Hugoterapia para los MUDos

Nunca imaginé que una persona o un grupo de bípedos pensantes podrían padecer diversas enfermedades de una sola vez. Preocupado ante esa anormalidad traté de estar al tanto de tales padecimientos y buscar la sanación  o en mejor de los casos, una pronta recuperación de los achacosos. Tal impaciencia me vino al observar la perenne actuación de los MUDos y del ahora transido quinteto oligarca. En estos casos un diccionario médico  recomienda, acudir a la terapéutica, parte de la Medicina que se ocupa del tratamiento de las enfermedades.  Para esto debía identificar los males y la sintomatología de los infectados. Como son tan evidentes los trastornos de los líderes de la mal llamada Mesa de la Unidad (será porque los aglutina una unidad monetaria: el dólar) voy a tomar el abuso de enumerar los malestares y los síntomas de los enfermizos.

Ceguera: No ven los ranchos ubicados en los cerros de la capital y en otras ciudades los cuales proliferaron durante cuarenta años de los gobiernos de AD y COPEY. No ven los logros del gobierno, a pesar de las grandes obras publicitadas por la prensa y televisión y muchas de aquellas que se pueden ver con sólo pasear la vista por algunos lugares de la capital y la provincia.    

Sordera: no escuchan y nunca han escuchado el clamor del pueblo. Ciertamente, las privaciones de  los sin nada nunca les ha importado.  Parecen no oír a mi comandante Hugo cuando habla de los frutos en materia de soberanía petrolera, en materia cultural, social, financiera, sobre el crecimiento en materia energética, agrícola,  los logros de las misiones…indiscutiblemente, son sordos.   

Amnesia: no recuerdan los muertos de la época puntofijista. Para muchos la palabra muerto escrita de esa manera parece ser parte de una estadística, pero cuando se nombra a Livia Gouverner, Chema Saher, Tito González Heredia, Fabricio Ojeda, Alberto Lovera, Argimiro Gabaldón, Víctor Ramón Soto Rojas… entre miles, dejan de ser estadística y convertirse en seres que dejaron hermanos, viudas y huérfanos. No cabe duda, sus herederos sí recuerdan la ignominia cometida contra sus parientes.   Sus pensadoras no procesan la inseguridad ni la inflación soportada durante la cuarta república.  No recuerdan como se lapidó la riqueza petrolera para que fuera a caer a manos de los chulos de la oligarquía y de las transnacionales petroleras.   Se les olvidó la barbarie, la corrupción, la incapacidad  de los gobernantes, sumisos al Departamento de Estado,  durante la Cuarta República. Sus memorias fallan cuando le echan en cara la quiebra fraudulenta de Viasa y la privatización de nuestras industrias básicas.  Sus cerebros se bloquean cuando se denuncia  la venta a las transnacionales de la energía, a precio de saldo, de la faja  petrolera como faja bituminosa. De su archivo  memorístico se les borró el artero golpe de Carmona y sus socios y la huelga petrolera, en detrimento de la economía del país. Parece que se les olvidó pensar.

Enfermedad Bipolar: a pesar de ser un mal de reciente data, colijo que nuestros MUDos y el quinteto de la oligarquía la padecen desde hace tiempo. Algunos de ellos ayer eran furibundo chavista y hoy es un frenético líder de la Mesa de la Unidad. Ayer era un adeco empedernido, hoy es el paladín de un Nuevo Tiempo. Ayer era enemigo del partido Primero Justicia, hoy le entrega el voto de él y de su familia a abanderado de la tienda política adversa. Ayer era un colérico guerrillero comunista, asaltante de trenes, hoy sigue siendo igual de colérico pero derechista,  quien acude asiduamente a Washington y Miami para buscar línea para el mejor candidato del mundo.

Fobias: este mal es endémico y característico de los MUDos y del quinteto oligarca. Todos los “excelsos paladines” de la Mesa de la Unidad padecen de un miedo desproporcionado  hacia los pobres, miedo que se traduce en rechazo y en el común de los casos, a una repulsión manifiesta. Hasta se limpian la jeta después de besuquear a un menesteroso.

Mitómanos: a pesar de no ser  una enfermedad  sino una manía, lo podemos considerar como un padecimiento endémico, porque por lo visto, todos los MUDos y el quinteto de la oligarquía son unos soberbios mentirosos compulsivos.   

    Ante tal cuadro clínico aquellos pacientes deben ser sometidos a una terapia intensiva: una sanadora, reconfortante y sencilla Hugoteria. Basta escuchar los discursos magistrales y didácticos de mi comandante Hugo, además deben acudir con frecuencia y en masa para que palpen “en vivo y directo” las obras de gobierno. Sobre todo, dejen el odio de un lado, así podrán ver y creer en lo increíble de la obra de gobierno. Tengan presente, hay un pueblo necesitado secuela del desprecio y descuido,  por parte de los gobernantes,  durante los cuarenta años de la Cuarta República, por lo tanto, dejen trabajar  al presidente Chávez y no propagar noticias malsanas. Un llamado a lo MUDos y al quinteto oligarca: no luchen contra lo inexorable,  olviden de sus intereses grupales que parecen coincidir con los de sus amos del Norte. Aspiro su pronta recuperación para que desfruten sin encono y al lado de su pueblo  la aplastante victoria de Hugo el 7 de octubre del 2012.   

A Carlos Escarrá. Tu alejamiento físico nos deja las incuestionables enseñanzas de un conspicuo maestro y la firmeza de un aguerrido soldado. De seguro, tus ilustraciones no se perderán y tu arma será recogida por otro combatiente.   

                                                    

                                                               enocsa_@hotmail.com                                                             

 


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Enoc Sánchez


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