El Desarrollo Endógeno, la Geometría del Poder y sobre el control Inflacionario

Desde la segunda mitad de la década de 1970, la región alcanza relevancia como fuente de ventajas competitivas en la economía política de la globalidad para la teoría neoliberal, por otra parte se estima una vinculación del desarrollo económico endógeno con el crecimiento económico que articula a las regiones y que considera a la planificación territorial con respecto a la generación de empleos, mejoras en la seguridad social, igualdad de ingresos, entre otros; es decir, un tipo de crecimiento económico con atributos diferentes, que nace de las mejoras de calidad de vida producto de la movilización social entre el territorio nacional, cualidad propia de los enfoques socialistas, que van en sentido contrario a los enfoques neoliberales que buscan las competencias entre los territorios para atraer inversiones extranjeras e insertarse en las cadenas productivas globales, y determinando que si un territorio se atrasa es porque no ha sido hábil en el despliegue de sus potencialidades.

El desarrollo endógeno nace en Venezuela, manteniendo su concepción instrumental, como un movimiento de resistencia que busca soluciones ante las imposiciones propias de los enfoques neoliberales. Scott y Storper señalan que hay razones suficientes para concebir la región como un entorno de coordinación económica, como una base fundamental de la vida económica y social, o como un motor indispensable del desarrollo económico endógeno.

Esta situación coincide con la aparición de nuevas geografías de organización de la producción y con dispositivos de regulación pública, económica y social que en conjunto reúnen características distintivas y especiales como regiones flexibles. El surgimiento de la región como categoría analítica de interés político y económico para los países desarrollados está asociado a tres aspectos:

1ero. La abundancia de estudios empíricos sobre economías de ámbito regional es la base para considerar la región como unidad de análisis prioritario en el diseño de políticas.

2do. La aparición de nuevos desarrollos teóricos inspirados en enfoques socioeconómicos e institucionalitas que proveen a la idea de territorio y región de un nuevo marco conceptual. En dicho marco la proximidad geográfica es una importante fuente de ventajas competitivas para las empresas de producción social y redes de empresas, ventajas que derivan de la existencia de economías externas y de la reducción de los costes de transacción.

3ero. Los efectos directos e indirectos de la globalización sobre las economías a distintas escalas territoriales han promovido la aparición de un nuevo escenario donde los estados nacionales pierden cuotas de poder y capacidades a causa de fuerzas e instituciones que operan en distintos sentidos: desde arriba (plano supranacional), desde abajo (plano regional/territorial), y lateralmente poderes de mercado y capital global. En este contexto, la región como concepto absoluto no existe. En su acepción más general se asimila a un espacio económico y político más amplio perteneciente a un territorio que directa o indirectamente depende de un gobierno. Debido a su carácter eminentemente social, la región hace referencia a un concepto espacial de fronteras difusas con contenidos políticos, económicos y sociales variados.

Los aspectos señalados y los intereses que aparecen en el proceso de construcción de una región se enfrentan a tres tipos de problemas: i) Los intereses no coinciden necesariamente entre sí, lo que dificulta el diseño y aplicación de políticas, ii) Los intereses pueden ser contradictorios entre sí y, por tanto, una política podría incluso generar tensiones y conflictos, y iii) Sus fronteras no siempre coinciden con la división administrativa de los estados nacionales o comunidades autónomas.

Actualmente, al contrario de lo que plantea el análisis espacial clásico, se considera que el territorio no es homogéneo ni neutral. La localización y desarrollo de las actividades productivas o asentamientos de la población no se producen al mismo tiempo ni en todos los lugares. La población y las actividades productivas tienden a concentrarse por las ventajas derivadas de la aglomeración. Por tanto, una vez iniciado un proceso de desarrollo en un lugar, la tendencia general no es la convergencia en términos de renta y disminución de desigualdades, sino que las fuerzas de mercado benefician a las áreas que cuentan con ventajas. Así, en ausencia de mecanismos correctores, el espacio propicia un desarrollo desigual.

La naturaleza territorial o local del desarrollo se ha mantenido largo tiempo en una situación de marginalidad teórica que en las últimas décadas tiende a revertir. Hoy se sostiene que la crisis del fordismo facilitó el redescubrimiento teórico de las formas de producción flexibles a escala local. No hay razones suficientes para identificar el desarrollo económico local como un modelo postfordista contrapuesto a la gran empresa. En realidad dicho modelo resalta los valores sociopolíticos, culturales, de identidad, diversidad y flexibilidad propios de formas de producción basadas más en las características de un territorio determinado que en las de los procesos productivos a gran escala.

En este ámbito surgen nuevos planteamientos en la teoría del desarrollo con fin de dar respuesta a las disparidades de crecimiento entre países, disminuir la incertidumbre económica, aumentar la competitividad empresarial y establecer un cambio institucional mediante una utilización más eficiente y racional de los factores endógenos de cada territorio. Nace así un nuevo paradigma: el territorial. En donde pueden convivir los NUDE, las EPS, los Consejos y Banco Comunales, las Cooperativas, Consejos Estudiantiles Populares, los Consejos Campesinos y los Consejos Obreros entre otros.

El territorio ya no se define como soporte de las actividades económicas o de los factores de la producción, ni como distancia entre dos puntos o como fuente de costes para los factores productivos. Ahora ha de entenderse como el conjunto de agentes y elementos económicos, socioculturales, políticos e institucionales originados y regulados de un modo correcto y que interactúen entre sí; cuyo principal respaldo son las teorías del desarrollo endógeno (distritos industriales, sistemas productivos locales, potencial endógeno, medios innovadores ...). Con él se abren nuevos caminos para encontrar formas más flexibles de acumulación y regulación de capital en los procesos de crecimiento y cambio estructural, que busquen el mejoramiento en las condiciones de la calidad de vida entre los seres humanos.

En este análisis transitoriamente se considera como sinónimos los términos desarrollo local y desarrollo endógeno. Para su comprensión se adoptan dos definiciones de aceptación generalizada: A: “Proceso de crecimiento y cambio estructural que mediante la utilización del potencial del desarrollo existente en el territorio conduce a la mejora del bienestar de la población de una localidad o región. Cuando la comunidad local es capaz de liderar el proceso de cambio estructural, la forma de desarrollo se puede convenir en denominarla desarrollo local endógeno”; y B: “Proceso de transformación de la economía y de la sociedad de un determinado territorio orientado a superar las dificultades y exigencias del cambio, así como de mayor valorización de la sostenibilidad ambiental, a fin de mejorar las condiciones de vida de la población de ese territorio”.

Ambas definiciones se complementan y resaltan el aprovechamiento del potencial de desarrollo de un territorio (recursos económicos, humanos, institucionales y culturales) y las economías de escala no explotadas para elevar el bienestar de su población. El hecho de que cada territorio posea rasgos propios diferenciados (estructura productiva, mercado de trabajo, sistema educativo, una capacidad empresarial concreta, conocimiento tecnológico, dotación de recursos naturales e infraestructuras, sistema social y político, tradición y cultura) sobre los que basar su desarrollo cambió la teoría del desarrollo económico. Ya no se parte del crecimiento centro–periferia sino de las posibilidades económicas y sociales de cada territorio, lo que multiplica la cifra de procesos de desarrollo a tantos como territorios identificados con rasgos propios diferenciados se identifiquen. El desarrollo endógeno también resalta los procesos de acumulación de capital humano en los territorios y aborda la problemática del desarrollo más allá de la visión tradicional que lo ligaba exclusivamente a la función de producción.

El objetivo fundamental del desarrollo endógeno es transformar el sistema productivo aprovechando el potencial endógeno del territorio (ciudades) mediante inversiones de agentes privados, públicos y mixtos, bajo el control de la comunidad local maximizando el papel de las microempresas, los bancos comunales, las cooperativas, las EPS y pymes; y aprovechando las oportunidades que brinda el comercio exterior. Tales oportunidades derivan de la proximidad a áreas con marcado dinamismo externo o a grandes empresas ubicadas en el mismo territorio que permiten desarrollar estrategias para internalizar los efectos favorables procedentes de las redes de participación de proveedores locales. Los procesos de desarrollo endógeno presentan tres dimensiones analíticas:

i) Económica. Representada por un sistema de producción que facilita elevar su competitividad mediante el uso más eficiente de los factores productivos, generar economías de escala y aumentar la productividad.

ii) Sociocultural. El sistema local de interrelaciones económicas, sociales y de instituciones locales que sirven de base al proceso de desarrollo y el bienestar humano.

iii) Político-administrativa. Las iniciativas crean un entorno local favorable a la producción orientado hacia el desarrollo económico sostenible dentro del marco del poder popular.

Por ora parte:

En economía, la inflación es el aumento sostenido y generalizado del nivel de precios de bienes y servicios. Se define también como la caída en el valor de mercado o del poder adquisitivo de una moneda en una economía en particular, lo que se diferencia de la devaluación, dado que esta última se refiere a la caída en el valor de la moneda de un país con relación a otra moneda cotizada en los mercados internacionales, como el dólar estadounidense, el euro o el yen.

La existencia de inflación durante un período implica un aumento sostenido (ya que se incrementa a medida que pasa el tiempo) del precio de los bienes en general. Para poder medir ese aumento, se crean diferentes índices que miden el crecimiento medio porcentual de una canasta de bienes ponderada en función de lo que se quiera medir.

El índice más utilizado para medir la inflación es el "índice de precios al consumidor" o IPC, el cual indica porcentualmente la variación en el precio promedio de los bienes y servicios que adquiere un consumidor típico en dos periodos de tiempo, usando como referencia lo que se denomina en algunos países la cesta básica.

Existen otros índices como son el "índice de precios al mayorista" (IPM) y el "índice de precios al productor", los cuales difieren del IPC en que no incluyen gravámenes e impuestos, ni la ganancia obtenida por mayoristas y productores. Estos índices son utilizados para hacer mediciones específicas en el comportamiento de la economía de un país, pero no utilizados como índices oficiales de inflación.

También existen índices para otros sectores de la economía, como el índice de precios de los bienes de inversión, que también son muy útiles en sus respectivos campos.

El IPC es el índice más usado, aunque no puede considerarse como una medida absoluta de la inflación porque sólo representa la variación de precios efectiva para los hogares o familias. Otro tipo de agentes económicos, como los grandes accionistas, las empresas o los gobiernos consumen bienes diferentes y, por tanto, el efecto de la inflación actúa diferente sobre ellos. Los factores de ponderación para los gastos de los hogares, o de presupuestos familiares, se obtienen mediante encuesta. En el IPC no están ponderados ni incluidas otras transacciones de la economía como los consumos intermedios de las empresas ni las exportaciones ni los servicios financieros. No obstante, dado que no hay forma exacta de medir la inflación, el IPC (que se basa en las proporciones de consumo de la población) se considera generalmente como el índice oficial de inflación.

El diferencial de inflación es la diferencia entre los niveles de inflación de un país y los de su entorno económico y a corto plazo tiene efectos importantes sobre la balanza comercial de los países.

Causas de la inflación:

Existen diferentes explicaciones sobre las causas de la inflación. De hecho parece que existen diversos tipos de procesos económicos diferentes que producen inflación, y esa es una de las causas por las cuales existen diversas explicaciones: cada explicación trata de dar cuenta de un proceso generador de inflación diferente, aunque no existe una teoría unificada que integre todos los procesos. De hecho se han señalado que existen al menos tres tipos de inflación:

Inflación de demanda (Demand pull inflation), cuando la demanda general de bienes se incrementa, sin que el sector productivo haya tenido tiempo de adaptar la cantidad de bienes producidos a la demanda existente.

Inflación de costes (Cost push inflation), cuando el coste de la mano de obra o las materias primas se encarece, y en un intento de mantener la tasa de beneficio los productores incrementan los precios.

Inflación autoconstruida (Build-in inflation), ligada al hecho de que los agentes prevén aumentos futuros de precios y ajustan su conducta actual a esa previsión futura.

Según la Teoría neokeynesiana, existen tres tipos de inflación de acuerdo a lo que Robert J. Gordon denomina "el modelo del triángulo". La inflación en función a la demanda por incremento del PNB y una baja tasa de desempleo, o lo que denomina la "curva de Phillips".

La inflación originada por el aumento en los costos, como podría ser el aumento en los precios del petróleo.

Inflación generada por las mismas expectativas de inflación, lo cual genera un círculo vicioso. Esto es típico en países con alta inflación donde los trabajadores pugnan por aumentos de salarios para contrarrestar los efectos inflacionarios, lo cual da pie al aumento en los precios por parte de los empresarios al consumidor, originando un círculo vicioso de inflación.

Cualquiera de estos tipos de inflación pueden darse en forma combinada para originar la inflación de un país. Sin embargo las dos primeras mantenidas por un período sustancial de tiempo dan origen a la tercera. En otras palabras una inflación persistente originada por elementos monetarios o de costos da lugar a una inflación de expectativas.

De estas tres, la tercera es la más dañina y difícil de controlar, pues se traduce en una mente colectiva que acepta que la inflación es un elemento natural en la economía del país. En este tipo de inflación entra en juego otro elemento, que es la especulación que se produce cuando el empresario o el oferente de bienes y servicios incrementa sus precios en anticipación a una pérdida de valor de la moneda en un futuro o aprovecha el fenómeno de la inflación para aumentar sus ganancias desmesuradamente.

Paralelamente la Teoría del "supply-side" afirma que la inflación se produce cuando el incremento en la masa monetaria excede la demanda de dinero. El valor de la moneda, entonces, está determinado por estos dos factores. La inflación en los años 1970 en EE.UU. se ve como causada por el incremento en la masa monetaria que ocurrió tras la salida de este país de los acuerdos de Bretton Woods, que sujetaba el valor de la moneda al patrón oro. Según esta teoría el incremento en la masa monetaria no tiene efectos inflacionarios en la medida que la demanda de dinero aumente proporcionalmente.

Esta teoría explicaría la baja en la tasa de inflación en los años 1980 en EE.UU. debido a la expansión económica que se produjo a raíz de la reducción en los impuestos. Se explica esto indicando que una expansión en la economía origina un incremento en la demanda de dinero, lo cual contrarresta el efecto inflacionario que normalmente conlleva el aumento en la masa monetaria... ...

Finalmente: ¿Cómo parar la inflación?

Se han sugerido diferentes métodos para parar la inflación. Los Bancos Centrales pueden influir significativamente en este sentido fijando la tasa de interés y controlando la masa monetaria. Las tasas de interés altas, que reducen el crecimiento en la tasa monetaria, son una forma tradicional de combatir la inflación. El lado negativo de esta política es que puede estancar el crecimiento en la economía y promover el desempleo, lo cual se puede observar actualmente en algunos países europeos.

Los propulsores de la teoría del "supply side" se inclinan por la fijación de la tasa de cambio de la moneda para fomentar la creación de capital y la reducción en el consumo. Otro método es establecer control sobre los salarios y sobre los precios, que por cierto la mayor parte de los economistas -de enfoque no socialista- coinciden en afirmar que los controles de precios son contraproductivos pues distorsionan el funcionamiento de una economía, dado que promueven la escasez de productos y servicios y disminuyen su calidad, entre otros.


crist_academico@yahoo.es


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