Vamos a utilizar la palabra desaseado, para darle “vida” a quienes durante parte de su existencia han ido regando de heces fecales todos los lugares donde han estado y en el colmo de la impunidad hoy quieren seguir la misa miasma.
Desde hace tiempo el pueblo venezolano sabe de las triquiñuelas que realizó Julio Borge y su paisano (de fechorías) Leopoldo López con un dinero que la madre de éste último consiguió de PDVSA para que este dúo de duodeno formara un partido político llamado Primero Justicia. Eso lo sabe todo el mundo y don Raimundo. Pero los “morochos” andan por ahí escribiendo, dando discursos. Planificando saltos al poder, en sendas muestra de cinismo que raya en lo inverosímil. El pueblo sabio de hoy debe darles un parao, porque eso es burlarse de las masas populares e impopulares (ellos)
ANTONIO LEDEZMA es un ser humano ¿? Cuyo prontuario político rebasa la cortina de la prostitución. Pertenece al partido político AD que inauguró la corrupción, la persecución política a sus adversarios, la inmoralidad y la injusticia en esta nación venezolana. Pues bien el cínico de Antonio Ledezma anda por el mundo pidiendo que al gobierno revolucionario se le censure, se le aparte, se le segregue. Antonio Ledezma fue parte y arte de aquella carnicería que realizó su amado presidente Carlos Andrés Pérez en 1989, con el bestial Caracazo. Este vende patria se parte el alma para que Venezuela no ingrese en MERCOSUR, como que esto le diera sádico placer.
La señora presidenta de AD, creo que Serra, cuyo rostro nos recuerda los días de la tortura en Los Chaguaramos y el allanamiento contra el 23 de Enero, la Digepol, los TO5, Posada Carriles, López Sisco y demás esbirros, escribe en un diario de la capital una columna donde se imagina que está en Macondo, en un lugar de Disneywordl donde nadie recuerda nada porque todos son cibernéticos. Se nota a leguas que la susodicha dama jamás supo de las muertes que ocasionó esa siniestra organización llamada AD al pueblo venezolano, eso es cinismo puro, rancio, de abolengo. Irrespeto a los centenares de muertos que AD y sus esbirros enterraron en el tiempo de lucha.
Henry Ranos Allup es otro. Con su proverbial verbo de jugador de bolas criollas borracho, emite cualquier tipo de información donde pone énfasis en la expresión democracia. Al igual que Antonio Ledezma., Henry Ramos Allup, ese que ustedes ven por ahí, fue un holgazán, un parásito durante décadas en el demolido por la revolución Congreso Nacional fue. Un experto en izar la mano cuando alguno de su tolda “creaba” cualquier documento donde ellos se llevaran la mejor parte del botín y al pueblo se le diera la sobra. Henry Ramos no tiene dignidad, es un vejete de la primera edad, es decir desde que Adán y Eva fundaron los deseos y la promiscuidad por allá por El Paraíso. Cínico y pervertido oral, Henry Ramos Allup grita, gesticula, amenaza, demostrando que el cinismo convierte al ser humano de su categoría en un guiñapo irremediablemente.
Son los cínicos que pare la patria para hacer realidad que la dicotomía se cumple: buenos y malos. Sabemos de la organización cerebral del pueblo. En alguna periferia de ese disco duro biológico de los venezolanos dignos, debe haber un pequeñísimo lugar para que estos pernocten sus miserias, sus evacuaciones medievales, sus eyaculaciones morbosas. Nadie les hará caso. Son cínicos de la inteligencia. Se ríen del soberano, de sus luchas, de sus sueños y desean con toda su parafernalia oscurantista, regresar para volver con la aguja hipodérmica, a continuar extrayéndole la sangre. Pero está viejos, arrugados, olorosos a alcanfor, a trementina, a vermífugo rosado, son piezas del pleistoceno en una era donde la juventud anda en busca de otras proezas que nada tengan que ver con las criminales que realizaron esto cínicos, desaseados y procaces sujetos.
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