Pequeña reflexión de un problema complejo...

PEQUEÑA REFLEXIÓN DE UN PROBLEMA COMPLEJO...

¿Tenemos claro que crecimiento en economía es dinero? Crecimiento económico es -y se refiere a- el cochino dinero, al puto dinero, así sin más.

Pero, ¿el crecimiento en una economía de dónde se extrae? Un neoliberal seguro me dirá que de la producción, que sale de la producción, a secas, sin más explicación para ocultarlo, y esto constituye una verdad a medias. No es una verdad completa del todo. Si lo miramos espefícamente, concluiríamos que el crecimiento, más que salir de la producción, es el saldo contable del llamado ciclo orgánico de reproducción del capital, ciclo que tritura a los sueños, al sudor y a la vida de la clase trabajadora, que envenena a su alma en una repetición infernal.

La producción para materializarse requiere de los tres factores clásicos de la economía: el capital, la tierra y el trabajo. Y esos tres factores clásicos, a su vez, luego de su conjugación en la obtención del producto buscado, generan un beneficio por separado para cada cual, que es el fin último de toda actividad económica, a saber, el capital la ganancia, la tierra la renta y el trabajo el salario. (Como el avance de la ciencia y la técnica es acelerado y brutalmente vertiginoso, debido a la maquinización y a nuevos inventos aplicados, a esos tres factores clásicos de la economía se le suma un cuarto factor, el de la productividad, cuya única exigencia como beneficio es su reposición frente al desgaste y su actualización constante).

Capital y trabajo son dos fuerzas activas (motivadas y movidas por seres humanos) que de inmediato entran en pugna, en una lucha de resultados inversamente proporcionales. En tanto tierra y productividad frente a tan duro combate, por tratarse de dos fuerzas pasivas, su aporte, agotamiento y obsolescencia, dependen de las presiones, uso y aceleraciones que se le impriman en tal pugna.

Casi siempre el dueño del capital es el dueño de la tierra y de la tecnología, es decir, de la productividad que se le aplica al proceso productivo para hacerlo más eficiente en tiempo, recursos e insumos (y aquí callados entre nos, para que el producto buscado se abarate en costos y se venda más caro a su consumidor final).

El capital lo compra todo, incluso compra hasta la fuerza (el trabajo) que mueve a la tierra y a las máquinas tecnológicas más sofisticadas. Aunque la fuerza del trabajo, valga recalcarlo, es el centro vital de todo, sin ésta nada se mueve. Una bóveda repleta de dinero por sí misma y sin el movimiento del trabajo, es una inútil bóveda repleta de dinero, sólo eso. No sirve para nada, igual la tierra y las máquinas, que sin el trabajo son cuerpos inanimados.

Ya dijimos que la tierra exige como compensación de su uso el beneficio de una renta, que puede ser fija o diferencial, según sean sus virtudes y localización. Ya dijimos que la tecnología sólo exige su reposición o actualización en los procesos aplicados. Y ambos factores tributan sus beneficios y acumulación de rendimientos al capital, por ser éste último su dueño.

He allí al capital, recibiendo tributos constantes cual océano inmenso que se alimenta de todos los ríos, enfrentándose al único factor de la economía que tiene vida propia, el trabajo. Por eso la máxima neoliberal de a menores salarios, mayores ganancias. Porque el salario en este modo de producción injusto y desigual que es el capitalismo siempre está en desventaja. Por eso en su lucha, los tamaños de ambos factores, la grandeza de una se determina por el empequeñecimiento del otro. Y la suma total de esa extracción es el crecimiento.

No te dejes embobar, si eres trabajador o trabajadora, cuando desde la clase política y los medios de comunicación, que son sirvientes del capital, te digan que este año el crecimiento económico fue favorable medido en comparación con el del año pasado y que eso es bueno para todos y todas, no muerdas ese anzuelo que te están viendo la cara, pues son las cuentas de una plata ajena, que no es tuya (aunque en honor a la verdad una buena y gran parte de ésta sí fue tuya, pero que te la despojaron en el ciclo orgánico de reproducción del capital, y ya no te pertenece). Como clase trabajadora, debes entender sí, que el crecimiento económico es a lo sumo la confesión que te hacen de tu terrible explotación, que es la cuantificación de tu despojo.

Mientras escribo esta nota termino de leer "Utopía" de Tomás Moro. Un libro que tiene más de 500 años de haberse impreso. Les transcribo su apreciación que sobre el dinero allí Moro hace: "Quiero poner esto en claro con un ejemplo que vamos a examinar. Pensemos en un año malo y de poca cosecha en el cual han perecido de hambre miles de hombres. Estoy seguro que, si al cabo de esta catástrofe se abren los graneros de los ricos, se encuentra en ellos tanta cantidad de grano que si se hubiera repartido entre todas las víctimas de la peste y el hambre no se habría enterado nadie de los rigores de la tierra ni del cielo. Nada más sencillo que alimentar a la humanidad. Pero el bendito dinero, inventado para lograr más fácilmente el camino del bienestar, es el cerrojo más duro que cierra la puerta del mismo". Y el capitalismo, en 1516, cuando Tomás Moro escribió su libro, apenas estaba naciendo.

Juan Ramón Guzmán

Acarigua, 16 de noviembre de 2022



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