Hablando claro

Bruto pero no imbécil

Soy bruto y lo demás es cuento pero no hago uso excesivo de la fuerza porque ya ni eso tengo. Mal educado tampoco porque soy amante de las normas de la cortesía. Desconsiderado mucho menos. Soy bruto porque no estudié, por esa vainita nada más, pero no tienen por qué repetirme las cosas porque las entiendo rapidito.

No tengo la culpa de mi falta de ignorancia. Que padezca de un déficit intelectual profundo, pero eso no quiere decir que sea idiota, bobo, bolsa. A lo mejor tengo de todo un poco porque no hay bruto perfecto, pero tampoco me crean tan imbécil para que me haya calado un diálogo que fue una burla, pérdida de dinero, y que al final todo saben lo que pasó.

Hay que ser bien imbécil para echarse dos años tratando de hacer algo que no tendría un final feliz. Infelices los que creyeron que la oposición tiene buenas intenciones; que firmarían un acuerdo de paz siendo que no tienen paz con la miseria. Ahí está, no firmaron, se los dije, se los dije y no me pelé, a pesar de mi brutalidad e ignorancia incontrolable.

En verdad no se sabe cuál es el fondo de ese diálogo. El país está desconcertado, contrariado. No halla qué pensar porque se nota algo así como un engaño, un chantaje, una falta de respeto. Pero aquí no hay culpable sino el gobierno. Porque hay que echarle bola para sentarse con Julio Borges a conversar por la paz.

Desde abril 2002 Borges tiene marca de golpista. El pleno apogeo por derrocar al gobierno pidió la renuncia del Presidente Chávez y todos los poderes públicos. De allí en adelante fue cómplice de fraudes electorales, de la violencia y el terrorismo, y no conforme con eso, hace poco dio un ultimátum: "el gobierno ha tenido la oportunidad de cambiar y no ha cambiado, entonces tendremos que ir a un cambio de gobierno".

Cómplice del llamado a descargar la arrechera de Capriles, por no haberse pronunciado en contra; cómplice de llamados a derrocar al gobierno con más de 120 muertos en violencia callajera opositora; un hombre que, junto a Henry Ramos Allup, trató de crear condiciones de ingobernabilidad. Borges apoya con su silencio "la salida" de Maduro en seis meses.

Silencio cómplice en la quema de gente viva, degollamientos, linchamientos, crímenes con mortero, bombas; además de incendio de locales llenos de niños; silencio cómplice en acciones terroristas, quema de vehículos con gente adentro, amenazas, persecuciones, etc. Ese es el "líder" opositor que el gobierno invita a firmar un acta de paz y tranquilidad; siendo que este individuo es el símbolo de la violencia.

Soy bruto pero no imbécil. Ahí tienen el resultado. No firmaron, se los dije, se los dije. Se perdieron esos reales. Quién en su sano juicio puede pensar que Julio Borges con esa cara de crimen permanente sería capaz de firmar un acuerdo de paz. Sólo al gobierno se le ocurre semejante bobería.

Lo que sí es cierto es que la oposición quedó en ridículo con los motivos expuestos para no firmar. Libertad de presos políticos, llamado a elecciones con garantías y camino humanitario. Presos políticos los queman gente viva; elecciones con garantía donde pierdan, donde ganan el CNE es fino; y el último show: Borges fue quien salió a pedirle al mundo que no envíen nada, no inviertan nada, que invadan, que se hunda Venezuela, y ahora pide camino para la entrada de medicina. De verdad creen que uno es imbécil.



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Pedro Alfonzo Rojas

Antiaco, columnista, premio regional de periodismo de opinión 2016, telegrafista, tipista, montador, diagramador, coordinador, gerente de producción, editor de noticias TV; y sobreviviente de las violaciones de derechos humanos y laborales en gobierno de AD.

 pedrorojas56@hotmail.eso

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