Casi todos los revolucionarios vemos VTV y entre otros programas interesantes La Hojilla. Así como también leemos Aporrea, Abrebrecha, y algunos que han mantenido la afición por los periódicos, a VEA y Correo del Orinoco. Vemos a TEves y VALE TV. Quisiéramos que algunas cosas se modificaran, por lo menos en VTV. Pero como la mayoría de los escuálidos y los independientes casi no saben que existen esos canales apreciaríamos una política informativa que les llegue a todos, de manera constante, y consideramos que la única forma es a través de minicadenas. Si nos ideologizaron, y continúan haciéndolo con perversión, dentro de lo más dañino del capitalismo que es el excesivo consumismo, deberíamos ideologizarnos descontaminándonos en ese campo. Esa es la ideologización que queremos y a la que le tienen miedo los capitalistas quienes dicen que, especialmente a sus hijos, no quieren que los ideologicemos en el “comunismo”. Vaya estupidez. Quien nos ideologice buen ideologizador será.
La famosa e internacionalmente conocida Hojilla, cortante por los dos filos, ha servido de caballo de batalla revolucionario aún marcada sólo por el estilo de Mario. En sus inicios, sin Néstor y Eileen, estaba cargada de humor y rochela con la estridente risa de uno de los colaboradores, al extremo de que hasta el presidente Chávez estimuló dicha risa –de vez en cuando se escucha-
Eran varios los invitados pero, a nuestra manera de ver, comenzó un leve distanciamiento. Luego hubo un progresivo enseriamiento, inclusive la mejoría en la formación de Mario y hoy, sin risa estridente, Mario califica para algunas entrevistas. Inteligentemente Mario se reforzó con Amorín, joven audaz y de buen conocimiento político, por lo menos del venezolano y, sin temor a equivocarnos, es parte fundamental en la elaboración de la programación.
La Hojilla es fundamental para los revolucionarios. Labor crítica y de descarga ante la permanente agresión escuálida. Tremenda tarea.
Estos elogios, ya frecuentes por muchos, contrastan con los escritos que le censuran a Mario ciertas omisiones. Más de ellos el no aceptar críticas, o no hacerlas, a fallas revolucionarias, perdón, a fallas de los revolucionarios en ejercicio del poder en sus distintas formas. Y es aquí de donde nos viene la interrogante principal. No son muchos nuestros gobernadores que han sido invitados a la Hojilla, o por lo menos con frecuencia. En cambio Tarek, de Anzoátegui -el ministro es Tareck, con una “c”- ha asistido varias veces. Es más, inexplicablemente Mario realizó hace unos meses, y sin Amorín, dos Hojillas seguidas desde Anzoátegui. Yo, para no hacer pública la observación, se la envié a su correo electrónico, y sin respuesta -nada revolucionario- se la mandé al de Amorín -también sin respuesta, nada revolucionario. Anoche volvimos a ver a Tarek en la Hojilla, y tal como me habían comentado, musculoso por gimnasio de 3 a 5 todas las tardes y con un tatuaje en el cuello hablando solito y halagando al Presidente. Que de pasó no llamó al programa, menos mal. Porque en una de las Hojillas de Anzoátegui, con presencia de pescadores de Puerto La Cruz, se vio obligado a intervenir por ellos, claro.
En el correo a Mario, al camarada Mario, el que quiere que el Presidente se mantenga, el que respalda a los revolucionarios y destruye a los opositores, lo invitamos a venir a Anzoátegui como dirigente del PSUV para que palpe el descontento colectivo. Para ello tiene que venir de incógnito -un poco difícil por lo grandote-, sin contactar al gobernador, ni asistentes, ni dirigentes del partido. Así como se lo pedimos para hombres de confianza del Presidente Chávez.
No diré más nada porque a lo mejor no me lo publican porque Tarek maneja bien a todos los medios. Dicen que es a realazo, hasta con palangristas de oposición y nuestros hasta en Aporrea con pseudónimos. Pero, consideramos, que para respaldar a alguien hay que conocer su accionar. Desenmascarar, muchas de las veces. No basta una amistad ¿?
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