Hey, tú, pregúntale a un escuálido

Pregúntale a un escuálido si un campesino hubiese tenido en la cuarta la oportunidad de salir de la pobreza, del olvido, de la condición peyorativa “de ese campesino”, “esa es una campesina”, “es un sombrerúo que maneja pegado al volante”. Muy lamentable que luego de las medidas gubernamentales para acabar con los terratenientes y tratar de socializar el trabajo del campo, se ha descuidado la libérrima acción del sicariato y van más 250 dirigentes campesinos asesinados. Dirigentes pro-cambios, pro-revolución, pro-salir del subsuelo. Y dicen que es por mandato de algunos, ex y todavía, terratenientes, o mejor dicho: “florecientes empresarios del campo”. Entiéndase por esta clasificación a los que tienen peones y caporales, que viven en las fincas bien cuidadas, y ordeñadas, y esperan a que mueran y sean enterrados allí mismos por los hijos y nietos que siguen la moderna esclavitud del patrón del siglo XXI. Esta condición es heredada por sus hijos, que seguirán visitando sus haciendas y fincas, extensísimas, en avionetas, esperándolos vehículos rústicos bien costosos para ir de cacería, con carajitas y amigos para que queden deslumbrados con sus posesiones. “tremenda casa de campo”. Ah… no faltará mandar a matar una res para tremenda parrillada a la luz de la luna y caerse a whiskys escuchando música de un resonante conjunto llanero. Echarle una mirada a los libros comerciales, llevados por un contador, desde su ciudad de asiento capitalista donde, llenos de anchura y holgura, llevan una vida de ricos. Aquí entre nos, visto desde la óptica explotadora, y unos menos pero ideologizados en la opulencia, aunque sea visual, es un panorama verdaderamente atractivo. Lo único es que los esclavos siguen jodidos, comprando en las pulperías de los propios hacendados, limpios de bolas, conformándose con un pedazo de carne asada con un pedazo de cazabe encima. Esperando un pequeño halago del patrón. Muchos son colombianos indocumentados, cuya condición los vulnerabiliza más.

Produciendo carne, vegetales y frutas, y hortalizas con mano de obra bien barata, los “hacendados”mantienen en vilo nuestro consumo, por ellos especulativo, y los humildes cultivadores, peonada ganadera, mamando. Como lo mencioné, eso se está empezando a acabar y Chávez debe continuar “rodilla en tierra” aunque le duela. Le duela a los escuálidos.

Pregúntele a un escuálido si un pescador hubiese tenido en la cuarta la oportunidad de salir de la pobreza, del olvido. Tener que soportar, con alcohol y su innata alegría y corazón tan anchos como el horizonte, la explotación del transportista que cava en muelle trasborda los frutos marinos y pescados a precios bien baratos y los vende bien caros en las pescaderías de élites o en general de las ciudades, y las mejores especies, mero, pargo, para los grandes restaurantes -que luego te tumban un ojo por una rueda o medallón o churrasco con su contorno. Comprados bien baratos a los revendedores que al final son quienes sacan la mejor tajada en la reventa-. Se va la cava con el alegre especulador, o el chofer enviad para tales fines, y se quedan los peñeros llenos de nostalgias, de cansancio, de aguardiente y sin esperanzas. Ha ido cambiando con las políticas revolucionarias, las leyes de pesca que producen piquiña en los explotadores. Bien lejos las rastreadoras, y ya pasó el vaporón mediático con la reubicación de tareas a estos explotados trabajadores, porque los afectados son los bolsillos de los dueños, depredadores del lecho marino. Cuando hagamos una política marina de preservación de las especies y el abaratamiento de los costos con la piscicultura y acuicultura –que debe ser urgente- ya verán cuando nuestros pescadores, y sus familias, tengan más prerrogativas que la jubilación por el SSO.

Pregúntele a un escuálido si un conserje, un policía, hubiesen tenido en la cuarta la oportunidad de salir de la pobreza, del olvido. Ahora tienen leyes y universidades, respectivamente. Educación y formación, Reconocimiento de sus trabajos. Menos explotación. Pregúntele, camarada, o pregúntese usted mismo, compatriota escuálido, entérese mejor de lo que se está haciendo a favor de la gente humilde, popular, la ex excluida, con el corazón en la mano, y verás cómo le darás un voto de confianza al proceso, al presidente Chávez. Sí, a ése que no te gusta ver en TV por afrodescendiente, por haber nacido y crecido en un rancho con piso de tierra, por hablar llanerazo. Pero eso sí, tiene que deslastrarse del egoísmo que es casi innato, sabes, aunque conocemos que es una conducta aprendida a medida que crecemos y empezamos a poseer cosas.

Pregúntele a un escuálido si cualquier persona pobre o de bajos recursos hubiese tenido en la cuarta la oportunidad de salir de la ignorancia, del olvido. Como el anciano que estuvo acomplejado, ocultando, que no pudo ayudar en la instrucción de sus hijos –de los que pudieron recibirla por falta de recursos y estímulos- y ahora puede enseñar las letras, los números, las matemáticas, a los nietos y es felizmente orgulloso. Y salen mujeres maduras bachilleras, súper orgullosas. Y van a las universidades, donde también se forman millones de venezolanos y venezolanas, para ser profesionales con sentido social. No como aquellos a quienes nos inculcaron “estudie para que sea alguien en la vida o para que salga adelante” y nada de retornar al barrio, a contribuir con los que nos vieron esperanzados –TENEMOS ESA DEUDA SOCIAL PERSONAL- porque tuvimos padres empeñados en que estudiáramos. Porque no es nada fácil estudiar, bien sabemos que no es cuestión sólo de recursos económicos, es vigilancia, es alentar, etc. Y por ello es estúpido cuando escuchamos a alguno, normalmente escuálido, renegar del pobre porque no le “echó bolas a estudiar como él”

Pregúntele a un escuálido, y a muchos chavistas, qué se está haciendo positivamente por Venezuela y verán que no tienen ni idea. Primero, porque no se enteran al no ver la información positivista, estimulante, en nuestros canales del gobierno. Y porque tampoco hay una campaña informativa bien definida para mostrar todo lo bueno –ya que lo malo la mass media lo saca a granel-. Hasta llevar a horarios estelares las informaciones de logros maravillosos que vemos en nuestras pantallas al despuntar el alba. Es necesario recurrir a “entrar en cadena” para tales fines. Atiborrarlos de verdades. Hermosas verdades.

Habría que preguntarles muchas cosas, sobre los indígenas etc., así como a nosotros los revolucionarios, con mayor razón a los pseudo revolucionarios y a los infiltrados. Pero esos temas son harina de otro costal.

¡VIVA CHÁVEZ, CON RODILLA ENFERMA Y TODO, CARAJO! JA JA..

simnelacir@gmail.com


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Simón E. Lacise R.


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