El origen del judaísmo, islamismo y cristianismo, mucho tiene que ver con mitologías persas y egipcios, lo hemos reiterado. Pero, en el cristianismo, lo Persa y egipcio fue lentamente incorporado y superado. Fue un sincretismo religioso de siglos.
Los arqueólogos nos muestran, como figuras, imágenes, colores, formas, cánticos, ofrendas, objetos, etc., de manera progresiva y lenta, fueron siendo cristianizadas. Un sincretismo religioso pasivo y de siglos.
La llegada de europeos a Centro, Sur y Norteamérica, fue violenta desde el primer día. La espada y la Cruz. El rifle y la Biblia, por igual, fueron genocidas. A sus atrocidades las llamaron civilización; más de 20 millones de nativos asesinados y sus territorios confiscados por el colonizador. Como falso argumento, adujeron, que el aborigen era salvaje y herejes; se somete o debe morir.
Las tres Carabelas aquí, el Mayflower allá, son harinas del mismo costal histórico: el capitalismo. La revolución industrial inglesa, la Revolución Francesa, la independencia de EE.UU. de Inglaterra forman parte del mismo desarrollo del sistema capitalista. La Comuna de París fue la confrontación histórica con el capital. El colonialismo avanzó; se hizo neocolonial.
Este tipo de colonialismo, forjó aquella oligarquía esclavista, parásita, profundamente dependiente de España, que se opuso a la independencia política y cerró filas con SU MADRE PATRIA. La iglesia católica, en mayoría fue su aliado.
En Norteamérica, el luteranismo y el calvinismo, comerciantes en mayoría, con un proyecto económico desde sus inicios colonialistas, con ellos al frente, gestaron la unidad nacional territorial religiosa y económica, hoy tienen sus codiciados resultados. En este continente, los salvajes colonos españoles, desde sus inicios, se plantearon riquezas minerales rápidas y fáciles y el retorno a su España. Los descendientes de españoles que aquí quedaron, se entregaron pronto a la convivencia con el capital gringo. La iglesia católica siempre fue su aliado.
En noviembre de 1620, llega a la costa de Norte América, el barco Mayflower, proveniente de Holanda y fletado por una empresa privada inglesa. Venían 102 personas, 41 de ellas eran militantes calvinistas. Pronto fundan la colonia de Nueva Inglaterra, donde vivirán. En la travesía, estos calvinistas se reunieron y construyeron un plan, un programa de acción al llegar. Recordemos, los 41 calvinistas eran COMERCIANTES. A estos viajeros, se les llamarán LOS PADRES PEREGRINOS, y los colocan como referentes iniciales de lo que hoy son los EE.UU. Con ellos se inició el genocidio de los naturales de la región.
La tesis del Destino Manifiesto, la Doctrina Monroe y el fundamentalismo gringo, al igual que la tesis racista de Don Cristóbal y sus salvajes acompañantes en las Tres Carabelas, todo con malinches adentro, eran encargos de Dios. Hombres bendecidos para el saqueo, la barbarie y el genocidio. La complicidad religiosa fue obvia.
En los EE.UU., fueron los Padres Peregrinos, aquí, los Reyes Católicos, apoyados siempre por SU Dios. ¿Distinto o el mismo? Pero hubo en los EE.UU., Presidentes que hablaron con Dios; ¿recibían órdenes de él? En gringolandia, el presidente William McKinley recibió órdenes de Dios, y capturan a Cuba y Puerto Rico. Luego, William Taft y viene agresiones a Nicaragua y México, ordenados por Dios. Luego, Harry Truman, Dios lo apoyo en dos bombas para Japón. George Bush, buen catador de escocés, de quien se sospecha estar involucrados en lo de Las Torres Gemelas, confesó que había hablado con Dios. En fin, parece que los dioses sirven para todo.
En EE.UU., algunos pastores evangélicos son multimillonarios, más o menos como los sionistas judíos. Este maridaje entre fe religiosa y política de Estado es de larga data. En EE.UU., calvinistas y luteranos, en "Hispanoamérica", Los Jesuitas y otros inquisidores ocultos en Academias y Universidades, amén de medios de comunicación, con su Biblia en mano, defienden "el orden" del capital; la paz necesaria para el mercado. Estado y Religión, viene de siglos.
Algunas personas suponen, que si todos cumpliéramos las leyes no habría problemas. Otros afirman que si cumpliéramos todo lo bíblico no habría odios, como si las leyes y la biblia no hubiera sido escritas por humanos.
Lo cierto es, que la alianza entre capital y religión, ha sido beneficiosa para ambos. Pero cada vez tenemos más problemas. ¿Quién ha sido el perdedor?
El capital, no logra detener, mermar ni eliminar los problemas insolubles que él ha creado. Las religiones no logran detener los problemas donde ella es cómplice.
La tradición católica, suele presentarse como distante y despreocupada de la riqueza material, pero en verdad es propietaria de cuantiosos bienes. La ética protestante calvinista o luterana, siempre han estado vinculados al origen y desarrollo del capitalismo. Casi siempre, se trata de una clase media evangélica, vinculada al mercado. Todo ellos creen en el mercado cómo necesario organizador social. Lo llaman Progreso.
De las ideas europeas y antipapales de Lutero y Calvino, salen varias religiones. Unas en Europa y otras en los Estados Unidos: Cuáqueros, Adventistas, Mormones, Testigos de Jehová, Adventista de los Séptimos días, Bautistas, Metodistas, Pentecostales, Presbiterianos, y para usted de contar. Algunas creaciones, se originaron de manera insólita; con misterios, dioses y fin de mundo adentro. Lo cierto es, que en su mayoría comerciantes, en alianzas con los judíos pronto dominaron el comercio interno y externo, articulando más al poder político con el religioso, con estados cuasi religiosos. El nefasto Destino Manifiesto, sale de estas conspiraciones religioso/económico/políticos.
Continuará…
