Gringos en tropas que Uribe moviliza

El acto grotesco, para asesinar a un grupo de guerrilleros dormidos, en territorio ecuatoriano, uso de una fuerza desproporcionada y desvergonzada narración mediática de las consecuencias de la despiadada acción y de la violación de la soberanía ecuatoriana, fue la forma como el gobierno de Bush intentó intimidar al Ecuador y a Venezuela, para obligarnos a ceder, bajo sus condiciones, nuestros recursos petroleros. Fue un intento para doblegar la entereza y coraje de los Presidentes Chávez y Correa. Una vez más, se equivocó Bush. La reacción de ambos mandatarios bolivarianos, puestos entre la espada y la pared por el imperio, ayudado éste por Uribe, fue digna del legado de nuestros libertadores.

Por otra parte, la movilización de tropas colombianas, a la que se refirió José Vicente Rangel el domingo 02 de marzo, contempló, desde el sábado anterior, a estadounidenses entremezclados con efectivos colombianos. Esto demuestra, más aún, el acierto de la decisión de Chávez, al disponer a su vez la movilización de tropas venezolanas, hacia la frontera occidental y sur occidental, y no deja lugar a duda, acerca de las intensiones del imperio: desestabilizar al Occidente venezolano, para apoderarse de los campos petroleros del Oriente y acabar hasta la raíz con la Revolución Bolivariana y con su líder, si Chávez no se doblega a su mandato.

Con la ayuda de Dios, el Gobierno Revolucionario derrotará esta nueva agresión que nos amenaza. Bush sabe de la vulnerabilidad de su nuevo plan contra Venezuela. Dependía para su ejecución de la participación de Uribe, y éste aceptó dársela. Pero aún así, su plan es una acción desesperada, que puede crear una descomunal crisis petrolera. A Bush le queda poco tiempo y fracasó en su reciente intento, para dejar sin comida a los venezolanos y provocar un estallido de violencia social en Venezuela. Otra derrota es ya un hecho para Bush, la que corresponde al ataque de la Exxon Mobil contra PDVSA. Pero felizmente, cree George, Uribe aceptó que Colombia sirva como mascarón, para encubrir su ataque militar y directo contra la nación bolivariana.

Venezuela enfrenta entonces una responsabilidad más grande, que la gesta por la independencia del Siglo XIX. Escuché la expresión del compatriota argentino Luís Bilbao, quien no pudo profundizar acerca del momento de agonía que sufre el imperio estadounidense y del papel que, en su caída, juega la Revolución Bolivariana. Ese trascendental rol de Venezuela, al que se refiere Bilbao, es derrotar otras agresiones del imperio, como lo ha hecho desde 1999. A partir de la resistencia bolivariana, nuestro Continente será libre.

Los gobiernos de Argentina y de Brasil no han valorado cabalmente estas circunstancias, ni la desesperación y agonía que impulsan las arremetidas del imperio; no han valorado entonces, cabalmente, el excepcional liderazgo necesario para hacer frente a esas arremetidas imperiales, ni las consecuencias de una eventual derrota de América Latino Caribeña en Venezuela. Chávez tiene esa dimensión, asumió la responsabilidad y Venezuela no será derrotada. De ese liderazgo y oportunidad, no bien interpretados por aquellos gobernantes, depende la felicidad y prosperidad de nuestras naciones. A pesar de sus confusas interpretaciones, debemos proseguir unidos, para desarrollar nuestras economías, sobre la certeza de la interdependencia. De la misma manera, debemos fortalecer nuestro accionar político con nuestros hermanos del Caribe y Centro América y con esclarecidos mandatarios de naciones aliadas, en otros continentes. Dios Patria Socialismo o Muerte… VENCEREMOS.

eveliseyrafael@hotmail.com


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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

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