabajo de manera responsable.

Una comuna puede estar constituida por la unión de consejos comunales urbanos o una combinación de consejos comunales urbanos junto con consejos comunales campesinos, para desarrollar y llevar a cabo proyectos socio productivos.

Tenemos 1056 comunas en todo el país, con inmensos deseos de producir!

Sólo necesitamos un gobierno eficiente y activo, que les suministre el equipamiento y adiestramiento necesario, con un financiamiento adecuado, sin tánta burocracia y tánta vuelta. En China se puede obtener, en la actualidad, todo el equipo necesario y muy rápidamente para establecer pequeñas y medianas empresas verdaderamente socialistas para consolidar la economía comunal en vez de estar facilitando en nuestro país el establecimiento de grandes ET cuyo principal propósito es la explotación de nuestras riquezas naturales y materias primas, así como también una mano de obra súper económica.

Podemos y debemos ganar la Guerra Económica!. Pero debe ser entre Todos!.

Si realmente queremos hacer una verdadera revolución socialista, tendremos que hacerla nosotros mismos. "El ojo del amo engorda el caballo".

No podemos esperar que la hagan quienes están disfrutando del poder. Tampoco la harán los dirigentes de la oposición, que prometen "cambiar de modelo porque, éste fracasó". Pero no presentan ningún proyecto.

El Socialismo no ha fracasado en ninguna parte, porque sencillamente en ninguna parte se ha consolidado y mal puede fracasar algo que nunca se ha establecido. En la "Unión Soviética", por ejemplo no hubo socialismo, no pudo fracasar lo que no existió. Hubo sí, una feroz tiranía expresada en un Capitalismo de Estado con altísima burocratización. El estalinismo rigurosamente vertical y por ende burocrático, deformó cuanto pudo las tesis originales de Marx, y desde entonces, algunos interesados afirman que esto equivale al fracaso del Socialismo.

Los candidatos prometen todo lo que sea, con tal de obtener la confianza del elector y obviamente su voto. Después se olvidan de las promesas que hicieron y el pueblo vuelve a su estado de abandono, desesperanza, impotencia y decepción.

Debemos hacer valer el Poder Popular. Hacer real la Democracia Participativa y Protagónica. Hacer efectiva la Contraloría Social. De otra manera no podremos esperar ningún cambio. Ya no tenemos a Chávez.

"Solo el Pueblo salva al Pueblo!".

Por fortuna, aún es tiempo de revisar, rectificar y reimpulsar.

Cuántas pequeñas y medianas empresas pudieran establecerse en muchas poblaciones del país, si hubiera, por ejemplo, un plan para facilitar y apoyar la producción de derivados del cacao para que además de crear puestos de trabajo dignos y bien remunerados se abasteciera el mercado nacional con la posibilidad incluso de exportar productos terminados?. Es que acaso tienen que venir los chinos a ponernos fábricas inmensas, a explotar a nuestro pueblo y llevarse las utilidades?. Para qué tenemos universidades y técnicos en el país? (en los ministerios, PDVSA. etc.). Tendremos que llamar a la Nestlé, porque nosotros no podemos hacer "chocolatines ricos" y de alta calidad?

Algo similar podemos afirmar de los alimentos concentrados para animales, perros, gatos, pollos, peces, ganado de todo tipo. Tendremos que depender de Purina, Dog Chow, Perrarina, Friskies, Cat Chow? Esto se puede producir en cualquier población del interior del país.

Es necesario que se establezcan en nuestro territorio enormes ET como Heinz, Kraft, Maggi, etc. para que nos preparen salsa de tomate, mayonesa o condimentos, que bien pudiéramos producir en muchas empresas pequeñas y medianas con criterios uniformes de calidad en poblaciones del interior del país?

Existen muchísimas formas de aumentar en corto plazo la producción nacional, mejorar la calidad de vida, disminuir las importaciones, generar la mayor suma de felicidad posible en Venezuela, pero debe ser entre todos. El deber del gobierno, en todos sus niveles, es facilitar y estimular la creación de empresas socialistas, pequeñas y medianas, sin juntas interventoras, ni asistencia de los partidos políticos que entorpecen y complican su funcionamiento.

Las universidades y el INCES, deben preparar a nuestros científicos y técnicos, primeramente para desarrollar la empresa nacional, antes que para satisfacer las necesidades de las transnacionales. El estado gasta ingentes sumas de dinero para mantener las universidades sin exigirles nada a cambio. Debe haber por lo menos dos años de servicios al Estado Comunal por cada profesional egresado para poder recibir el título correspondiente.

El SIBCI, Sistema Bolivariano de Comunicación e Información debe estar al servicio de esta Política Nacional y no ser solamente una institución para hacer loas al gobierno de turno y ocultar los errores que se cometan o las criticas que es necesario hacer permanentemente.

Lo mismo se puede decir del petróleo, del aluminio, hierro, madera, oro, coltan , etc.. Debemos darle valor agregado a nuestra materia prima. De otra manera no saldremos del estancamiento en que nos encontramos!.



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Gilberto Hernández O.

Graduado en la universidad Nacional de Colombia en Licenciado en Ciencias de la educación especializado en el área de Física y Matemáticas Postgrado en Educational Media en la Universidad de North Carolina A&T State University año 1984 - Greensboro, N.C Prof. Jubilado de la Univ. de Oriente (Núcleo Anzoátegui)

 gilnandez@hotmail.com

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