Sobre su artículo "Diosdado Cabello desconoce al Presidente Chávez"

Heinz Dieterich y la responsabilidad de los intelectuales

El presente es una respuesta al artículo "Diosdado Cabello desconoce al Presidente Chávez" de Heinz Dieterich

Una cosa es platicar en tertulias de cafés; o vaticinar en columnas de horóscopos. Otra muy distinta es pensar y luchar en el complejo plano de una lucha de clases en sí y para sí. Lucha simultáneamente local, nacional y mundial.

La filosofía de derechas nos enseña que piensan los pensadores, los intelectuales. Y san-se-acabó. La agencia Ars publicidad asumía presuntuosamente el lema: “permítanos pensar por usted”. Y es lo que han hecho siempre los intelectuales de derechas y los políticos de derechas: pensar por nosotros; y ponernos a hacer… por nosotros.

Pensar ellos y definir ellos las prácticas de la política, lo social, lo económico y lo cultural por nosotros, la inmensa mayoría despojada de los medios y los modos de producción. Y por esta vía, de nuestra valía y humanidad.

Pero como, en nuestro caso venezolano, intelectuales hoy somos todos. O deberíamos serlo y asumirlo cada vez más intrépidamente, pensarnos y hacernos debe y necesita ser cada día más no una alternativa sino una necesidad.

Una necesidad en que nos jugamos literalmente la vida. La nuestra y la de nuestras futuras generaciones.

La responsabilidad de todos los intelectuales pueblo que somos los más, es así pensar y ayudar a pensar la realidad y pensarnos en ella correctamente para estar en capacidad de transformarla. No adivinar. O hacernos retintín de falsos adivinos. Y mucho menos, agitar sin mediar consecuencias.

Más aun, la responsabilidad de los intelectuales revolucionarios, es no sólo pensar la realidad, la historia, sino contribuir a transformarla en un terreno que nunca es el ideal ni carente de las más agudas complejidades.

Lo dice el pueblo: los profetas y adivinos, embaucan a los cretinos. Nuestro deber es no ser cretinos y no hacer caso a falsos profetas o adivinos.

Los intelectuales aventureros de derechas o de pseudo-izquierda no son así quienes encaran y dan solución efectiva a los problemas colectivos; sino sobre todo, muchas veces, quienes los desfiguran. Hay ciertos intelectuales que están siempre… donde hay un tentempié. Nosotros estamos sobre un polvorín.

Hay intelectuales apoltronados en apacibles salas de una academia. Y a prudenciales 5 mil kilómetros de distancia. Nosotros vivimos sobre el sanguinario polvorín del capitalismo neoliberal.

La vuelta al colonialismo más salvaje y sanguinario que el imperialismo capitalista nos hizo presenciar en Irak, Afganistán, Libia y ahora en Siria lo deja apabullantemente claro.

La prudencia es la madre de todas las virtudes.

Nuestro pueblo es simultaneamnete buenmozo, santo y sabio. Lo ha demostrado incontables ocasiones. Cada líder y cada cuadro de pueblo estamos llamados a actuar en el presente trance con la máxima ética, coherencia de clase y responsabilidad histórica.

Sólo la conciencia y la praxis de clase revolucionaria de nuestro bravo Pueblo, incluyendo los intelectuales pueblo y los lideres pueblo salvará el pueblo de hechiceros, aprovechados y azuzadores de oficio.

delgadoluiss@gmail.com



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Luis Delgado Arria


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