20 de noviembre de 2024.- La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, suspendida de su cargo temporalmente, arribó hoy a esta nación sudamericana desde Turquía en lo que catalogó como un “acto de rebeldía” por todo lo que está aconteciendo.
En declaraciones a la prensa desde la puerta de salida del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en Quito, Abad señaló que retornó al país con sus propios recursos frente a un Estado que la ha abandonado.
Me han prohibido hablar, me han tenido casi encadenada en un hotel en Ankara, en total indefensión tras la sentencia abrupta de un sumario administrativo que me ha suspendido de mis funciones, añadió la vicemandataria.
Calificó como una ruptura constitucional y un atentado contra la independencia de poderes la medida administrativa que la separó del cargo por 150 días sin remuneración.
Mi llegada es para pedir una vez más al presidente Daniel Noboa que recapacite, que con el país no se juega, que con la ruptura constitucional nos va a llevar a un abismo del cual Ecuador no va a poder regresar en al menos 20 años, agregó la vicegobernante.
En su primer pronunciamiento tras casi un año fuera del país, Abad aseveró que es necesaria la unidad de los ecuatorianos frente al atropello contra el Estado de Derecho y la supremacía de la Constitución.
Pidió terminar ya la persecución contra ella y su familia, en particular contra su hijo Sebastián Barreiro que enfrenta varios procesos legales, estuvo preso y fue llamado a juicio esta semana.
“Estoy aquí para darle la cara al presidente y que me diga qué tiene en mi contra”, subrayó Abad, que aclaró que no regresó antes porque ni siquiera le dieron las vacaciones solicitadas.
Hace casi un año Abad salió de Ecuador hacia Israel, por orden de Noboa, que la designó embajadora y colaboradora para la paz.
El pasado 9 de noviembre fue sancionada por el Ministerio de Trabajo con una «suspensión temporal sin goce de remuneración por 150 días», por «abandono injustificado del trabajo», al no haber realizado en el tiempo establecido su traslado a Ankara desde Tel Aviv.
La penalización de la segunda jefa del Gobierno derivó en la designación de Sariha Moya como vicemandataria encargada.
Mientras, políticos y juristas de diferentes tendencias ideológicas criticaron la decisión del Ejecutivo de suspender a Abad por considerarla inconstitucional.
Abad, que compareció la semana pasada de manera virtual ante el pleno parlamentario, declaró que el Gobierno buscaba una forma de inhabilitarla para que ella no asuma la presidencia cuando el actual mandatario pida licencia para realizar campaña para las elecciones 2025.