Cuentas que no cuadran

         … ¿estamos llegando a los límites de la auto extinción… por autoflagelación…?                      .  

        De los resultados que hoy percibimos de lo que, hasta hace poco creíamos desarrollo, son muchas las evidencias que nos llevan a inferir en que en algún momento nos equivocamos de rumbo. Si el Desarrollo debió conducirnos a resultados positivos para toda la humanidad ¿Qué explicación tenemos para el hecho de que siete de cada ocho de los habitantes de la Tierra carece de bienestar, de calidad de vida ¿Que no están en condiciones para satisfacer sus necesidades básicas y mucho menos las culturales? ¿Cómo se explican  –ya que de ninguna manera se justifican- las causas de los ingentes problemas ambientales que nos están afectando: calentamiento global por el “efecto de invernadero”, lluvias ácidas, Contaminación general de atmósfera, aguas, espacio territorial, extinción de especies, degradación de ecosistemas vitales, alteraciones genéticas y pare de contar? ¿Cómo explicarnos el hecho de que, menos de una centésima parte de los sistemas sociales humanos cuenten con altos niveles de tecnología, que les permiten derrochar energía, dilapidar agua y otros recursos; mientras que las grandes mayorías carecen de alimentos, aguas, energía y espacios vitales, medicinas suficientes, adecuadas y oportunas para garantizar su bienestar? ¿Hay alguna justificación para el hecho de que la rentabilidad económica de las empresas productivas del mundo sea disfrutada por una minoría de  una fracción menor al uno por ciento (<1,0 %) de la población; mientras que las grandes mayorías, no solo son explotadas en lo social, sino también en su hábitat, en lo ambiental? ¿Por qué razones, ningún sistema político –monárquico, oligárquico, republicano,  ni demárquico de los últimos trescientos años- advirtió a la humanidad acerca del rumbo peligroso hacia el cual se estaba sesgando ese desarrollo, sin respeto por lo social y lo ambiental; sobre todo después de la amarga experiencia de los mil años de oscurantismo de la Edad Media? Tales fueron las preguntas que se hiciera –ante el cuadro de calamidades mundiales producidas por el “laissez faire, laissez passer”-  la Comisión Brundtland encargada por la Organización de las Naciones Unidas en 1.987, para analizar la situación, la problemática del Desarrollo y la relación de las políticas industriales con el deterioro del entorno natural, ambiental y humano, a lo largo de tres siglos de la entronización de la Revolución Industrial. La interrogante central, principal, vertebral que tuvo que hacerse la Comisión Brundtland fue: ¿Ha habido realmente desarrollo en el mundo desde el comienzo de la Revolución Industrial?  Se impone entonces una definición del concepto semántico del término: Desarrollo significa e implica expansión, multiplicación, evolución, refinamiento, despliegue, crecimiento. Esta definición enciclopédica es aplicable a cualquier realidad donde pueda -tener lugar, ocurrir, suceder, cumplirse- este hecho. En el caso que nos ocupa, es obvio que nos estamos refiriendo a los Sistemas Sociales Humanos, dependientes desde todo punto de vista de las fuentes de donde provienen los insumos que hacen posible la satisfacción de sus necesidades, su subsistencia; es decir: los Sistemas Naturales Planetarios,  ingentes, pero finitos.  En virtud de ello, estamos tratando acerca de expansión, multiplicación, refinamiento, evolución, despliegue, crecimiento de la población humana la cual se se estuvo desarrollando, primeramente como una especie biológica mas, hasta que pudo organizarse como “equipo” para conformar lo que hoy conocemos como Sistemas Sociales Humanos, los cuales desarrollaron, más alla de las  necesidades biológicas básicas de cualquier otro ser orgánico.-alimentos, agua, aire y áreas vitales- otras necesidades derivadas de su socialización, refinamiento e interdependencias, como lo son aquellas culturales y lúdicas..Previa a la presencia humana en el Planeta, ya este contaba con la respetable edad de más de cuatro mil millones de años, a través de los cuales se desarrolló, primero, el marco geodiverso  de los Sistemas Físicos, integrado por el conjunto atmósfera, aguas y paisaje, los cuales, a lo largo de más de dos mil millones de años,  fueron refinándose por interacciones para dar lugar y oportunidad  así a la aparición de la vida para conformar  el conjunto Biodiverso de los Sistemas Biológicos.  La conjunción de ambos sistemas –físico y biológico- conformó lo que hoy denominamos Sistemas Naturales, extendidos a lo largo y ancho de las de quinientos diez millones de kilómetros cuadrados  o cincuenta y un mil millones de hectáreas, de las cuales solo un treinta por ciento es tierra firme, emergida y un setenta por ciento espejo de agua. Los Sistemas Naturales, aún antes del Ser Humano, no constituían un marco estático, muy por el contrario se trataba y aun se trata de escenarios en extremo activos que fueron refinándose a lo largo de milenios, para dar lugar a los ecosistemas actuales como expresiones de la dinámica interactiva del  conjunto, donde el ser humano apareció a finales del Período Plioceno, el último de la Era Terciaria, hace unos pocos millones de años, el hombre es un recién llegado, después de varios miles de millones de evolución del Planeta. Múltiples generaciones de vegetales y animales precedieron a ese primate autocalificado primero, como “Homo faber” luego  “Homo habilis” y actualmente “Homo sapiens sapiens” quien encontró los escenarios apropiados para du desarrollo, primero, como ser biológico y luego, como ser social. La existencia de aquellos primates con tendencia humana, estaba condicionada por todas esas circunstancias ambientales que le permitieron, como a muchas otras especies, la satisfacción de sus necesidades básicas –alimentos, agua, aire y refugio- así como enfrentar con éxito los antagonismos opuestos a su presencia.

        El grupo humano primigenio pudo, no solamente sobrevivir a todas esas resistencias ambientales, sino además imponerse y superar esa condición silvestre, consciente solo de satisfacer sus necesidades inmediatas, guiada por sus instintos. Era solo una población más, hasta que, por alguna circunstancia desconocida, tomo conciencia de grupo –como otros animales de carácter gregario, colectivo- con la salvedad de que pudo trascender mas allá de sus propios instintos, para desarrollar los primeros amagos de razonamiento, lo que les permite recordar, asociar ideas, relacionar causas y efectos, para aplicarlos a su propia existencia y posibilidades de supervivencia, lo que paulatinamente condujo a la conciencia de grupo, lo que podríamos considerar como un embrión del Desarrollo Humano, lo que implicó, no solamente el desarrollo del individuo, sino también del colectivo, donde cada cual estaba consciente del papel que debería jugar en el comportamiento o función del conjunto. Lo cual, a lo largo de los siglos, por refinamiento, dio lugar a los Sistemas Sociales Humanos. Aunque se trata de desarrollo humano, en realidad se trata del desarrollo de la Humanidad, es decir, el colectivo humano en el Planeta Tierra. Hay formas de desarrollo que podrían considerarse “naturales” ocurrentes al margen de la voluntad humana, como son los casos de la crecimiento del número de individuos en los colectivos, lo que, a su vez da lugar, no solo a la expansión de los  territorios ocupados, sino también al incremento de las demandas de alimentos, aguas y otros recursos.  Tal expansión demográfica y territorial se traduce en una mayor presión sobre las fuentes de donde se derivan los recursos para la satisfacción de las demandas de toda población.   Hemos indicado el hecho de que el colectivo humano evolucionó –por especialización- de la horda anárquica, hasta el nivel de sistema social humano, el cual es convergente con unos sistemas naturales integrados por sistemas físicos y biológicos -existentes desde hace miles de millones de años antes de que los sistemas sociales humanos existieran- que conforman las unidades ecológicas que hacen posible la vida, que conocemos como “ecosistemas

           Los hechos señalados ponen en evidencia la aplicabilidad del enfoque sistémico para la percepción, análisis e interpretación, no solamente de los sistemas básicos –fisicos, biológicos y sociales- sino también de su convergencia en conjuntos operativos inseparables en lo estructural y lo funcional.

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Edilberto Ferrer-Véliz

Escritor y músico. www.evyferrer.wordpress.com

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