Carta de Manuela Sáenz año 1855

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN 

Con motivo del traslado de los restos simbólicos de Manuela Sáenz al Panteón Nacional el día 5 de julio del 2010, el historiador Guillermo Morón catalogó el acto como un insulto a la mujer venezolana tildando a la heroína de América de “barragana” ultrajando  la memoria de la Generala Manuela Sáenz. Ante estas ofensas La Secretaría de la Asamblea Nacional, a través de la Dirección de Archivo y Biblioteca, presenta ante el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela   y la América toda, una carta de Manuela Sáenz con fecha de 1855, que da respuesta contundente a las agresiones de Guillermo Morón:  

“Hoy, cuando escribo esto, Simón Bolívar está siendo aceptado en su legítimo lugar en la historia, como héroe. Esto no ha sido siempre así. En los años que siguieron su muerte en 1830, el fue olvidado e enfangado por las ordenes de sus enemigos políticos. Al menos ahora, 25 años más tarde, el está siendo recordando como héroe.  

Sus enemigos deben entender que no pueden suprimir a largo plazo su grandeza. Sin embargo ellos ahora han decidido decir otras mentiras. Ahora, desean alinearse con su grandeza, Bolívar se está transformando en un icono, un simple cuadro, un mito que sirva solamente a fines políticos.

Como cualquier otro hombre, Simón Bolívar no era un ideal, ni un mito, ni una figura romántica que siempre hizo lo justo; él era un hombre de una energía turbulenta y vivas contradicciones. Yo no se si tengo la aversión de que el sea pintando sin profundidad o, como antes simplemente ignorado por todos. También me fastidia que al mismo tiempo que esa negligencia y oscurecimiento, dirigida a él después de su muerte, ahora sea dirigida a nuestro amor. Yo, quien estaba allí para proporcionarle cariño y ayuda a mi amigo y amante en los años de sus más grandes dificultades; Yo, quien salvo su vida; Yo quien lo ame completa e incondicionalmente, he sido vista por aquellos que ha escrito la historia como un defecto en su vida "perfecta"

Nuestra relación ha sido llamado ilícita porque fue santificada por no otra religión que nuestro puro amor, y así que no podría ser llamada. Me han llamado una "mujer pública" porque me atreví a amar y a permitir que el hecho que mi amor fuera conocido.

Mis contribuciones a la revolución han sido llamadas exhibicionistas porque fui ostentosa en mis métodos sin curarme de quien expusiera la verdad. Mi implicación en la fabricación del nuevo mundo fue llamada insignificante porque yo fui "solamente una mujer". Estas injusticias son las razones que me obligaron a empezar este trabajo sobre mi relación con la historia.

Me prepuse originalmente hablar solamente de mis años con Bolívar. Sin embargo, el acto de contar esta historia se ha convertido en un acto de meditación, que, sin quererlo ha traído paz a mi vida, y yo he deseado paz por mucho tiempo. Como vuelvo atrás la mirada al panorama del tiempo, descubrí una profunda comprensión de la última mitad del siglo pasado que las acometidas de la vida me han permitido vivir.

La primera parte de mi vida me proporcionó mucho del significado de la última parte. Yo me he visto menos y menos interesada de dar un soplo a mis enemigos y su indiferencia ante la verdad, y mas intrigada con la expresión de la belleza que encontré en mis memorias. Esta historia es mi vida entera.

Yo espero. Querido lector, que tu también puedas encontrar belleza en una vida vivida durante un tiempo de Guerra, cuando el mundo cambio para siempre”.

Manuela Sáenz

Año. 1855 

secretariaan@gmail.com



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