7 tesis sobre el 04 F de 1992

Primera tesis:

La versión dominante difundida por la prensa nacional e internacional dominante ―y por todos los principales partidos políticos venezolanos por la época―, una vez fracasa el golpe, es de inmediato condenar, satanizar y criminalizar la rebelión.

Se gestiona despacharla como un clásico golpe de Estado militar latinoamericano. Es decir, una asonada propinada por un minúsculo grupo de ambiciosos, atolondrados e inexpertos militares quienes se insubordinaban en contra de su pueblo y de la denominada “más estable y progresista democracia de la Región”.

Para tal efecto se vendió que el objetivo de la revuelta era instaurar en Venezuela una dictadura militar más, a la maña de las muchas e interminables dictaduras que ya había sufrido la Región.

A la luz de los zarandeados acontecimientos sucedidos desde ese momento hasta el presente, la historia esclarece:

La del 04 de febrero fue una revuelta atípica en la historia de la Región. Su fin objetivo fue deponer un sistema corrupto y entreguista a objeto de establecer una democracia renovada y un movimiento patriótico, soberano y bajo las banderas de un ideario socio-político neo-bolivariano, zamorano y robinsoniano que a la vez ayudara a fundar luego un nuevo y más justo orden regional y mundial.

Segunda tesis:

Ríos de tinta han corrido buscando apuntalar la idea de que el intento de golpe fue asestado por una caterva de inhábiles militares, sin el más mínimo respaldo del alto mando, partidos políticos ni sectores civiles.

Se buscaba perfilar que la asonada respiraba un tufillo entre tribal y castrense que ambicionaba confiscar el poder político en beneficio de una sarta de ambiciosos, incapaces y anti-democráticos.

La historia reciente lo deja meridianamente claro. No sólo hubo movimientos, partidos y sectores políticos e intelectuales que respaldaban la rebelión sino que desde su mismo inicio el pueblo llano la respaldó.

Tercera tesis:

Se intentó de mil maneras ofrecer la imagen de que el comandante Chávez no era más que un humilde soldado de origen campesino, iletrado políticamente y sin ningún liderazgo.

Y se vendió que Chávez sólo tuvo la buena estrella de ser encomendado por el movimiento insurrecto para tomar por asalto el Palacio de Miraflores, objetivo que no conquistó.  

La buena estrella de este soldado además se habría multiplicado gracias al desliz de la “democracia” de haberlo ponchado, en cadena nacional, ante la nación entera para ofrecer su rendición incondicional y llamar a los alzados a deponer de inmediato las armas.

Documentos recientes tales como el reciente artículo publicado por José Sant Roz bajo el título: “Estremecedoras revelaciones jamás narradas sobre el 4-F” demuestran no sólo que la rebelión fue larga, minuciosa y profesionalmente planificada sino que incluso tras una delación, pudo ser adelantada y llevada a cabo, incluso pese a los mil problemas logísticos y desafecciones que esta movida de última hora de hecho generó.

Queda claro que Hugo Chávez era el autor y líder máximo del movimiento político-militar y se aclara que no tomó Miraflores sencillamente porque esa no era su misión.

Se esclarece que el MR200 fue un movimiento con capacidad para inspirar y activar a las tropas y los movimientos civiles para librar una batalla de varios días o incluso semanas contra un ejército que lucía desmoralizado, carente de ascendencia sobre los mandos activos y los líderes naturales, y tenido como desclasado y antipatriota, sobre todo tras la adopción acrítica del recetario fondomonetarista y los sucesos del 27F.

Cuarta tesis:

Se intentó reforzar de mil maneras la versión según la cual Chávez y su MVR-200 no constituían sino un pequeño movimiento político fundamentalista y anémico, aunque con sospechosos nexos con el comunismo internacional. Un grupillo que, de alcanzar el poder llevaría al país a una situación de ingobernabilidad y catástrofe económica tal que precisaría de la beatifica intervención diplomática y militar de EEUU.

Resulta al menos sorprendente que el dato empírico de la celebración y acatamiento de los resultados de 14 elecciones democráticas consecutivas todavía no hayan convencido a muchos que siguen catequizados o hipnotizados por el fantasma del carácter oscurantista, anti-democrático y fundamentalista/ comunista de Chávez y su gobierno.

Con respecto a la relación con EEUU no sólo Venezuela sigue manteniendo una importante relación bilateral de comercio estratégico con dicho país sino que se han estrechado los nexos para la explotación de petróleo y otros productos.

No ha habido invasión de EEUU a la tierra de Bolívar lo cual no solo habla de la capacidad de Chávez de construir una relación categórica pero respetuosa con el gigante del Norte sino una falta de complejo para alcanzar proyectos de mutuo beneficio sin que tal suponga la cesión de soberanía en ningún plano.

Quinta tesis:

No pocos han ansiado inculpar a Chávez por el fracaso del golpe.

La verdad es que el golpe “fracasó” por muchas razones entre las que despuntan, principalmente, la precipitación de su realización ―luego de una delación―, la falta de respaldo inmediato por la población civil ―por insuficiencia de mecanismos para comunicar eficazmente los objetivos.

Y además, por la inmadurez de cierta izquierda y de sectores intelectuales que veían a priori con recelo cualquier proyecto político liderado por militares. Sobre todo tras la lúgubre historia de dictaduras miliares, casi todas olorosas a extrema derecha que asoló en la Región.

La historia muestra hoy que Venezuela es un país cuyo pueblo y cuyas fuerzas armadas se fraternizan mayoritariamente en torno a un proyecto de inspiración neo-bolivariano, patriótico, anti-neocolonial, libertario, ecológico y más recientemente, en tránsito hacia un neo-socialismo a la venezolana.

Sexta tesis:

A continuación reproducimos las palabras textuales enunciadas por el Comandante Hugo Chávez aquel memorable 04 de febrero de 1992. Hacer memoria es un gesto político. Y no precisamente por una pulsión melancólica cuanto que segura de que “el pasado siempre está presente”, como decía Maurice Maeterlinck.

Hacer memoria ―de esta fecha y este discurso― es un gesto político pues sólo ciertos discursos muy raros son capaces de descarrilar la narrativa de historia de sus rieles más trillados por su complicidad con las ideas e intereses de las clases dominantes.

Justo lo que criticaba Marx a la filosofía hegeliana. Una filosofía que este tildaba con razón de miserable precisamente por ser en el fondo una praxis no transformadora y, por ende, cómplice de la miseria y postración histórica de la clase trabajadora.

Aquí las palabras textuales de Chávez aquel 04 F:

“...Compañeros lamentablemente por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital, es decir, nosotros acá en Caracas no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más derramamiento de sangre, ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor, así que oigan mi palabra, oigan al comandante Chávez, que les lanza este mensaje para que por favor reflexionen y depongan las armas…"

Séptima tesis:

Nos tomaremos la licencia retórica, en esta tesis, de trasfigurar la alocución televisual lanzada aquel 04 de febrero de 1992 ―por el comandante Hugo Chávez al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200. E, indirectamente también, a todo el bravo pueblo de Venezuela―, aclimatando lo que sentimos,  el mismo Chávez recién está llamando a ajustarnos a la coyuntura que hoy encaramos:

 ...Compañeros afortunadamente, por ahora, los objetivos que nos planteamos están siendo en su mayoría logrados en Venezuela. Todavía nos falta mucho por hacer y transformar, pero vamos avanzando en la dirección cierta.

Es decir, nosotros acá estamos logrando controlar el poder para ponerlo en beneficio de millones. Ustedes lo siguen haciendo muy bien por allá, pero ya es tiempo de hacerlo mejor y evitar más errores y alejamiento de voluntades. Ya es tiempo de reflexionar y vendrán y crearemos, entre todos, nuevas situaciones… y el país tiene que seguirse enrumbando definitivamente hacia un destino mejor.

Así que oigan mi palabra, oigan al comandante Chávez que en nombre de este movimiento les lanza este mensaje para que por favor reflexionen y levanten las armas del trabajo militante, la profundización de la conciencia, la auto-crítica y la mejora continua.

Sólo así cada día llevaremos más en alto el difícil compromiso de merecer ser hijos de Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Simón Rodríguez, Manuela Sáenz, José Martí, Emiliano Zapata, César Sandino, Che Guevara, Roque Dalton, y de tantos otros y otras Patriotas Nuestro-Americanos.

Próceres que no han muerto ni morirán nunca. Precisamente porque con su militancia ejemplar, su renuencia a traicionar la causa colectiva y su palabra imantada, regaron y riegan siempre de lecciones imborrables las más altas páginas de nuestra historia.

Vale decir, porque a diario nos alertan, inspiran, alumbran y acompañan siempre.

delgadoluiss@gmail.com



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Luis Delgado Arria


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