Lo dijo Marx, lo han dicho grandes pensadores, pero eso no ha bastado. Los ricos, explotadores acérrimos de los pobres mantienen la tesis de que la riqueza monetaria es la máxima felicidad del ser humano y que ellos, los ricos, son propulsores de fabricas, emporios, industrias, que sirven para darle trabajo a los pobres gracias al dinero, Aquí resalta una pregunta a los hermanos obreros: ¿Podría el dinero manejarse solo, sin la fuerza física? Imposible. Los ricos utilizan a los obreros para además de explotarlos en las fábricas, someterlos al vicio que esos mismos trabajadores producen, Veamos un caso de alto ejemplo: la cerveza.
Todos los fines de semana los obreros que laboran en la más famosa cervecera venezolana gastan en bares, tascas, bodeguitas, casitas expendedoras del barrio, esquinas, estacionamientos, burdeles, lenocinios, y demás una parte del dinero que le produce el trabajo en esa fábrica. Pregúntense ustedes, hermanitos obreros, en cuales calles de las lujosas urbanizaciones del Este se ponen los directivos de la misma a beber y a gastar el dinero que igualmente ganan con la fábrica de veneno? Y que no vengan con el cuento de que “cada quien hace lo que le venga en gana con su dinero”, eso socialmente es una mierda oral. Algo que no tiene asidero humano, algo indescriptible para hacer un señalamiento de libertad, porque la libertad tiene sus límites y su lógica al ser practicada por seres racionales. Se trata de una burla directa, una maquinación que les cercena a los obreros su derecho a ser LIBRES y no esclavo de un vicio que el mismo produce en esa fábrica de ingesta fecal. Es como mostrarle un caramelo a un niño y pretender que este no lo va aceptar. La consigna de la cervecera parecer ser: “Morirás con tu propio veneno”
LOS TRABAJADORES deben hacer valer su lucha. En cualquier asociación entre dos, las ganancias han de repartirse 50% e igualmente entre ambos cancelar los gastos. Un Estado con esa concepción seria lo ideal para llegar a la equidad y a la justicia. Eso no les gusta a los ricos. Por eso la LUCHA DE CLASES y no la entupida idea de “la hermandad”, de que “antes todos nos saludábamos”, eso es creación de los déspotas para envenenarles la mente a los venezolanos y seguirlos sometiendo al fanatismo y a robarles sus ideas revolucionarias. Por eso hablan de COMUNISMO, por eso no les gusta que un hombre salido del pueblo, de las entrañas de la tierra que trabaja, sea el PRESIDENTE, odian que los pobres se hayan quitado el antifaz sin agujeros visuales que les colocaron desde que echaron a Bolívar de Venezuela para dirigir el comercio de los españoles en fuga.
Ellos, los RICOS y más nadie son los enemigos de los TRABAJADORES. Es hora de la guerra social en democracia: nada con ellos si es que no acceden a la equidad laboral. No a la continua explotación de la cervecera que enferma y acaba con la simetría de los hogares venezolanos a través de ese liquido macabro que día a día cercena el salario de los obreros y convierte a miles de hombres en esclavos que a veces, debido al vicio, no son capaces de enfrentar los gastos del hogar. Además es propulsora de crímenes en barrios, en bloque y superbloques, A sus trabajadores habrá que pedirles que no se dejen manipular por MENDOZA y su publicidad de “ídolos maltines...”, porque mientras más rico él se hace más enfermo y menesteroso se hacen ellos. Es hora de que los obreros venezolanos se conviertan en socios de las fábricas, es en este momento cuando es el propio obrero quien debe dictar la política a seguir en los sitios de producción privado para que la vida de sus familiares alcance el máximo nivel de desarrollo. El gobierno es de los pobres, según la democracia, pues que sea en este momento cuando a los ricos como Capriles Radonski y Lorenzo Mendoza el pueblo los coloque en su sitio; el sigo XXI debe traerle a Venezuela el producto de una emancipación, de una revolución donde sea la evolución social la que se eleve sobre cualquier miseria que LOS RICOS por siglos les han estado implantado a los obreros venezolanos preguntándoles “QUIEN QUIERE SER MILLONARIO” para después esquilmarlos con sus productos.
