Estos opositores no aprenden

Los gobiernos de los países que a diario atacan a Venezuela desde que llegó al poder el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías en 1999, incluyendo varios latinoamericanos, se comportan como unos verdaderos mercenarios tratando de destruir una patria tan hermosa y digna como lo es nuestra bella Venezuela, con el único propósito de congraciarse y “ayudar” a la potencia del Norte, a que nos arrebate lo que es de los venezolanos y de nadie más.

A este país lo han sometido y atacado con las más perversas calumnias de forma tan despiadada y ruin, que solamente mentes enfermas pueden construir, como las de esos gobernantes que se han atrevido a despotricar de Venezuela con todo lo que a sus pobres “cerebros” se les llega a ocurrir, vomitando los sentires por sus  bocotas.

Gracias a Dios y a la política internacional realizada por ese gigante y estadista que conocimos después de la insurgencia de aquel 4 de febrero de 1992, Hugo Rafael Chávez Frías, quedan ante los organismos multilaterales, llámese: OEA, ONU, PAÍSES NO ALINIADOS, etcétera, como novia de pueblo, “vestidas y alboratadas”. Y es que no puede ser de otra forma el respaldo casi unánime que recibe Venezuela en cada uno de los eventos en el seno de tales organizaciones.

“La mentira tiene patas cortas”. Los representantes de esas naciones en esos escenarios internacionales no son ningunos tarados para dejarse llevar “nariciados”  por estos “dementes”, incluyendo a los apátridas venezolanos que andan por el mundo haciendo turismo político y mal poniendo a la madre que los vio nacer: Venezuela.

Es vergonzoso el comportamiento de estos ciudadanos en el mundo. Claro está, para eso les pagan bastantes billetes verdes – dólares -. Y como son unos pillos de “siete suelas”, se han valido de esas figuras malévolas que inventaron llamadas Organizaciones No Gubernamentales –ONG-, que no son otra cosa que brazos ejecutores de la CÍA, diseminados en el mundo para sostener el capitalismo a costa de lo que sea.

Eso de “no gubernamentales” es una farsa, porque todos sabemos que las órdenes las reciben del gobierno norteamericano que es el que “pone los reales” para que a través de estos disfraces, desestabilicen y derroquen gobiernos progresistas en el  mundo, los ejemplos sobran y ya son lugares comunes, pero inobjetables.

La oposición venezolana tiene diecisiete años llevando leña de la buena y no escarmienta. Siempre se les olvida algo tan elemental como el Pueblo. El Pueblo,  sí.  Ese bravo Pueblo que rescató junto a militares patriotas al Comandante Chávez aquella madrugada 14 de abril del año 2002 después que convirtieron a Venezuela, en especial a su Capital, Caracas, los días 11; 12 y 13 del mismo mes, en un campo de batalla con un saldo considerable de fallecidos y heridos por las balas asesinas, de quienes se han empeñado en tomar el poder para rescatar sus viejos privilegios y reconectarse con su pasado de fracasos macroeconómicos y políticas de corrupción.

Cada día son menos porque cuando salen a la calle con sus “manifestaciones pacíficas”, un buen número de sus “héroes” quedan detenidos para que respondan ante la ley por los homicidios, heridos, quema y destrozos de edificaciones públicas y privadas causados por estos “patriotas” de derecha. Aunque en honor a la verdad no están detenidos todos los que deberían estar “enchirolaos” por los delitos cometidos.

Hay que reconocer que ha habido retardo procesal para la aplicación de la  ley contra estos facinerosos. Eso ha permitido que quienes han delinquido y están todavía en libertad, todos los días ponen fechas para derrocar al gobierno legítimamente constituido del Presidente Nicolás Maduro. Desde una Asamblea Nacional declarada en desobediencia y convertida en Tribunal sin atribuciones, vemos a sus más encumbrados directivos echando “espuma” por sus bocas, llamando a un golpe de Estado desde la más alta tribuna del Poder Legislativo.

Es el caso de Ramos Allup, Freddy Guevara, Julio Borges y el pomposo Luis Florido, que de florido tendrá las plumas, vestido de pura maldad. Si bien su mayoría de parlamentarios llegó con los votos de una parte del pueblo, debe averiguarse cómo es eso que sacaron tantos votos para obtener cincuenta curules más de los que tenían. Eso no está del todo claro. Es posible que ese caudal de votos lo obtuvieron a través de trampas y mentiras. En lo particular no creo que eso solamente haya sucedido en el estado Amazonas. “Misterios de la ciencia”, diría el Profesor Lupa.


israelantoniocolina@gmail.com



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