Avanzando en la revolución económica

En Venezuela el periodo de transito hacia el socialismo ha entrado en una etapa decisiva y los hechos que han vendo ocurriendo en las ultimas semanas así lo demuestran. Las decisiones valientes y audaces que desde el 15F ha tomado el Ejecutivo Nacional, aplicando de la Ley, concretizado en el aspecto socio-económico van a marcar el paso de esta etapa decisiva hacia el punto de no retorno. Tomando solo algunas de las acciones mas publicitadas que ha implementado el Ejecutivo en el ámbito económico como por ejemplo la ocupación hasta ahora temporal de algunas empresas arroceras que practicando una actividad comercial al mas puro estilo del capitalismo salvaje negaban los derechos fundamentales de alimentación y acceso a los alimentos de los venezolanos, o la expropiación de plantas agro-industriales de empresas transnacionales que controlaban eslabones importantes en la cadena industrial de los alimentos o la eliminación de la pesca industrial de arrastre, audaz acción en beneficio no solo de los pescadores artesanales y del pueblo venezolano en general sino de las futuras generaciones y del medio ambiente, lo cual hoy causa impacto a nivel mundial, evidencian que estamos entrando en la fase critica del alumbramiento, una fase muy peligrosa, en la cual pueden desatarse furias represadas que se niegan a morir.

El proceso en cuyo transito nos encontramos actualmente, no sera definitivamente irreversible hasta cuando la revolución halla llegado al tuétano del plano económico, la revolución económica o dicho de otro modo, el establecimiento de la política económica que prefigura la Constitución Bolivariana esta todavía lejos. Para llegar allá primero hay que quemar dos etapas: en primer lugar terminar la revolución en el ámbito político, y en segundo lugar comenzar y terminar la revolución en el ámbito social, para seguir luego al estudio económico de la revolución. De forma tal que es preciso primero solidificar el Estado socialista, para lo cual en este momento ya estamos adelantados con la Constitución, con las nuevas Leyes, con las instituciones nuevas creadas, con el liderazgo vital del presidente Chávez y con el trabajo tesonero de los revolucionarios verdaderos, luego es preciso construir una sociedad socialista, el hombre nuevo. Y solo después que se hayan cumplido esas fases preliminares, es que se logrará construir y solidificar una economía socialista, la cual es a la postre lo le dará la sustentabilidad necesaria a la quinta república socialista venezolana.

El maestro Simón Rodríguez decía por allá en 1826, que en la América nuestra había menester hacer dos revoluciones una política y otra económica, decía el maestro que los obstáculos que se oponían a la primera los había logrado superar en parte el Libertador con la independencia, pero esa revolución política que comenzó el Libertador, luego de su muerte en 1930, fue traicionada, desvirtuada y reventada y fueron necesarios mas de cien años para que la pudiéramos retomar; la otra revolución, la económica, esta todavía incipiente. La visión estratégica estuvo desde el principio muy clara, pero las condiciones para emprender el reto del establecimiento de un sistema económico revolucionario no habían sido hasta ahora propicias.

Los obstáculos que se oponen a la revolución económica son formidables, es necesario enterrar la economía de corte capitalista que ha sido impuesta a la fuerza. A estas alturas todavía hay mucho de colonial en nuestra economía y el feudalismo todavía esta arraigado en nuestra sociedad, lo cual soporta a la economía capitalista que debemos erradicar. El territorio esta estructuralmente ordenado de modo tal que favorece a una economía capitalista y neo-colonial, solo basta ver como nuestro país esta territorialmente dispuesto: de forma que la población y las grandes ciudades están concentradas en el norte costero; es en el norte costero donde están los puertos y aeropuertos, controlados por mafias capitalistas criollas y foráneas para embarcar las materias primas que vienen desde el interior: las venas abiertas de Venezuela. El mismo esquema económico-estructural de la época de la colonia; anomalías como el latifundio, la concentración de conocimiento tecnológico, el rentismo, la falta de verdaderos empresarios emprendedores, sin mencionar el cáncer de la corrupción, verdadero cáncer que corroe por dentro, todo eso caracteriza a la economía actual; un día oí decir a un dirigente refiriéndose a la administración publica que heredaba el gobierno cuando fue electo el presidente Chávez por primera vez en 1999, decía que todo el aparato estadal estaba dispuesto para la corrupción, que en las aduanas hasta las pesas estaban amañadas para pesar menos y favorecer a la trampa y la corrupción. Con las misiones sociales que aparecieron a mediados de 2003, el Ejecutivo Nacional de manera táctica ha podido bay-pasear el horroroso monstruo, hoy después de un largo camino emprende medidas radicales hacia el desmantelamiento de ese esquema colonial que impide el desarrollo del sistema socio-económico de la quinta república revolucionaria.

La economía es muy compleja y depende mucho de las costumbres de la gente, tiene que ver con la historia, el territorio, el terreno y la tradición. La economía tiene a la sociedad como substrato. Las famosas leyes de la economía no funcionan igual en dos países distintos con sociedades distintas, lo que funciona y se reproduce en el mundo económico de EEUU o Japón no tiene un comportamiento similar en otros lugares donde la gente, las costumbres, el territorio y hasta el clima es distinto. Por eso es que el neo-liberalismo fracasó, porque con las mal llamadas políticas neoliberales de homogeneizaron y armonización de las economías, de los mercados y del comercio han querido trasplantar sistemas que han sido pensados, elaborados y aplicados en las sociedades del Norte a nuestras sociedades del Sur. Las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), los paquetes de Fondo Monetario Internacional, o del Banco Mundial han sido aplicados con resultados nefastos en las tierras del Sur y han demostrado no sen compatibles con nosotros. Nuestra América es original, originales deberán ser nuestros procedimientos, había dicho el maestro don Simón Rodríguez. Nosotros pudiéramos parafrasear esas palabras diciendo: original deberá ser nuestra economía.

El reto que plantea transformar la economía y crear un nuevo modelo endógeno como base económica para el socialismo del siglo XXI es enorme, porque para transformar la economía primero hay que avanzar hacia la transformación de la sociedad, crear al hombre y a la mujer nueva, erradicar los vicios de el consumismo, el individualismo el pseudo-cooperativismo, el mercantilismo; la cuestión de los distintos tipos de propiedad.

Los resultados no pueden ser sino a mediano y largo plazos, no se cambian las costumbres de la gente tan fácilmente, por eso es importante el trabajo en las comunidades, en la cultura, en las escuelas con los jóvenes. El ejecutivo trabaja de forma tal de impactar los tres ámbitos simultáneamente, sabiendo que en cada uno los ritmos de avance son diferentes, ahora es de particular importancia el frente social, del avance en el frente social dependen los resultados del frente económico.

En la actualidad hay señales visibles que indican que transitamos por el camino de la transformación socio-económica. La promulgación de leyes como las habilitantes publicadas en Gaceta Oficial el pasado 31 de julio de 2008, en la que destacan: La Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Alimentaria, la Ley de Salud Agrícola Integral, Ley del Banco Agrícola, Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a Los Bienes y los Servicios, Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Habitat, Ley de la Administración Publica, Ley del Bandes, Ley de la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y mediana industria, Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular, entre otras que ya habían sido promulgadas que apuntan hacia la transformación social y económica de la nación venezolana, por otra parte con las acciones contundentes de lucha contra el enemigo capitalista que tenemos internamente y que se han concretado con la lucha frontal contra el latifundio, la erradicación de la pesca de arrastre, la ocupación de los puertos, la transformación de las instituciones con creación del ministerios entre ellos el novísimo Ministerio de Comercio, todas esas acciones auguran nuevos horizontes en el desarrollo de un nuevo orden económico que apunte hacia la economía revolucionaria de Venezuela, pero al mismo tiempo avizora peligrosas reacciones por parte del viejo orden que todavía no ha fenecido.

rcastro@sapi.gob.ve


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Richard Castro


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