Cuando se lee la bibliografía sobre los Estados Unidos, del capitalismo en el mundo, todos los autores describen la misma situación:
“explotación, neocolonialismo, imperialismo económico, pobreza, contaminación, hambruna, drogadicción, invasiones, asesinatos, dependencia económica, en todo el planeta”. Eso es la globalización capitalista, modelo neoliberal.
La homogenización de las culturas es el principio de la invasión imperial incluso, mucho antes que lo económico y lo militar, ayudados por la iglesia, a la postre el brazo moral y celestial de todas las conquistas, eso también es globalización. Esta es la situación de los países que dependen del capitalismo en todo el mundo, con gobiernos títeres como el de Álvaro Uribe.
El saqueo de nuestros recursos naturales, las materias primas que fluyen en forma no elaborada, que el imperio necesita para su industria pesada y bélica, a costa de nuestros países, nos empobrece, ya que esos productos regresan en artículos, que son producto de nuestros recursos y, que pagamos a un precio elevado. Eso nos empobrece más aún. “Es decir el capitalismo explota la explotación”.
La globalización neoliberal en América Latina se traduce en un alarmante desempleo que produce una extrema pobreza, una mortalidad infantil altísima, y no solo por la miseria, que acarrea desnutrición infantil, sino por los aproximadamente 35 millones de niños, desde México hasta Chile, que inhalan pegamento, para combatir, el frió, la soledad, el hambre, porque la trasnacional FULLER, SE NIEGA A CAMBIAR EL SOLVENTE, EN UNA SOLUCION POR AGUA, no lo hace, ya que eso le representa, entre 75 a 80 millones de dólares mensuales, SOLO EN ESE MERCADO INFANTIL, según la UNICEF. Son además de TERRORISTAS, NARCOASESINOS. Además la mayoría de estas poblaciones, no tienen acceso ha infraestructura básica sanitaria, no hay viviendas, peor decentes. Hasta hace muy poco multinacionales norteamericanas controlaron por décadas pequeños países, Standard Fruit, por ejemplo, en El Salvador, Granada, Guatemala, Haiti. Estas mismas corporaciones continúan sacando enormes recursos y capital, que nuestros pueblos necesitan con urgencia. La instalación de bases militares norteamericanas, la carrera armamentista de los Estados Unidos, los conflictos bélicos que mantienen en Afganistán, Irak, Colombia, Sudan, Palestina usando a la sucursal imperial, Israel. Mas las nuevas intervenciones que preparan contra países, que sin duda acusaran de terroristas y narcotraficantes, como pretenden hacerlo con Venezuela, Irán, Corea del Norte, Siria, Cuba, demostrando con esto, que la instalación de bases militares en todo el globo no es ninguna casualidad.
La quinta pata, de la economía norteamericana son las armas y los conflictos les sirven para darles salida a sus productos de oferta: los nuevos porta aviones, los nuevos submarinos, las armas nucleares, las armas químicas, las armas biológicas, los experimentos de control mental y modificación de la conducta, están destinados a “disuadir, influenciar y controlar, no solo a militares si no también a las poblaciones civiles, haciendo experimentos con drogas, lobotomías y electrochoques en pacientes psiquiátricos, mendigos, prostitutas, negros y extranjeros”, desaparecidos en las ciudades norteamericanas. Dentro de esta estrategia de dominación y control del espacio, el armamento de radiación electromagnética ataca el sistema nervioso humano que se desea afectar, esto hace que las poblaciones no estén enteradas de que están siendo atacadas o influenciadas, pero se traduce en una altísima violencia, en las urbes densamente pobladas, parece ciencia ficción, pero no lo es, es una aterrorizante realidad. En un próximo articulo la historia del control de estas armas, por la CIA, y la NSA.
La utilización de uranio empobrecido (UE) por parte del imperio, al recubrir las municiones con ese material, usado en Afganistán, Kosovo, Irak, por parte de los Estados Unidos. La ONU, descubrió en la orina de los habitantes de esos países una altísima radiación de UE. Y no hizo nada. Material utilizado por el terrorismo imperial. Esto demuestra la utilización de armas de exterminio masivo por parte de Washington en las guerras que mantienen y preparan contra los pueblos que se decidan a hacerle frente. La ONU, la Convención de Ginebra, bien gracias.
Otra de las armas utilizadas por el imperio que provoca la destrucción moral, psíquica, física de la sociedad son las drogas porque adormecen, acallan, resignan, aplacan, la rebelión de las masas produciendo conformismo, a corto y mediano plazo, como lo hicieron en las barriadas negras de las ciudades estadounidenses, cuando la guerra de Vietnam, desde ese momento no han parado, la economía del narcotráfico, es en gran medida la expansión de los EEUU.
La historia de la expansión norteamericana en el mundo, esta relacionada con la expansión del narcotráfico en los países donde llevan el conflicto, o en los países que desean intervenir, así lo demostraron en Nicaragua, El Salvador, Panamá, Afganistán, Colombia, Kosovo, afectando también con el mismo propósito a los países de transito que el imperio utiliza como bodega de la droga. La CIA con el narcotráfico financia las operaciones encubiertas que no son más que la guerra sucia globalizada.
La historia de las drogas en la segunda mitad del siglo XX, hasta la fecha, es en gran medida la historia de la invasión cultural imperial, afectando las sociedades de las naciones latinas, especialmente.
El alcohol, la coca, el cigarrillo, la marihuana, son las preferidas por el pentágono, y la compañía internacional de asesinos, CIA, para sus casi 140 millones de adictos a la nicotina y al alcohol, preferentemente, muchos me dicen que son muchísimos mas, fuera de los aproximadamente, 44 millones de adictos a la cocaína. Estas son estadísticas de la OMS, que no han sido actualizadas, pero considerando lo progresivo de la adicción, debe ser verdad.
Este es el sistema capitalista, modelo neoliberal globalizado, de la doctrina imperial para el mundo.
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