Conversando con amigos radicales en sus conceptos de luchas reivindicativas comentaban que Maduro se estaba pasando de conciliador con una gente que no quiere conciliar; de dialogador con unos elementos que lo que quieren es que él se vaya con todos los representantes del gobierno central, lo que destaqué en anterior artículo como que el cejúo había desenterrado definitivamente el hacha de la guerra como lo hicieron en 2001 y 2002 y nos tuvieron en una gran zozobra. El presidente Maduro en su mejor deseo de apaciguar la violencia callejera terrorista de este mes ha insistido en dos asuntos que en verdad ya no debería, invitar a la MUD a dialogar e invitar a los estudiantes a dialogar, también. De paso que es importantísimo deslindar los buenos estudiantes de los malvados, que si no son los que agreden, queman y matan, por lo menos son cómplices. Ambos grupos se declararon enemigos de Maduro y del rrrégimen. Presidente déjele eso a sus ministros, usted, aun siendo un hombre popular, de extracción sencilla, buen comunicador, debe comenzar a investirse de su cargo de Presidente.
Todos quienes de una u otra forma nos hemos enfrentado a escuálidos (o pajúos, como propuse, por tanta paja que hablan y tanta paja que echan) en discusiones, cuando lo han permitido, o hemos tenido que escuchar quejas absurdas o mentiras acumuladas en cualquier espacio donde nos tropezamos, sabemos lo difícil que es tragarnos todas sus estupideces incluyendo las actitudes destempladas y arrogantes, despreciativas, entonces entendemos lo complejo que es tratar de dialogar siquiera convocarlos- con esos bichos de marca mayor que superan con creces y mañas a los esculiduchos que conocemos y callejeramente vemos. Imaginamos que Diosdado tuvo que realizarse una asepsia física y mental cuando medió en la entrega de LOCOLOPE. Y Maduro tener enfrente al Falcón y al vampiro en su casa y escucharle una serie de sandeces irritantes.
Presidente, no invite más a esos dos núcleos del odio a dialogar porque lo sienten como una debilidad de su parte. Lo hizo varias veces y ya. Que lo hagan otros de sus mismos niveles (aunque cualquiera de nosotros es de un nivel superior) Igualmente, aunque quiera conciliar y porque como músico admira su música, no enaltezca,digo, más a Rubén Blades, ese carajo cuando era Ministro de Cultura de Panamá, despotricó públicamente de Chávez. Tío Simón era escuálido hablé con él- pero nunca se pronunció públicamente, fue respetuoso y cuidó su imagen nacional. Igual cuidado tenemos que tener los revolucionarios, aun cuando sus cantos de protesta son maravillosos, con Mercedes Sosa que al final de su vida artística hablaba mal de Chávez, y pregúntele a nuestro erudito profesor Vladimir Acosta.
Maduro, querido presidente, a los escuálidos debe tratarlos en función de lo que ocurre desde hace años, estamos en guerra, y al enemigo ni agua. Un poquito en alguna tregua, como ahora, que lo exige la arremetida internacional, y más nada. Plomo al hampa y cárcel a la mayoría asesina terrorista (activos y/o intelectuales de los acontecimientos, o cómplices de una u otra manera). Estamos en una gran guerra sostenida con tres aristas bélicas, cada una cual peor, y la van insertando en una muy acertada estrategia de origen internacional: guerra psicológica (desde que Chávez era candidato) ; una feroz e interminable guerra mediática (que nos tiene atropellados y arrastrados por el piso de la ignominia) y la que fue creciendo y se desbocó para la puntillada final como es la guerra económica (poco a poco desmembrada). Ah y la guerra urbana unilateral guarimbera y terrorista.
Por cierto plantearon mis contertulios que no veían conveniente que por colaboración aparecieran Guardias Nacionales Bolivarianos en eliminación de barricadas. Por cierto por qué no llenamos las calles de los peos escuálidos con personas de inteligencia pendientes de los francotiradores y de los que arrojan vainas desde sus apartamentos y tomarles fotos y ficharlos, y tener órdenes de allanamiento de inmediato. Alguien decía que a lo mejor -y es uno de los motivos además de los sueldos a los asesinos y actuantes cuya función es crear despelote y caos para enervar ánimos y justificar intervenciones, y por lo que se alargaban las guarimbas terroristas- es para que algunos militares activos aupados por sus familiares (que debe haber adecos, copeyanos, de cualquier partido) rompieran con el chavismo. ¿Estarán los elementos de inteligencia cumpliendo sus tareas? ¿Son gente de confianza?
Presidente,NO SE DEBE SER DEBIL, SI SE QUIERE SER LIBRE (tomada de un artículo en Aporrea de Antonio Daza)
